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Concluye con éxito la visita a China de la Alta Comisionada de la ONU, Michelle Bachelet Opinión

Concluye con éxito la visita a China de la Alta Comisionada de la ONU, Michelle Bachelet

Niu Qingbao
Por : Niu Qingbao Embajador de China en Chile
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China continuará inquebrantablemente siguiendo el camino del desarrollo de los derechos humanos que se adapte a sus propias condiciones nacionales, y promoverá los valores comunes de la humanidad de paz, desarrollo, equidad, justicia, democracia y libertad. Sobre la base de la igualdad y el respeto mutuo, China, junto con todas las partes, incluida la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH), llevará a cabo activamente intercambios y cooperación internacional en materia de derechos humanos, participará profundamente en la gobernanza mundial de los derechos humanos, promoverá conjuntamente el desarrollo global sano de los derechos humanos y la construcción de la comunidad de destino compartido para la humanidad.


Por invitación del Gobierno Chino, la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, realizó hace poco tiempo una exitosa visita a China. Sin embargo, recientemente, medios de comunicación chilenos han reproducido repetidamente notas y acusaciones hechas por medios occidentales y las llamadas «organizaciones internacionales de derechos humanos» sobre la visita, pero estas no se basan en hechos reales.

En primer lugar, esta visita ha sido de gran significado y fue fructífera. Ha sido la primera visita de Bachelet a China como Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, y también, la primera vez que China recibe a un Alto Comisionado para los Derechos Humanos para visitar el país en los últimos 17 años, lo que tiene un significado simbólico para ambos. Durante la visita, Bachelet se reunió y conversó con el presidente Xi Jinping, con el consejero de Estado y ministro de Relaciones Exteriores, Wang Yi, y con las autoridades de los departamentos de Justicia, Asuntos Exteriores, Asuntos Étnicos, Seguridad Pública, entre otros, y visitó Guangzhou y Xinjiang. En Guangzhou, Bachelet visitó la nueva área rural, la residencia geriátrica y el centro de rehabilitación para discapacitados, por mencionar algunos, y pronunció un discurso en la Universidad de Guangzhou. En Xinjiang, Bachelet visitó Urumqi y Kashgar, escuchó la presentación de la parte china sobre las medidas y los logros de China en la lucha contra el terrorismo, la desradicalización y el desarrollo económico social, se reunió cara a cara con personas religiosas y de todos los sectores de la sociedad civil, y visitó in situ un complejo penitenciario local.

A través de esta visita, la Alta Comisionada Bachelet obtuvo un profundo entendimiento y reconocimiento del camino de China del desarrollo de los derechos humanos, y experimentó en persona cómo es la realidad de Xinjiang, donde hay seguridad social y estabilidad, un desarrollo sano y sostenido, y se prioriza el bienestar del pueblo, y alcanzó un importante consenso con China sobre la profundización de la cooperación en derechos humanos. Como señaló la propia Alta Comisionada Bachelet, durante su estancia en China sostuvo reuniones amplias y sin supervisión, y pudo ver a todos de acuerdo con su voluntad sin ninguna restricción. En particular, debe señalarse que la visita de la Alta Comisionada a China no era una «investigación» basada en la presunción de culpabilidad que pregonan algunos países occidentales y ONGs, sino una instancia que ha fortalecido el entendimiento y la cooperación, y aclaró la desinformación.

En segundo lugar, algunos países occidentales y ONGs difunden maliciosamente rumores sobre Xinjiang, con la intención de perturbar a Xinjiang y derrocar a China. Los funcionarios del Gobierno de Estados Unidos acuden de modo sistemático y descarado a inventar mentiras sobre el llamado «trabajo forzado» y «genocidio», cuyo objetivo es concretar los propósitos de desvincular la economía de Xinjiang de la comunidad internacional, provocar conflictos étnicos locales, hacer que Xinjiang se empobrezca, se vuelva turbulenta e incluso dividida, y sumerja a China en un atolladero. Después de la exitosa visita de Bachelet a China, hicieron la vista gorda a los resultados de la misma y oídos sordos a las declaraciones de la Alta Comisionada para continuar difamando y atacando a China con esos mentiras y rumores ya desmentidos en innumerables ocasiones. Desde el principio, ellos fueron los que exigieron fuertemente que la Alta Comisionada visitara China, y también fueron los que establecieron varias condiciones para la visita, y ahora, son ellos los que atacan y difaman la visita.

Obviamente, no les importan en absoluto las condiciones de los derechos humanos, sino que lo que realmente quieren es utilizar los derechos humanos como pretexto para realizar el complot político de «perturbar Xinjiang y derrocar a China». William Schabas, profesor de la Universidad de Middlesex del Reino Unido, en una entrevista con La Tercera, estimó que la visita a China fue una contribución importante y que China planteó una serie de preocupaciones graves en materia de los derechos humanos que la Alta Comisionada no debía ignorar, y que la condición de los uigures ha sido exagerada por quienes tenían agendas políticas.

En tercer lugar, los asuntos relacionados con Xinjiang no son en absoluto asuntos de derechos humanos, sino cuestiones de salvaguardia de la soberanía nacional, la seguridad y la integridad territorial. Todos los grupos étnicos de Xinjiang son miembros de la gran familia de la Nación China. Desde 1990 hasta 2016, Xinjiang estuvo infiltrada por fuerzas terroristas e ideologías extremistas. Los terroristas llevaron a cabo miles de ataques dentro y fuera de Xinjiang, lo que provocó la muerte de un gran número de personas inocentes. El Gobierno Chino toma medidas contra las actividades violentas y terroristas de acuerdo con la Ley, salvaguarda la seguridad de la vida, defiende el derecho de propiedad y garantiza los derechos humanos de todos los grupos étnicos en Xinjiang. Gracias a los esfuerzos incansables, no ha habido incidentes terroristas violentos en Xinjiang durante más de cinco años consecutivos. La sociedad es segura y estable, el desarrollo continúa mejorando y la gente vive y trabaja en Xinjiang con paz y bienestar. Todos los extranjeros que han visitado Xinjiang consideran que lo que han visto y oído es completamente diferente de las noticias satanizadas de los medios occidentales. Doy la bienvenida e invito a los amigos periodistas chilenos a visitar Xinjiang y experimentar un Xinjiang real.

No existe la mejor protección de los derechos humanos, hay que seguir mejorando. China continuará inquebrantablemente siguiendo el camino del desarrollo de los derechos humanos que se adapte a sus propias condiciones nacionales, y promoverá los valores comunes de la humanidad de paz, desarrollo, equidad, justicia, democracia y libertad. Sobre la base de la igualdad y el respeto mutuo, China, junto con todas las partes, incluida la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH), llevará a cabo activamente intercambios y cooperación internacional en materia de derechos humanos, participará profundamente en la gobernanza mundial de los derechos humanos, promoverá conjuntamente el desarrollo global sano de los derechos humanos y la construcción de la comunidad de destino compartido para la humanidad.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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