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Alex Anwandter: “El neofascismo está ahora en el poder en Brasil y está la semilla en Chile” CULTURA

Alex Anwandter: “El neofascismo está ahora en el poder en Brasil y está la semilla en Chile”

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En su más reciente disco, llamado «Latinoamericana», el músico y cineasta incluye dos composiciones cantadas en portugués (de Milton Nascimento y Chico Buarque), que dan cuenta de su raíz brasileña. Esa cercanía es la que lo impulsa también a hablar del presente de Brasil, tras la elección de Jair Bolsonaro. «Esto es un retroceso. Hay una especie de cambio cultural a largo plazo, del que tenemos que preocuparnos quienes estamos en contra de eso y supongo que tenemos que empezar lo antes posible, porque no creo que mejore la situación», lamenta.


Hay personas que lo critican por llamarse loca o bien exagerar este concepto a lo largo de sus creaciones. Alex Anwandter (Santiago, 1983), en cambio, asegura «que todo se trata de proponer una imagen nueva».

El artista lanzó recientemente un nuevo videoclip -«Locura»-, que además es el primer single de su nuevo disco, «Latinoamericana».

La producción, que cuenta con once canciones, será presentada oficialmente en vivo el 18 de noviembre en Teatro Universidad de Concepción, y el 22 de noviembre en el Teatro Caupolicán. El artista también tiene programados conciertos en México.

«Más que decir que soy loca o soy mujer, son imágenes. Obviamente no estoy ni loco ni soy mujer, son imágenes poéticas que confrontan a quien piensa o lee eso como una traición a una masculinidad hegemónica. Está más dirigido a enfrentar eso y desmantelar eso que hablar de mí mismo, es una especie de performance más que hablar de mi vida íntima, a pesar de que tiene mucho que ver con mi vida íntima».

[cita tipo=»destaque»]Sobre ese discurso de Bolsonaro -abiertamente machista y homófobo-, Alex dice sentir que sus canciones tienen una especie de función para conectar a Chile con Brasil, “hacer esa conexión entre ideas que parecen estar desconectadas y volver a hilvanar esos hilos que parecen no existir. Son ideas de que estamos cada uno en su país de Latinoamérica con distintos problemas e idiosincrasias culturales, cuando realmente lo que nos hace similares es mucho más grande que lo que nos separa».[/cita]

Lejos del elitismo

A propósito del pop como un estilo alejado del elitismo y con componentes de accesibilidad esenciales para transmitir ideas, Alex señala que «el pop o la música bailable siempre han tenido como inherentemente un elemento colectivo que, solo por el hecho de bailarlo, ya es una actividad grupal».

«Por otro lado y hablando ahora de rock, comenta “que se ha ido cayendo o desmantelando una noción súper falaciosa de la música rock heterosexual y masculina como la portadora de la autenticidad y la profundidad».

«Después de décadas nos damos cuenta de que el rock eran más que nada hombres hablando de sus problemas y cualquier otro estilo puede ser portador de temáticas más profundas, que se conecten con lo triste que me siento o lo nublado que está el día».

Un pueblito al sur de EE.UU.

Si Los Prisioneros señalaban esta región como un «pueblito al sur de Estados Unidos», Anwandter también lo desliza en «Latinoamericana». Y sobre ser ese aliño folclórico para el primer mundo, dice que «no somos algo que tenga peso o que tenga una identidad súper desarrollada, porque históricamente no se nos ha permitido ese desarrollo».

«Justo el ejercicio de ponerle a un disco ‘Latinoamericana’ y que no fuera folclórico, era proponer esa idea que no solo somos eso y que podemos hacer esta música medio futurista”, agrega.

La música futurista que, comenta, se traduce en temas del disco que parecen setenteros. De hecho, afirma que quiso «hacer una música desde una época artística en Chile en donde prácticamente no hubo música. Es como haberme imaginado un posible desarrollo pop en esa época desde Latinoamérica con los ingredientes que a mí me gustaban».

Las decisiones que toma en el disco para hacer sentir este desarrollo musical, según el cantante, es que la ecuación se parece a cuando una “termina admirando bandas súper famosas del primer mundo y decimos ‘oh, que son secos’, y no es que fueran secos, nosotros estábamos en una dictadura, también somos talentosos. Richard Nixon apretó un botón en la Casa Blanca  y decidió que nosotros no podíamos autogobernarnos y estuvimos atrapados en eso 17 años y ese es el tipo de camino o decisiones que toma el disco».

Angustia constante

A ratos, en «Latinoamericana» se desprende una angustia constante. Sobre todo cuando se habla desde los «bufones» que gobiernan y el cómo una masa importante de personas los votan.

Anwandter confirma que «es una angustia que se retroalimenta en el sentido que yo escribí esa canción con dos presidentes bufones en mente y cuando salió el disco había cuatro. Lo que me pasa es que siento que se validan mis preocupaciones, pero no por eso me siento mejor. Al contrario, siento que la amenaza sigue creciendo. No sé si eso es algo bueno o malo», explica.

«Es bueno pa’l disco, es malo pa’l mundo», ironiza.

Bolsonaro y la influencia brasileña

Las canciones en portugués del disco dejan ver las raíces brasileñas de Alex, que además de hacer covers a dos grandes de la música popular brasileña -«Um Girassol da Cor de Seu Cabelo» (de Milton Nascimento y Lo Borges) y «Olha María» (de Chico Buarque)- dan la posibilidad de conversar sobre el discurso del recién electo presidente de Brasil, Jair Bolsonaro.

El músico es tajante y dice que no existía una solución: “Lo veo como algo súper aterrador el nivel de violencia del discurso y la práctica de Bolsonaro es una cosa que no habíamos visto. Por lo menos en nuestras vidas. Obviamente en la dictadura sí, pero cuando teníamos más años y estábamos en democracia, no se veía».

«Esto es un retroceso. Hay una especie de cambio cultural a largo plazo del que tenemos que preocuparnos quienes estamos en contra de eso y supongo que tenemos que empezar lo antes posible, porque no creo que mejore la situación», lamenta.

Kast y los satánicos

«El neofascismo está ahora en el poder en Brasil y está la semilla en Chile y me gusta volver a conectarnos aunque sea artísticamente, para que nos demos cuenta de que nos estamos aislados en nuestras luchas. Por lo general es lo mismo y nosotros somos la mayoría, no esta gente que llega al poder», asegura.

Sobre ese discurso de Bolsonaro -abiertamente machista y homófobo- Alex dice sentir que sus canciones tienen una especie de función para conectar a Chile con Brasil, “hacer esa conexión entre ideas que parecen estar desconectadas y volver a hilvanar esos hilos que parecen no existir. Son ideas de que estamos cada uno en su país de Latinoamérica con distintos problemas e idiosincrasias culturales, cuando realmente lo que nos hace similares es mucho más grande que lo que nos separa».

«Suena incluso naif si lo pongo en esos términos, pero creo que lo de Bolsonaro sirve como un gran ejemplo para materializarlo. Nosotros muy potencialmente podemos tener una figura así en poco tiempo. Y ya tenemos a los Kast o Van Rysselberghe, que son bien satánicos, no son tan extremos como Bolsonaro y por eso no han tenido popularidad, pero hay que atender esas señales porque alguien más satánico puede aparecer y él puede ser nuestro Bolsonaro».

Sobre el lanzamiento de «Latinoamericana», un disco reflexivo, bailable y sobre todo oscuro, acerca del «estado de las cosas en el mundo y el cómo a veces nos podemos sentir locas sin saber qué hacer», Alex asegura que «nunca había tenido sorpresas tan bacanes para un show, si no van, llorarán cuando sepan lo que se van a perder».

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