Publicidad
Womad 2023: Madela, el dúo de chilenas que mezcla folclore y música electrónica CULTURA

Womad 2023: Madela, el dúo de chilenas que mezcla folclore y música electrónica

Publicidad
Emilia Aparicio
Por : Emilia Aparicio Periodista El Mostrador
Ver Más

En 2014, Magdalena Irarrázaval creó Madela, un grupo de Electro Folk que surgió a partir de la mezcla de música electrónica con sonidos folclóricos que fue encontrando en distintos viajes por Chile. Un año después, se unió con percusiones africanas y latinas María Paz Videla. Ambas se conocieron bailando en una discoteque en Santiago y desde ese entonces le dieron paso a la experimentación y la improvisación dando origen a este proyecto musical con sonidos híbridos. Durante la pandemia, siguieron haciendo música desde sus casas y también en streaming lo que les permitió viajar a Brasil y realizar cuatro giras por el país y también recorrer festivales en Europa, este 2023 vuelven a presentarse a Womad 2023. 


Hace una década la industria musical en Chile era distinta a lo que es ahora, sobre todo en relación al espacio que ocupaban en la representación de las mujeres en la música. En 2014, Magdalena Irarrázaval tras algunos viajes por Chile empezó a buscar formas de integrar sonidos folclóricos a la música electrónica, en esa incursión es que creo Madela. Sin embargo, el proyecto musical siguió evolucionando y en 2015 entró con los sonidos de la percusión María Paz Videla y así el dúo empezó a tocar Electro Folk.

Madela estará tocando en vivo en la primera noche de Womad 2023. El festival se realizará en la Plaza la Paz de Recoleta el 31 de marzo y el 1 y 2 de abril. El un dúo fusiona la música electrónica digital con el sonido de raíz del folclore latinoamericano, dando origen a una música híbrida, de beats hipnótico, con vientos y flautas andinas, percusiones y voces que improvisan en tiempo real e invitan al trance y la fiesta ritual.

Las dos músicas se conocieron bailando en una discoteque y luego se dieron cuenta que vivían en el mismo barrio, eso les permitió juntarse con frecuencia e ir experimentando e improvisando con los sonidos y encontrado ciertas pistas de lo que es Madela ahora.

María Paz Videla explica que lograron hacer una fusión entre el “ecosistema de set de controladores digitales” de Magdalena Irarrázaval y su experimentación con percusiones africanas y latinas.

“Nosotras somos amigas del barrio, las dos estábamos estudiando música en esa época y nos juntábamos en la plaza yo a tocar tambor y ella con una quena y desde ahí también empieza a abrirse y a reconocerse este formato instrumental de madela”, expresa María Paz Videla.

Con Madela comenzaron tocando en el circuito underground de Santiago, donde no era muy común encontrarse con mujeres frente a los tableros de mezcla de música eléctronica.

“Hay que reconocer que habían algunas cosas atípicas en ser mujeres haciendo electrónica y que estuviesen rescatando tradiciones, vivencias y lenguas de pueblos originarios de Chile”, sostiene Magdalena Irarrázaval.

La pandemia y los live set

Sin embargo, el boom de Madela surge en plena pandemia. Si bien, la industria cultural fue uno de los sectores más afectados por las restricciones sanitarias en 2020, el dúo encontró una manera de darse a conocer y aportar en un contexto de incertidumbre.

“No es un impedimento para la electrónica en ningún momento trabajar digitalmente”, afirma María Paz Videla.

Durante ese periodo de encierro siguieron sacando singles y creando música cada una desde su casa. Además, junto con la productora audiovisual Quijote Films hicieron una presentación en streaming.

“Hicimos un live set en medio de la pandemia arriba de un techo de una casa que daba a unos edificios y como ellos son una productora cinematográfica audiovisual,  habían ocho cámaras en directo. Fue súper bonito y fue también reconfortante poder llevar esta música a los balcones en un periodo de encierro que había sido súper crudo, crítico y que estaba siendo doloroso”, dice María Paz Videla.

Ese material les permitió buscar financiamiento para seguir tocando, hacer shows, live set y siguieron trabajando en streaming. A partir de ahí, María Paz Videla se fue a vivir a Brasil lo que les permitió internacionalizar el proyecto y encontrar una nueva propuesta estética que incluye el baile y la performance junto a las bailarinas chilenas Dani Paz y Vale Paz. De esta forma, potenciaron el proyecto musical y en un año hicieron cuatro giras por todo Brasil.

“Empezamos a trabajar con las chiquillas acá en cuarteto y con esto también pudimos invitar a la gente a subirse a nuestra nave y hacer este viaje y recorrido por los pueblos originarios desde la performance”, sostiene María Paz Videla.

Después, se fueron a Europa donde pasamos por países y festivales en Bélgica, Alemania, Eslovenia y España.

“Trabajar con más gente siempre es increíble, porque todas las disciplinas artísticas hacen el arte desde lo colectivo. Como cuando tú dices vengan todos y vamos con todo se forman cosas hermosas.  Por eso también trabajamos con amigas, o sea, todos los featuring, todo lo que vamos y lo que viene son siempre con amigas con las que hemos vivido experiencias, que hemos compartido la música o que hacemos como un match desde un lado más sensible”, explica Magdalena Irarrázaval.

Electro Folk

Magdalena Irarrázaval, comenzó experimentando en música electrónica en el programa de edición de audio Fruity Loops Studio.

“Hacía música en Fruity Loops Studio y te muestra las frecuencias ahí mismo y estaba pitiá con eso. Qué pasaba si cerraba la frecuencia o si la modificaba o si ponía compresores o efectos. Y empecé a encontrar en los sonidos de los pueblos originarios algo que me asimilaba mucho a este trance electrónico”, explica. 

“En algún minuto antes de Madela hice un compilado de música medieval de Alfonso X El Sabio y las mezclaba con electrónica y es algo que también me hacía mucho sentido pero ya con los pueblos originarios me llevó a otra vivencia, o sea a vibrar desde los sonidos, los timbres y las afinaciones. Todo empieza a cambiar, te das cuenta de que la música no es la nota, sino que es tratar de imitar el sonido de cómo corre el agua, entonces como que empecé a descubrir que la música va mucho más allá”, agrega Irarrázaval.

Las dos músicas están entusiasmadas por la presentación de Madela en Womad 2023 debido a que gran parte de los últimas presentaciones las han realizado en el extranjero y les gustaría también conectar con el público nacional.

“Para mi es súper importante volver a Chile a tocar este proyecto porque la última vez que tocamos fue en pandemia. Nuestro último momento juntas en Chile fue de encierro y eso nos dejaba más distantes de este ritual con la gente. Me emociona mucho volver y está súper horneado y maduro el proyecto”, manifiesta Videla.

Irarrázaval, por su parte, agrega: “Me mueve mucho volver a mostrar a mi país lo que hemos tratado de sacar afuera. Womad es un festival que amamos mucho, hemos tocado antes e hicimos los talleres. Mi familia nunca me ha visto tocar porque siempre lo he hecho afuera entonces es una instancia que me tiene muy emocionada”.


Para saber más de lo que está pasando en el mundo de la ciencia y la cultura, súmate a nuestra comunidad Cultívate, el Newsletter de El Mostrador sobre estos temas. Inscríbete gratis AQUÍ

 

Publicidad

Tendencias