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Club Matadero: La cueca insurgente que perdura en el barrio Franklin, entre matarifes y cuadrinos El espacio celebrará su aniversario este sábado 18 de abril

Club Matadero: La cueca insurgente que perdura en el barrio Franklin, entre matarifes y cuadrinos

A cinco años de la fundación del Centro Cultural Club Matadero, sus integrantes se preparan para celebrar con todo el quinto aniversario. El local, ubicado en pleno barrio Franklin, se ha convertido en un punto de encuentro de jóvenes, adultos y ancianos, donde nadie se salva de una patita de cueca. El local ha realizado un trabajo barrial que hoy es reconocido por sus vecinos, quienes frecuentan los eventos nocturnos y talleres que organizan, donde el hilo conductor es la cueca.


La cueca brava, urbana o chilenera no solo se baila, se vive en un contexto social que la levanta. Es en los bajos fondos de Santiago donde los trabajadores y vecinos solían reunirse en torno al canto y al baile sin normas. El barrio Matadero-Franklin, es uno de esos lugares, es la cuna donde perdura la tradición cuequera urbana; entre los locales del Mercado Matadero, los comerciantes han desarrollado su propia identidad.

Para Ricardo Silva, presidente del Centro Cultural Club Matadero, instalarse en el barrio es fundamental por su importancia histórica: “Aquí han nacido los más grandes cultores de cueca brava de la historia de Chile, los más grandes han sido matarifes, cuadrinos que trabajaban en el mercado. El Club Matadero está ubicado en la meca de la cueca”.

En 2010 el conjunto de música Los Republicanos de la Cueca recibió el ofrecimiento de ocupar las dependencias de la ex fábrica textil Musalem, ya que la familia propietaria buscaba llenar ese antiguo inmueble abandonado con actividades culturales. Así nació el Centro Cultural Club Matadero, a manos de músicos que eran parte del circuito y que tenían como objetivo entregar un espacio para que la comunidad pudiera reunirse en torno a la cueca.

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Desde el comienzo y a lo largo de los cinco años de funcionamiento el Club Matadero ha tenido un especial vínculo con el barrio y sus vecinos, quienes, según el presidente del local, se han encariñado con el espacio y lo han sentido como parte de ellos. “Nosotros no inventamos nada nuevo, simplemente abrimos un espacio para que la gente se pudiera expresar, y que los jóvenes, adultos y viejitos tuvieran un espacio para compartir esta tradición tan arraigada en el barrio”, agrega Silva.

Junto a otros grupos de cueca como Las Niñas y Porfiados de la Cueca levantaron el centro cultural, que luego se convertiría en un espacio de formación y acercamiento a este baile. Actualmente realizan talleres durante toda la semana de canto, baile, percusión y guitarra, además de cuecazos y una ruta patrimonial en el Barrio Matadero-Franklin.

Quitar el prejuicio y potenciar el barrio para dejar de lado la inseguridad que siempre ha provocado, fue el mayor desafío para los fundadores del Club.  Sin embargo, ni el día de apertura tuvieron inconvenientes, fecha en que recibieron cerca de 200 personas. “La gente le ha perdido el miedo al barrio y se ha dado cuenta que no es más peligroso que Providencia. Nunca los han asaltado, no han robado un auto, nunca ha pasado nada. Eso demuestra que era más el mito que la realidad, y nosotros, sin duda, hemos aportado en eso”, manifiesta Silva.

Música rebelde y libertaria

8Antes del bicentenario ya se había gestado un movimiento de cueca brava entre el público joven Santiago. Uno de los espacios precursores fue El Huaso Enrique en Barrio Yungay, además de los cuecazos que se realizaban en el actualmente clausurado Galpón Víctor Jara. Cuando el Club Matadero abrió sus puertas ya existía un público importante que le era fiel a la cueca, por lo mismo se masificó rápido y aumentaron los visitantes, además de los 40 parroquianos siempre fieles.

Es el baile nacional, que le rinde honores a la patria durante el mes de septiembre, pero que en su versión urbana se desmarca de todos estos íconos para adentrarse en la identidad de las personas. Según Silva, en este punto radica la fama de la cueca chilenera. Son sus letras en chileno, no en español, que rescatan el habla del chileno y el coa.

“Es una cueca muy libertaria, rebelde, sin patrones, sin jefes. Es una cueca que la cantaban los viejos, los matarifes, gente que vivía en los barrios de bajo fondo de Santiago. Y, sin duda, el joven siempre ha sido rebelde y se identifica con la música rebelde, y la cueca es música rebelde”, expresa el presidente del Club Matadero.

Ni autóctonos ni folklóricos

Un espacio en el que cada uno es como es, así lo define su presidente. Es una dinámica en la que cualquiera se puede integrar para brindar con un vaso de pipeño y desenfundar el pañuelo, sin miedo a quedar en vergüenza. El ambiente barrial, conformado por una cultura urbana que siempre partió de la cueca como punto de encuentro.

En este íntimo círculo existen íconos humanos que dan vida a la historia cuequera de Matadero, entre ellos Ricardo Silva destaca a Luis Araneda, el Bauchita. Músico pionero en la cueca brava e integrante de Los Chileneros, que falleció en septiembre de 2014. “Los Chileneros para nosotros son como Los Beatles, a ese nivel de importancia. Si no hubiese sido por ellos no existiría este movimiento de cueca brava. Bauchita era un asiduo cantor del Club Matadero, para nosotros era una leyenda”, afirma Silva.

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Asimismo, existen comerciantes del mismo Mercado Matadero que frecuentan el club y se convierten en los cantores de los míticos bares de Franklin. Entre ellos está Carloncho, figura emblemática del Club Matadero, amigo y personaje típico del barrio.

A modo de anécdota, el presidente del centro cultural recuerda también a los “cuicos” que llegan al club y se impresionan con el ambiente y las relaciones sociales. “Se escuchan frases para el bronce como ‘qué autóctono este lugar’ o ‘qué folklórico’. A nosotros nos da mucha risa porque no somos ni autóctonos ni folklóricos, somos no más. Yo creo que ellos son los raros, nosotros siempre hemos sido así”, comenta.

Silva considera que “es una regla de ellos de no conocer Santiago y no conocer su cultura, ni toparse con ella, por eso es tan novedoso para los cuicos”.

Luis Araneda, el Bauchita

Luis Araneda, el Bauchita.Una leyenda

A bailar a bailar

La celebración de los cinco años de existencia del Centro Cultural Club Matadero se realizará el sábado 18 de abril a partir de las 22.00 horas y contará con una parrilla que congrega a los amigos del club. Las infaltables cuecas estarán a cargo de Los Republicanos de la cueca, Los Santiaguinos y Torito Alfaro y su Lote. Además de la participación especial de Maggie Lay, la legendaria vedette del Bim Bam Bum y la animación del locutor de Radio Uno, Luchito Hernández. Se suma el cantautor Mario Rojas, los precursores del hip hop chileno, Los Panteras Negras y el conjunto de chinchineros Bombo Trío.

Más información en www.clubmatadero.cl.

 

 

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