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La cultura no renta, los malls sí: arzobispado de La Serena da portazo final al Teatro Centenario para habilitar locales comerciales CULTURA

La cultura no renta, los malls sí: arzobispado de La Serena da portazo final al Teatro Centenario para habilitar locales comerciales

Emilia Aparicio
Por : Emilia Aparicio Periodista El Mostrador
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La sala funcionaba como cine y era la sede de distintos festivales cinematográficos y musicales. Así funcionó durante 10 años, hasta que el nuevo arzobispo, René Rebolledo, quiso darle un giro a su gestión. Nada de subvencionar la cultura, al espacio había que rentabilizarlo ofertándolo al mejor postor. Así fue como el clásico escenario del Teatro Centenario fue desmantelado, para dar lugar a espacios comerciales, tipo mall chino. Hasta el Seremi de Cultura intentó convencer al arzobispo, ofrecieron costear las reparaciones avaluadas en más de mil millones de pesos, para conservar el lugar para la cultura, pero la autoridad eclesiástica quería más. En 2019 presentaron desde la Seremi una propuesta de compra del teatro y el arzobispado solicitó un monto millonario, inalcanzable. «Ahí reconocieron (el arzobispado) que lo que en realidad buscaban era tener una rentabilidad del espacio, más que cederlo”.


El 6 de octubre de 2018 el Teatro Centenario de La Serena abrió por última vez sus puertas al público con el Festival Chile Jazz. Así, el teatro finalizaba un contrato de diez años con el arzobispado de La Serena, los dueños del inmueble.

Aunque diversos del mundo de la cultura agotaron sus esfuerzos para que el contrato se mantuviera en los términos del precio original, finalmente el arzobispado no cedió. Y la razón es muy simple, la actividad cultural no da plata, por lo que la institución eclesiástica optó por ofertarlo al mejor postor: locales comerciales. Para ello, firmó un contrato de arriendo por 20 años con la empresa de Inversiones Alta Cruz Limitada. Actualmente se han registrado reparaciones tanto al interior como en la fachada del teatro, la que actualmente ya no tiene el nombre del mismo y se cambió el color cobre original.

Rodrigo Cuturrufo, el exdirector del teatro, explicó que con la llegada de René Rebolledo en 2014 al arzobispado, la administración insistió en un incrementó del precio del arriendo y se vio en la imposibilidad de pagar lo que le pedían.

“Cuando firmé el contrato en 2008 con el arzobispo Manuel Donoso, nos hicimos muy amigos y había un relajo. El administrador y el obispo querían que funcionara el teatro como lugar de arte, entonces, ellos estaban felices. Después llegó René Rebolledo y cambió el administrador y todo cambió de un día para otro. Era fregarme todos los días por querer subirme el arriendo e intentar sacarme mucho antes y que, si no estaba de acuerdo, me tenía que ir en un mes”, explicó Cuturrufo.

 

En 2018 el contrato de arriendo del teatro, que funcionaba principalmente como sala de cine y espacio de festivales musicales y cinematográficos, no fue negociado. Además manifestó que recibió algunas quejas por parte del arzobispado, al exhibir ciertas películas que criticaban a la Iglesia católica.

“Estaba muy alto el arriendo y ya habían estado cosquillosos conmigo porque había dado El Bosque de Karadima y no querían que diera esa película”, expresó el exdirector del Teatro Centenario.

El antiguo teatro se encuentra en el casco histórico de La Serena, ubicado en esquina Los Carrera, en la vereda sur de la Plaza de Armas de la ciudad. Fue inaugurado en 1945 y diseñado por el arquitecto Andrés Murillo. Funcionó como sala de exhibición hasta 1996, donde sirvió como espacio para distintos eventos. Y en 2008, el gestor cultural Rodrigo Cuturrufo arrendó el espacio para transformarlo en uno multiuso, con una sala de cine y un café.

Allí albergó el Festival de Títeres de La Serena, fue sede regional del festival Miradoc y exhibió distintos estrenos del cine nacional, además de presentaciones de destacados artistas nacionales, como Cristián Cuturrufo y Ángel Parra Trío.

La administración del arzobispado

La gestión del teatro es realizada por la Administración de Bienes del Arzobispado, desde donde, al ser consultados por El Mostrador respecto a la futura reapertura del inmueble, expresaron que “según el Contrato de Arriendo y las respectivas cláusulas puede ser para oficinas en general, reparticiones de Estado –si fuere el caso–, locales comerciales u otros similares”.

Además confirmaron que se firmó un contrato de arriendo válido desde el 2 de marzo de 2020 con la empresa Inversiones Alta Cruz Limitada por 20 años, luego de realizar dos licitaciones públicas durante el 2019.

En relación con la voluntad de reabrir el teatro como un espacio cultural, desde la Administración de Bienes del Arzobispado respondieron que “tremendamente difícil sostener los gastos que ello implicaba”.

Igualmente agregaron, “respecto de volver a que sea un espacio ‘cultural’, si hay instituciones que se interesen por el particular y que estén dispuestas a financiar los requerimientos: pago de contribuciones, mantención del edificio, servicios básicos, obviamente que se puede pensar en darle esa finalidad”.

Trabajos al interior del Teatro Centenario

En abril de 2020 se filtraron, a través de redes sociales, imágenes y un video del teatro por dentro, donde se evidenciaba que al interior del recinto ya no estaban ni la boletería ni el piso de madera.

Al circular estas imágenes por las redes sociales, distintas personas y organizaciones mostraron indignación respecto al uso que se le estaba dando al teatro.

Las imágenes fueron tomadas por Yeruska Cuturrufo, hija de Rodrigo Cuturrufo, quien entró al inmueble mientras realizaban trabajos al interior. Según Cuturrufo, en las fotos se observa que se retiró el piso de madera, las butacas y la boletería, la cual estaba adherida a la pared.

Ante la filtración de estás fotografías, la filial del sindicato de actores, Sidarte, de la Región de Coquimbo, comenzó distintas manifestaciones tanto frente al lugar como a través de redes sociales.

El presidente de Sidarte, Marcelo Saavedra, expresó que “empezamos a convocar por temas de pandemia por Zoom y streaming a la gente, pero nunca con la cantidad de personas, y se hicieron intervenciones comunitarias como maping e intervenciones escénicas”.

Asimismo, Héctor Álvarez, secretario de Sidarte, manifestó que “es vergonzoso que La Serena, llamándose la capital cultural de la región, no tenga un plan de gestión destinado a proteger el patrimonio cultural de su comuna. Es vergonzoso que autoridades electas tengan un nivel tan alto de incompetencias en el ámbito cultural, tan alejados de la realidad, de las demandas del sector artístico. Parecen autoridades anquilosadas en visiones añejas, anticuadas de lo que significa el actual desarrollo cultural integral”.

 

Las gestiones del Seremi

Para poder habilitar el inmueble es necesario hacer una remodelación. Según explican Cuturrufo y Francisco Varas, el Seremi de las Culturas, las Artes y el Patrimonio de Coquimbo, hay que realizar una remodelación de los baños, de algunos pilares, goteras y el techo del espacio.

El Seremi Varas expresó que dialogó en tres ocasiones con el arzobispado de La Serena para que el Teatro Centenario vuelva a ser un espacio cultural. De acuerdo al levantamiento realizado por el equipo de arquitectos de la Seremi, las reparaciones necesitarían una inversión de cerca de mil millones de pesos.

“Me junté con el arzobispo para ver qué podíamos hacer con el uso del Teatro Centenario. Esa vez lo que le habíamos ofrecido al arzobispado era un comodato en el que nosotros nos hacíamos cargo del espacio, lo administrábamos en una cantidad de 20 a 25 años para poder hacer las reparaciones y poder habilitar un espacio cultural, para poder generar una difusión de las practicas culturales que hay presentes en La Serena y en la región”, detalló el Seremi.

Añadió además: “Habíamos hecho un levantamiento de alrededor de mil millones de pesos que teníamos nosotros que invertir como ministerio para poder restaurar la techumbre, los baños y hacer una habilitación del espacio, y querían que les pagáramos todo eso más un arriendo que era bastante caro y nosotros no podríamos acceder a eso, el tiempo que nos estaban ofreciendo no era la idea original y ahí fue cuando ellos reconocieron que lo que ellos buscaban era tener una rentabilidad del espacio, más que cederlo”.

En 2019 presentaron desde la Seremi una propuesta de compra del Teatro Centenario y el arzobispado solicitó un montó millonario.

«Nosotros le dijimos que el precio era muy alto porque el avalúo fiscal del Teatro Centenario  tiene un precio de 900 millones de pesos y lo estaban vendiendo en 4 mil quinientos millones y dijimos que era demasiado», sentenció.

Revisa el video de los trabajos que se estaban realizando en abril de 2020 en el Teatro Centenario a continuación.

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