Soprano rusa protagonista de “Rusalka”: “Me da gusto estar involucrada en esta historia de amor mágico entre seres humanos y espíritus mitológicos”

**Por : Enrique Morales Lastra**
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La esperada cartelera operática comienza con este popular título del compositor eslavo Antonín Dvořák –pese a ello un estreno absoluto tanto en Chile como en Sudamérica-, y cuya bella musical refleja las pasiones, contrastes y relaciones, entre un mundo sobrenatural y otro terrenal. La dirección orquestal estará a cargo del maestro Konstantin Chudovsky, y los roles principales serán abordados por Dina Kuznetsova, en la voz estelar (aquí entrevistada), por su compatriota, el bajo Misha Schelomianski (como el genio de las aguas), y por el tenor eslovaco Peter Berger (quien las hará del afortunado Príncipe).

Dina Kuznetsova es una mujer hermosa y directa: “Rusalka es muy importante en mi vida –parte-, pues en mi casa y entorno familiar, sus melodías se cantaban y escuchaban en forma seguida. Y la verdad es que su dramatismo me encanta: todos sus caracteres son muy rusos y yo pienso lo mismo que el autor de la obra (Dvořák), que en esta pieza encontramos algo muy eslavo, una historia y personajes creados en base a leyendas y cuentos de hadas tradicionales de mi patria”, reflexiona.

“Observa lo hermosa que es: situar en el estado del enamoramiento, a seres mitológicos con personas humanas, a una mujer que vive en un lago, obsesionándose puramente con un hombre, un príncipe”, dice la soprano rusa a El Mostrador Cultura+Ciudad, en la previa de lo que será su segunda interpretación en el Teatro Municipal de Santiago, luego de haber protagonizado en mayo de 2014, el montaje de Katia Kabanová, obra del checo Leoš Janáček, en una comentada régie que estuvo a cargo del cineasta chileno Pablo Larraín.

Luego, agrega: “Cuando niña leí mucho al poeta francés Friedrich de la Motte Fouqué, el mismo autor que inspiró a Dvorak (junto al danés Hans Christian Andersen, y los autores rusos Jaroslav Kvapil, Karel Jaromír Erben y Božena Němcová), para componer esta magnífica partitura y su guión. Y precisamente es esa conjunción creativa la que me hace sentirme muy cómoda en esta ópera, porque para mí esos escritores son fundamentales, en mi trayectoria como lectora y biografía personal, y te insisto: el producto final es algo muy nuestro, eslavo, de mi pueblo, unos sentimientos y argumentaciones que muestran un mundo mágico y de hadas, mitad humano, mitad espiritual, pero que exhibe de una manera excepcional, la fuerza y las dificultades que conllevan respirar y personificar a un ser humano. Y a mi me da mucho gusto estar involucrada en esta historia de amor mágico entre hombres y espíritus mitológicos”, explica.

Dina Kunetsova nació en Moscú, estudió en el célebre Conservatorio Tchaikovsky de esa ciudad, pero su formación vocal la completó en Norteamérica (Santa Bárbara), y pese a su juventud, ya se ha presentado en los principales escenarios del mundo: en el Metropolitan Opera House de Nueva York, en el Royal Opera House de Londres, en el Berlin’s Staatsoper, en la Wiener Staatsoper, en la Munich’s Bayerische Staatsoper y en las óperas de San Francisco y de Chicago.

“Además del rol que abordaré en esta ocasión, otros papeles que me gusta encarnar son el de Desdemona, en la Otello de Verdi, y el de Madama Butterfly, de Giacomo Puccini”, comenta. Y sobre su experiencia chilena, analiza: “Todo lo que me he encontrado en Santiago, el teatro, su acústica y la escenografía -basada en sofisticadas proyecciones-, me ha gustado bastante. Pero bueno, una cosa muy distinta es estar dentro de la escenografía cantando, y otra cosa diferente es lo que aprecia el público desde el palco, las butacas y la galería. Hasta ahora, sin embargo, todo ha salido estupendamente, y la iluminación es de primer orden y de calidad”, cuenta.

UN RELATO DE HADAS LÚDICO Y MORTAL

Un extraordinario cuento de hadas encierra la historia de Rusalka: una ninfa de las aguas que decidida a conquistar a su amado príncipe, accede a convertirse en humana, y pierde su voz, de acuerdo a un trato que realiza con la bruja Ježibaba. Así comienza esta ópera, protagonizada por Dina Kuznetsova, por el bajo ruso Misha Schelomianski (que será Vodník, el espíritu de las aguas) y por el tenor eslovaco Peter Berger, quien las hará del afortunado príncipe.

Esta presentación constituirá un estreno tanto en Chile como en Sudamérica, y sus montajes son considerados un éxito mundial dentro del repertorio lírico actual: “Rusalka es reconocida como una obra popular, melódicamente atractiva, y que ha sido presentada recientemente en grandes escenarios: en la Ópera de París y de Chicago; y también en el Metropolitan Opera House de Nueva York”, describe para este magazine, el crítico y profesor de arte lírico, Enrique Subercaseaux Mac-Gill.

Por su parte, Konstantin Chudovsky, director titular de la Orquesta Filarmónica de Santiago, y quien dirigirá la batuta en la totalidad de las funciones, cataloga a esta pieza como “un cuento de hadas sin un final feliz”, en una régie que estará a cargo del argentino Marcelo Lombardero.

“La música de Antonín Dvořák refleja los contrastes entre el mundo sobrenatural de Rusalka y el de los humanos, y por ende la consiguiente imposibilidad de unirlos, aunque de por medio exista un gran amor, uno puro y sublime. De esa manera, toda la trama se expresa en melodías que representan fielmente a unos personajes sensibles y complejos, pero entendibles para todo el público, porque aquí, cada individuo del elenco es un tesoro”, complementa el académico y filósofo Miguel Luis García-Huidobro Amunátegui.

El checo Antonín Dvořák (1941 – 1904) es reconocido hasta hoy como uno de los grandes compositores del canon posromántico, ya por su obra sinfónica, y sus piezas concertísticas y de cámara. Así, “fue en un viaje a los Estados Unidos, a fines del siglo XIX, donde compuso la Sinfonía Nº9 del Nuevo Mundo (1893), que no solo está presente en múltiples temporadas, sino que es una de las creaciones más conocidas del artista. Además, es considerado el principal representante del nacionalismo checo y en Rusalka se reconoce su inspiración en diversos motivos folklóricos, al recrear las historias y leyendas populares, como parte de su corpus y gestación”, continúa García-Huidobro.

“Inspirada en diversas fuentes: Fouqué (Ondina), Hans Christian Andersen (“La Sirenita”), la leyenda francesa de “Melusina”, y otros relatos de la mitología eslava, Rusalka (1901) tiene el lirismo, el impresionismo estético y las influencias folclóricas que tanto caracterizaron al compositor posromántico, y asimismo algo del dramatismo wagneriano, como el precioso leitmotiv de violines y arpa que nace en la popular “Canción a la luna”, y que se repite con diferentes colores y significados a lo largo de esta ópera de hadas”, finaliza el especialista para Cultura+Ciudad.

Además de la gran calidad musical y escénica de este crédito, el vestuario sigue la misma línea de virtuosismo. La argentina Luciana Gutman es la encargada del diseño de los trajes para el coro y los protagonistas, los que se presentarán en un estilo art nouveau, donde los trajes, sus telas y colores, son capaces de matizar y diferenciar la dimensión de la fantasía con la terrenal de los seres humanos.

Por último, y respecto al estreno de la temporada lírica, Andrés Rodríguez Pérez, director general del Teatro Municipal de Santiago, declara: “Este inicio será grandioso, porque comenzaremos con un estreno en Chile y en Sudamérica: Rusalka, una obra que además contará con un elenco de lujo, liderado por Dina Kuznetsova, Natalia Kreslina (Princesa extranjera), Mischa Schelomianski (Vódnik, espíritu de las aguas), Peter Berger (Príncipe) y Elena Manistina (Ježibaba, bruja); con la dirección de Konstantin Chudovsky y la sorprendente puesta en escena de Marcelo Lombardero. A esta ópera se sumarán cinco títulos heterogéneos y emocionantes: Madama Butterfly, de Puccini, La carrera de un libertino, de Stravinsky (estreno en Chile), El turco en Italia, de Rossini, Los dos Foscari de Verdi y Cavalleria rusticana/Pagliacci de Mascagni/Leoncavallo; todos con la calidad artística que siempre nos ha caracterizado”, cierra el abogada que este año dejará la jefatura del recinto de calle Agustinas, en un cargo que ocupaba desde 1981.

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RUSALKA

Antonín Dvořák

Ópera en tres actos, con libreto de Jaroslav Kvapil

Elenco:

Rusalka, ninfa del agua: Dina Kuznetsova

Príncipe: Peter Berger

Princesa extranjera: Natalia Kreslina

Ježibaba, bruja: Elena Manistina

Vodník, espíritu de las aguas: Mischa Schelomianski

Aprendiz de cocina: Cecilia Pastawski

Guardabosques: Javier Weibel