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El timonel del organismo, Iván Aróstica, respondió a los cuestionamientos esgrimidos por sectores de la oposición. «Nosotros no dependemos del Congreso, no evaluamos el mérito político», señaló tras participar de un almuerzo con el Mandatario Sebastián Piñera.
Desde el Congreso se ha cuestionado las prerrogativas del Tribunal Constitucional, señalando que en la práctica funciona como una “tercera cámara” donde se termina revirtiendo lo aprobado en ambas cámaras del Legislativo.
Así ha ocurrido en temas polémicos, con resoluciones a favor de los requerimientos de Chile Vamos, como la validación de la objeción de conciencia institucional para dificultar el aborto en 3 Causales, o la inconstitucionalidad del artículo que prohíbe la presencia de controladores con fines de lucro en instituciones de educación superior o la anulación del requisito de arrepentimiento para quienes quieran optar a la libertad condicional y hayan sido condenados por delitos de lesa humanidad.
Frente a esto, tras reunirse junto a los ministros del TC con el Presidente Sebastián Piñera, el timonel del organismo, Iván Aróstica, descartó la idea de que el organismo actúe como una tercera cámara y señaló que la frase «es un decir, un eslogan muy viejo, podrían innovar siquiera (…) se instala, porque es fácil, es un cliché muy atractivo».
El abogado aclaró a la prensa que «no dependemos del Congreso» y que en su rol no evalúan «el mérito político» de los proyectos de ley, sino que si la iniciativa se ajusta a no a la Constitución.
«El hecho que el Tribunal Constitucional cumpla el rol de revisar un proyecto de ley, no lo transforma ni en tercera ni en cuarta (cámara), sigue siendo el TC. A veces podemos apoyar la mayoría, a veces no, los votos es un dato, tiene que tener los votos necesarios para convertirse en ley, nosotros vemos el contenido de la ley, si se aviene o no con la Constitución, suponemos que cuenta con los votos», señaló Aróstica.
«Nosotros no somos una tercera cámara, porque no dependemos del Congreso, no vemos el mérito político. De hecho, lo que quieren algunos es que veamos el mérito político, que ‘esta ley es muy buena’, si nosotros hiciéramos caso a eso, mire ‘la ley es muy buena, porque tiene tales beneficios’, ya seríamos tercera cámara», sostuvo el magistrado.
Sin embargo, además de salir al paso de las críticas, Aróstica también reconoció que aunque «nosotros estamos conscientes que a veces hay leyes muy atractivas, pero nuestro rol lamentablemente es ver si se ajusta o no a la Constitución, seguramente nos equivocamos, ya hay opiniones de toda la ciudadanía, la corrección del fallo. Si soy tercera cámara, ya entro en un debate de ver si está bien, está mal, ya entramos en política, y aquí no vamos a entrar política nosotros».
