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La Música en tiempos de Barbarie Seminario

La Música en tiempos de Barbarie

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La guerra, la controversia, la deshumanidad y la música forman parte de un interesante seminario que realiza el poeta Armando Roa. Cultura. Cultura+Ciudad asistió a la primera sesión.


En la primera sesión del seminario que dirige Armando Roa en el CIS (Comunidad Israelita de Santiago) sobre el impacto de la música en los tiempos de la barbarie, el poeta y ensayista narra cómo surge esta inquietud.

En la película Suite Francesa, la escena de la joven judía perseguida y escondida en su casa ya ocupada por un oficial nazi, oye una ejecución de una obra musical al piano: en esa máxima tensión la melodía surge como un factor que rompe la distancia. La música tiene ese poder. ¿Por qué?

Frente al mito de Orfeo, que tocaba la lira de nueve cuerdas y conmovía hasta las piedras, cuya novia Euridice muere,y que los dioses autorizan ir a buscarla al infierno con la condición de no mirarla en el largo y difícil camino de regreso hasta que el sol la bañe entera. Orfeo cree que ya llegaron pero aún quedaba sombra en el pie con lo que se desvanece.Todo el mito se construye gracias al poder de la música.

Junto al desarrollo de algunas aproximaciones filosóficas acerca del sentido de la música, pudimos oir obras estremecedoras como la Trenodia para las víctimas de Hiroshima de Penderecky, el final de la Novena Sinfonía de Mahler y un pasaje del Requiem de Guerra de Britten, escritas como un lenguaje para narrar al mundo lo que las palabras ya no pueden decir, lo indecible.

En la jornada del miércoles 6 se verá con profundidad la vida de uno de los más grandes directores del siglo XX, Wilhem Furthwangler y su relación con el nazismo, mientras que el día jueves 7, la mirada opuesta del compositor francés Olivier Messiaen, quien compuso en el campo de concentración la obra Cuarteto para el fin de los tiempos.

Furthwangler y Messiaen se ven enfrentados a situaciones límites, al horror de la guerra, a la muerte, a la desolación, al sinsentido, pero a través de la melodía, la interpretación musical y la vivencia del lenguaje universal -que implican las composiciones musicales- pudieron restituir aquella dimensión humana que parecía estar perdida, revelando así, en medio de la catástrofe, la profunda dimensión afectiva que nos vincula con los otros y que es capaz de trascender los escenarios más adversos.

Los interesados aún pueden inscribirse al mail: cultura@cis.cl

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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