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Tania Bruguera: “¿Hasta cuándo un sector de la izquierda va a ignorar el dolor del pueblo cubano?” CULTURA

Tania Bruguera: “¿Hasta cuándo un sector de la izquierda va a ignorar el dolor del pueblo cubano?”

Marco Fajardo
Por : Marco Fajardo Periodista de ciencia, cultura y medio ambiente de El Mostrador
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La artista cubana inauguró finalmente su exposición en el Museo de la Solidaridad Salvador Allende. Advirtió sobre la creación de “modelos con tendencias autocráticas y totalitarias”.


Y finalmente llegó. El pasado 8 de octubre se abrió al público en el Museo de la Solidaridad Salvador Allende (MSSA) la muestra de la artista cubana Tania Bruguera, que causó polémica por el rechazo que surgió desde sectores del mundo cultural y político.

La exposición “Magnitud 11.9”, curada por Joselyne Contreras Cerda y en colaboración con el equipo del MSSA, profundiza en uno de los mayores desafíos del presente: la democracia y su fragilidad.

Bruguera (La Habana, 1968) se ha especializado en el arte político. Así es como llegó al concepto de Arte en Sincronía con el Tiempo Político (Political Timing Specific), una línea de investigación que comenzó a explorar desde el año 2008 y que ha cruzado de manera transversal sus propuestas artísticas, en las que profundiza y cuestiona la relación entre el poder y los controles sociales.

Sobre este eje se despliega la presente exposición.

El origen

-¿Cómo se gestó su muestra en el MSSA?
-En 2018, para mi proyecto de la Tate Modern se creó un grupo llamado TATE Neighbours (Los vecinos de la TATE), donde estaba Joselyne Contreras Cerda, quien me propuso hacer algo en Chile. Pensamos en una retrospectiva con mis obras de prácticas sociales. Hace 3 años me propusieron hacer la exposición en el MSSA y comenzamos a adaptar esa idea al espacio. Entretanto, fui invitada a ser parte del proyecto de la Fundación Mellon con UPenn “Dispossessions in the Americas”, a quienes les comenté del proyecto que ya tenía en Chile y la exposición se incorporó como parte de mi contribución. Mientras estábamos debatiendo cuáles obras hacer y cómo exhibirlas, se nos informó desde el museo que la exposición sería en el marco de la conmemoración de los 50 años del golpe. Esto situaba lo que hiciéramos dentro de lo que llamo Arte para un Tiempo Político Específico. Ahí repensamos el proyecto, que para este contexto es de una gran responsabilidad política.

Inmediatamente concentré mi investigación sobre la dictadura y el golpe civil-militar de 1973. Estaba al tanto de las atrocidades cometidas durante la dictadura: las violaciones a los derechos humanos, la coordinación de los mandos militares con la CIA, las torturas, los detenidos desaparecidos, los asesinatos, el exilio y el asesinato de Orlando Letelier, entre otros. Ahí empecé a hacerme otras preguntas: ¿qué significa que una artista no chilena hable sobre este momento?, ¿qué puede unirme a una experiencia tan lejana en el tiempo?, ¿qué pone en peligro una democracia?, ¿cómo lograr el NUNCA MÁS?

Las razones

-En 2015 hubo una acción a su nombre en Matucana 100. ¿Por qué ahora quiso exponer en Chile?
-Lo de M100 no fue una exposición, fue un acto en solidaridad por mi detención en Cuba en el 2015. Como comprenderás, no vine. Magnitud 11.9 es mi primer proyecto pensado para Chile con obra inédita –aunque incluye INSTAR– y la residencia de investigación fue mi primera visita. Hay varias razones por las que quise venir. Desde lo artístico, porque soy admiradora de muchos artistas chilenos. Desde lo vivencial, que pasa por lo político, ver qué sucede después de un tiempo con una democracia recuperada. Exponer es mi manera de abrir una conversación pública, es como me comunico y aprendo.

Pertenezco a una generación cubana muy específica. Mientras crecíamos, Chile fue una referencia. Se le puso el nombre de Salvador Allende a escuelas y a una avenida, hablábamos de él como un héroe. En los eventos políticos y conciertos, Silvio Rodríguez y Pablo Milanés siempre cantaban “Santiago de Chile” o “Yo pisaré las calles nuevamente”, mientras nosotros también oíamos Pink Floyd y Led Zeppelin a escondidas, porque estaban prohibidos. En la escuela de arte era compañera de una chilena exiliada, quien nos contó su historia personal.

Seguí con mucha atención la detención de Pinochet en Londres encabezada por el juez Baltazar Garzón. Después, siendo profesora de la Universidad de Chicago, supe de los Chicago Boys. Cuando escuché al Presidente (Gabriel) Boric decir que “en Cuba hay presos por pensar distinto y eso es inaceptable”, siendo yo una activista luchando por la liberación de mis compañeros artistas y activistas presos por pedir libertad, sentí esperanza. Cuando ocurrió el estallido del 2019 lo seguí atentamente. Como te darás cuenta, Chile ha sido una presencia recurrente.

Lo que sí se ha evidenciado con mi visita, es que la influencia y tensión que provoca el gobierno cubano en algunos sectores políticos de Chile sigue gozando de una excelente salud.

Actividades en Santiago

-¿Qué actividades realizará en Santiago?
-Estoy en Santiago trabajando en el montaje de la exposición con el equipo del MSSA, que es muy profesional. Como imparto clases tengo que regresar pronto, pero habrá un programa público en el museo para conversar y discutir los temas abordados en la muestra, al que espero asistan todos los quieran conversar, incluidos aquellos que no compartan mis opiniones, así es la democracia. Lo hago desde el arte porque es un espacio seguro, donde se pueden decir las cosas más difíciles.

-Su muestra se enmarca dentro de la conmemoración de los 50 años del golpe de Estado, ¿cómo se vincula con este hecho?
-El golpe de Estado y las violaciones a los derechos humanos en Chile son un caso de estudio y un referente obligado cuando se habla en el mundo de estos temas. He estado siguiendo con mucha atención el trabajo que han hecho los periodistas de Ciper por los 50 años, que me parece no solo loable sino extraordinariamente necesario. Las dictaduras son expertas en ocultar sus delitos y en no rendir cuentas.

-Durante su visita a Chile, de mediados de año, se reunió con una amplia gama de personalidades, ¿cuál fue el objetivo de esos encuentros?
-Esa visita fue para profundizar en la investigación, conocer a la mayor cantidad de personas y visitar lugares de memoria. Tuvimos encuentros con académicos, artistas, familiares de víctimas, vecinos, historiadores, trabajadores del museo, activistas, entre otros. Me interesó conocer también a personas que fueran parte de diferentes círculos de pensamiento, distintas clases sociales y que tuvieran diversas historias, cercanías y distancias con el golpe. Quería tener una visión amplia antes de encontrar el foco de mi investigación. Mi objetivo era escuchar.

Rechazo

-Hay un sector de la izquierda que rechaza su presentación en el MSSA, ¿qué puede decir al respecto? ¿Por qué cree que hay tanto rechazo, en particular en algunos miembros de la familia Allende?
-Creo importante enfatizar mi respeto más profundo por las víctimas y sus familiares, y por su dolor, aunque algunos rechacen mi presencia en el museo. Es por eso que nunca forzaría una colaboración con las víctimas ni sus familiares y no emplazaré al nieto de Allende, que es quien ha manifestado su rechazo públicamente. De hecho, a él se le invitó a la inauguración. Por mi parte, estoy con total disposición para hablar con él cuando quiera.

Ahora, que un político como (el alcalde Daniel) Jadue, con tanta experiencia y visibilidad, me acuse de “ser agente norteamericana disfrazada de artista”, me parece de una irresponsabilidad política mayor. Es por eso que le escribí a su correo institucional y le mandé un mensaje privado por Facebook, para preguntarle de dónde ha sacado esta falsa información y pedirle que se retracte públicamente. Esto no es un jueguito de niños, es una acusación que en Cuba es sentenciada con la pena de muerte. Su trayectoria y posición política avalarían, ante los ojos de la justicia cubana, la credibilidad de tal falsedad, que también es difundida por el gobierno de Cuba.

Habiendo conocido a más de 60 personas durante mi visita anterior, me llama la atención que todo el foco gira obsesivamente en dos encuentros. ¿El resto de las personas y experiencias compartidas no cuentan? ¿Conversar con alguien es estar de acuerdo en todo lo que se ha escuchado? ¿Reunirse con alguien a escuchar su historia es militar con ellos? ¿Escuchar una parte de la historia es obviar la otra? ¿Se debe solo entrevistar, para una investigación, a los que piensan igual que uno? Yo estaba en un proceso de búsqueda de información, era necesaria una escucha atenta.

Me entristece el reduccionismo que han hecho de mi persona y de mi historia, sin siquiera preguntarme antes. Cuando estas manipulaciones comenzaron no pude dejar de pensar en los montajes que me hacen en los medios cubanos y me sorprendió la rapidez no habitual con la que el periódico oficial de Cuba difundió la noticia.

Castro y Pinochet

-¿Cree que se pueden comparar los regímenes de Augusto Pinochet y Fidel Castro? Por otro lado, ¿se puede comparar el estallido social de julio de 2021 en Cuba con el ocurrido en octubre de 2019 en Chile?
-Una respuesta a tu primera pregunta es simple: no. No es lo mismo una sociedad construida a partir de una Revolución que a partir de un golpe de Estado, una se instaura con esperanza y, la otra, se instaura y mantiene con terror.

Ahora, no se puede aceptar en ningún lugar las violaciones a los derechos humanos. No se puede apoyar, justificar ni perdonar la dictadura de Pinochet, como tampoco aceptar la dictadura que se vive hoy en Cuba. Reconocer lo que es Cuba hoy ha sido un proceso difícil para mí, porque no existe ya más una Revolución ni una esperanza para el pueblo cubano. Los que están en el poder en Cuba hoy han traicionado los principios de la Revolución por los que todos trabajamos y en los que creímos.

Sobre la segunda parte de tu pregunta, tampoco se puede comparar. En Cuba el estallido ocurre en un régimen dictatorial y en Chile en una democracia, pero en ambas se ejerció violencia de Estado, se violaron los derechos humanos y hubo consecuencias que todavía se están sufriendo.

Haber estado en Chile me ha hecho pensar mucho sobre el dolor. ¿A quién pertenece? ¿Son diferentes esos dolores? ¿Hasta cuándo un sector de la izquierda va a seguir ignorando el dolor del pueblo cubano, y validando y justificando la dictadura que existe en Cuba?

-A su juicio, ¿cuáles son las mayores amenazas a la democracia?
-En la actualidad creo que el populismo, la desinformación, la carencia de educación cívica, la intolerancia política, la restricción de derechos ciudadanos y de libre expresión, la falta de ética y la corrupción en la clase política están fragilizando internacionalmente la democracia y creando modelos con tendencias autocráticas y totalitarias.

-Usted se considera de izquierda, ¿qué identifica hoy a la izquierda, a su juicio?
-Me parece que tu pregunta tiene un problema, no existe solamente una izquierda. Algunas de las cosas que identifican a la izquierda es la lucha por la justicia social, la equidad, el respeto a la diversidad, la solidaridad, la tolerancia a pensar distinto, y los derechos de la naturaleza. Lo que divide hoy a las izquierdas es que ciertos grupos no admiten que existen dictaduras de derecha y de izquierda. Por eso, como artista de izquierda, me interesa crear espacios para activar y ejercitar pensamiento crítico.

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