Opinión
No queda duda de que la educación es el camino para llegar a los jóvenes, serán los futuros líderes que tendrán a su cargo la toma de decisiones para mejorar nuestra relación con el planeta. Sabemos que es posible cambiar y, para ello, debemos unirnos todos en este gran desafío de proteger nuestra casa común.
Hemos continuado desarrollando el gran ciclo de conversatorios organizados conjuntamente desde hace años por la Facultad de Educación UC y la Escuela de Estudios Superiores en Ciencias Sociales de París, cuya base es el proyecto internacional Pacto Mundial de Jóvenes por el Clima. En estas actividades la presencia y participación de los estudiantes secundarios es vital. Así, a principios de este año se llevó a cabo una experiencia de conversatorios denominados Talleres Verdes en Puerto Natales, una instancia que fue de mucho aprendizaje para los jóvenes, quienes en un diálogo con investigadores pudieron ir descubriendo una forma más amigable de relacionarse con el planeta, nuestra casa común. Este tipo de conversatorios cuentan con una metodología que se sustenta en el pensamiento del destacado filósofo francés Edgar Morin, en que los contenidos se van definiendo según los problemas a enfrentar, bajo la guía de investigadores que ponen en contexto la situación.
En la Universidad Católica, estas actividades son de mucha relevancia, pues lo que buscamos es hacer conciencia de la necesidad de comprometernos con nuestro entorno, y en este sentido, la comunicación fluida con los jóvenes es vital. El cambio climático es un problema complejo de abordar; sin embargo, en la medida que los jóvenes aprendan a relacionarse de manera diferente con los elementos que conforman nuestra casa común, podremos hacer un cambio. Así, desde el año 2015 estamos comprometidos con este proyecto de generar conocimientos interdisciplinarios desde todos los saberes. Es así como acompañamos este proceso no solo desde la Facultad de Educación, sino que también desde la Facultad de Ciencias Biológicas, el Centro de Cambio Global y Instituto de Sustentabilidad UC.
Progresivamente, se han ido incorporando otras universidades a este proyecto, y a partir del último conversatorio realizado en abril de este año, se esbozó ya la idea de consolidar un trabajo de colaboración con otras instituciones, el Congreso Futuro, el Ministerio de Educación, de Ciencias y el Ministerio del Medio Ambiente. Es necesario destacar el impacto pedagógico y ciudadano de este proyecto, ya que los jóvenes trabajan habitualmente en un entorno intergeneracional y, a partir de la ciencia y de una pedagogía vivencial, van conociendo y comprendiendo los efectos del cambio climático y, de esta manera, cómo poder enfrentarlo.
No queda duda de que la educación es el camino para llegar a los jóvenes, serán los futuros líderes que tendrán a su cargo la toma de decisiones para mejorar nuestra relación con el planeta. Sabemos que es posible cambiar y, para ello, debemos unirnos todos en este gran desafío de proteger nuestra casa común. Por lo descrito, la experiencia acumulada de este proyecto nos lleva a pensar ahora en un nuevo programa nacional de educación que nos permita buscar soluciones integrales a lo que se ha denominado una crisis socioambiental, y para la cual se requiere de una aproximación integral desde donde podamos cuidar la naturaleza, combatir la pobreza y devolver la dignidad a los excluidos de nuestra sociedad.
En este nuevo Pacto Global por el Clima, es muy importante felicitar el compromiso de los estudiantes, quienes con gran dedicación han desarrollado esta iniciativa que ha permitido llegar a los distintos lugares de nuestro país para incorporar a los jóvenes en un trabajo comprometido con el mejoramiento de nuestra casa común. El futuro de Chile así lo requiere.
