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Consumo responsable: educación en vez de prohibición Opinión

Consumo responsable: educación en vez de prohibición

Ricardo Grellet A.
Por : Ricardo Grellet A. Presidente Asociación Nacional de Sommeliers de Chile A.G. Presidente de la APAS (Alianza Panamericana de Sommeliers). Vicepresidente para las Américas de ASI (Asociación Internacional de Sommeliers)
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Estamos a pocos días que comience una nueva celebración de las Fiestas Patrias y en las noticias vemos notas de accidentes de tránsito por el consumo excesivo de alcohol, número de fallecidos y campañas publicitarias descarnadas con el objetivo de evitar que quien consume alcohol, maneje. Sin embargo, ninguna de estas informaciones que recibimos durante esta época tienen mucho efecto.

Según el Informe Mundial de Situación sobre Alcohol y Salud 2018 publicado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), el consumo de alcohol en Chile llega a 9,3 litros alcohol per cápita, aunque los hombres consumen más que las mujeres y casi cuadruplican su ingesta: 15 versus 3,7 litros.

En la Asociación Nacional de Sommeliers de Chile, somos una asociación gremial cuyo objetivo es fomentar y promocionar el educado consumo de bebidas alcohólicas y especialmente el consumo de vinos de calidad y su correcto servicio. Quiero detenerme en el término «educado» ya que nosotros, a través de un Código de Ética Profesional que desarrollamos, definimos la responsabilidad que un sommelier tiene con respecto a su propia imagen, el respeto por sus pares y el compromiso cuando entrega todo su conocimiento al consumidor final.

Además, los miembros de la Asociación Nacional de Sommeliers de Chile A.G. son embajadores en la promoción del consumo responsable de bebidas alcohólicas tanto dentro como fuera de la organización, rechazando conductas que incluyan el beber alcohol en exceso, el conducir bajo los efectos del alcohol y el consumo de bebidas alcohólicas en menores de edad o mujeres embarazadas.

Siempre que sea posible, nos involucraremos en campañas tendientes a promover el consumo responsable de bebidas alcohólicas, de manera autónoma o en conjunto con otros miembros de la industria, organizaciones sin fines de lucro o entidades estatales. Es en este contexto que dentro de las clases en la Escuela de Sommelier, la Fundación Emilia tiene un rol transcendental en su curso en el que le enseña a los futuros sommelier el consumo responsable.

Por tanto, parece necesario comenzar a mirar y darle congruencia y coherencia a las políticas públicas de prevención de alcohol, enseñando su consumo responsable en edad temprana en vez de prohibirlo. Debemos avanzar en medidas normativas que protejan a los más jóvenes, pero no desde la prohibición sino que desde la responsabilidad.

Por último, creemos que se deben desarrollar todas las estrategias posibles para proteger la salud de los menores y debemos sumar esfuerzos desde todos los ámbitos: familias, sistema educativo, sistema público, profesionales de la salud, empresarios, administraciones locales y, ministerios, Congreso y sociedad en general.

Creemos necesario que desde todos los sectores (incluso el publicitario) se trabaje para mejorar la información sobre las consecuencias del bebidas alcohólicas (que existen y son muy graves), se avance en una regulación efectiva y controlar que la promoción y consumo de bebidas alcohólicas entre todos y todas (adolescentes, padres y madres, educadores, organizaciones, publicistas, empresarios, políticos y sociedad en su conjunto) ayudemos en la promoción y protección de la salud de la población consumidora.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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