MUNDO
Miles de colombianos se manifiestan y hacen sonar cacerolas desde el pasado jueves, cuando una primera huelga derivó en la mayor movilización que haya enfrentado un gobierno de este país desde fines de los años setenta.
Choques entre manifestantes y la Policía ocurrieron este martes (26.11.2019) en Bogotá y Neiva, en el sur de Colombia, en el sexto día de protestas contra el gobierno y donde las multitudes pidieron justicia por la muerte del bachiller Dilan Cruz, primera víctima de la violencia policial.
Mientras tanto, los líderes de las centrales obreras y movimientos sociales de Colombia se levantaron de la mesa de diálogo con el presidente Iván Duque y convocaron para el miércoles una nueva jornada de «paro nacional» contra la política económica y social del gobierno, la segunda en menos de una semana.
En Bogotá, encapuchados armados con piedras, palos y cocteles molotov atacaron a la Policía frente a la Universidad Nacional, donde centenares de estudiantes se manifestaban en contra de lo que consideraron un «crimen de Estado».
Los disturbios ocurrieron en la Avenida NQS, una de las principales de la capital colombiana, donde al caer la noche el Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad) de la Policía intentaba dispersar con bombas aturdidoras y gases lacrimógenos a quienes aún permanecían frente al centro educativo.
Universitarios lideran manifestaciones
Por momentos los estudiantes retrocedían a la Universidad, desde donde volvían a la calle para lanzar piedras y bombas incendiarias a los uniformados, algunas de las cuales provocaron focos de fuego en la avenida, cuyo tráfico de vehículos fue totalmente cortado.
Eso hizo que los autobuses del sistema público Transmilenio paralizaran su operación por la NQS, lo que a su vez formó enormes embotellamientos y obligó a quienes regresaban a sus casas en esos vehículos a continuar su marcha a pie.
Para dificultar la acción policial, los estudiantes apuntaban con rayos láser de color verde a los policías del Esmad cuando éstos intentaban dispersarlos a pie o con tanquetas.
El anuncio del «paro nacional” lo hizo Diógenes Orjuela, presidente de la Central Unitaria de Trabajadores, uno de los sindicatos más poderosos, quien encabezó la primera reunión entre el gobierno conservador y algunos sectores de la protesta en la sede presidencial, que concluyó sin acuerdos.
Por la mañana, centenares de estudiantes también de esa universidad bloquearon la Avenida El Dorado, que conduce al aeropuerto de Bogotá, para pedir justicia por la muerte de Dilan Cruz y protestaron contra el Gobierno con un partido de fútbol en plena calle.
El fallecimiento de Cruz, ocurrido anoche, conmocionó al país y lo convirtió en símbolo de resistencia después de pasar tres días en el Hospital San Ignacio, donde fue ingresado con heridas de gravedad en la cabeza por una bomba aturdidora disparada el sábado por la Policía en una protesta pacífica en el centro de Bogotá.
Desde el 21 de noviembre, decenas de miles de personas asisten a diario a manifestaciones convocadas inicialmente por los sindicatos de trabajadores a los que se han ido sumando otros sectores que no están de acuerdo con la conducción del Gobierno.
Hackean cuentas del gobierno y amenazan a Duque
l igual que en las jornadas que la antecedieron, las manifestaciones se extendieron a ciudades como Medellín, Cartagena de Indias, Barranquilla y Cali, entre otras, en donde con música y cantos rechazaron la muerte del estudiante bogotano.
La protesta fue particularmente violenta en Neiva, capital del departamento del Huila, en el sur del país, donde estudiantes de la Universidad Surcolombiana chocaron con la Policía en la calle.
En la refriega, el policía Arnol Orlando Averu resultó gravemente herido por una bomba que le explotó de frente cuando estaba con otros compañeros intentando dispersar a los manifestantes.
Mientras transcurrían las protestas, piratas informáticos atacaron por la tarde (local) las cuentas de Twitter de la Rama Judicial y del aeropuerto internacional El Dorado, donde publicaron mensajes amenazantes y ofensivos al presidente colombiano.
El primer mensaje fue publicado en la cuenta de la Rama Judicial y en él los responsables afirmaron: «Desde el Consejo Superior (de la Judicatura) deseamos la muerte a nuestro querido y corrupto presidente Iván Duque».
En la misma cuenta fueron escritos al menos cinco mensajes del mismo tono, con preguntas como «¿Te importa tu familia, Iván Duque? ¿Y los que murieron inocentemente no te importan?».
