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El presidente de Metro afirmó que se han reunido con «los vecinos de Santiago, específicamente con el sector de Parque Forestal y se hicieron cambios, uno de esos, fue la eliminación del acceso que había en Parque Forestal llegando a Pío Nono».
El presidente de Metro, Louis de Grange, abordó los reclamos presentados por la Municipalidad de Santiago al Servicio de Evaluación Ambiental (SEA), que solicitan modificar el trazado de la futura Línea 7 para proteger el Parque Forestal.
Uno de los recursos fue rechazado por el SEA. Al respecto, De Grange indicó en conversación con Radio Universo que «era esperable que ocurriera porque hay toda una normativa, institucionalidad y leyes que Metro cumplía a cabalidad». Agregó que el proyecto, que empezó 10 años atrás, mantiene un «proceso, que es tremendamente riguroso».
El presidente de Metro afirmó que se han reunido con «los vecinos de Santiago, específicamente con el sector de Parque Forestal y se hicieron cambios, uno de esos, fue la eliminación del acceso que había en Parque Forestal llegando a Pío Nono».
«Se deja la ingeniería para que en el futuro el acceso esté al norte del Río Mapocho y se reduce al máximo la intervención para construir el túnel que va a 25 metros de profundidad», complementó.
Asimismo, afirmó que del parque se sacarán «ocho árboles, no 250, no sé de donde sale esa cifra». En esa línea, estimó que «quizás a lo largo de toda la línea se podría llegar a una cifra parecida a esa, en los 25 kilómetros, pero en ese sector son 8 árboles, que se van a reponer por 19 árboles nativos, de mucho mejor calidad”.
Además, expresó que «hablar de ‘zona de sacrificio’ (como lo han hecho vecinos del Paque Forestal) en este caso, me parece que es una exageración».
«Cuando vemos a los vecinos de Tiltil o Lampa que tienen basurales, yo creo que hablar de zona de sacrificio acá por que va a llegar una línea de Metro, no lo comparto” y afirmó también que “estas discusiones un poco de la élite, a veces, no le hacen bien a las comunidades, ni a las familias postergadas”.
De acuerdo a la Municipalidad de Santiago, «dado al carácter histórico patrimonial del barrio, la construcción del nuevo Metro afectaría tanto la flora y fauna, como aguas subterráneas y elementos arqueológicos, los cuales no fueron debidamente calificados por la Dirección Regional Metropolitana del Servicio de Evaluación Ambiental, contraviniendo por ello las normas de la Ley N°19.300».
