Publicidad
Cómo vestir responsablemente frente a la industria fast fashion Conciencia M

Cómo vestir responsablemente frente a la industria fast fashion

La industria textil es responsable de una gran contaminación ambiental por los impactos que genera a nivel de residuos, procesos productivos y huella de carbono.


Para fabricar una sola camiseta de algodón se necesitan, según estimaciones de ONU medioambiente, 2.700 litros de agua dulce, suficientes para satisfacer las necesidades de agua potable de una persona durante dos años y medio.

No sólo eso. Se calcula que la industria de la moda es responsable del 10% de las emisiones globales de carbono, más que todos los vuelos internacionales y el transporte marítimo juntos. Otro dato no menor es que, a nivel mundial, menos del 1% de la ropa se recicla como nuevas prendas de vestir,

Por eso hay marcas de ropa que actualmente lideran un cambio al llamar a vestir responsablemente. “En 1993 Patagonia fue el primero en transformar plástico (botellas) en ropa de deporte (polar).  Desde ese entonces, hemos progresado. Para 2025 no utilizaremos ninguna fuente de petróleo virgen en nuestros productos, sino que sólo materiales preferentes, los que son renovables (Yulex, Tencell, algodón orgánico), reciclados o de base biológica (fuentes agrícolas aprobadas)”, relata Kristin Hornauer, merchandising analyst de Patagonia Chile.

Además en 1996, la marca outdoor -tomando en consideración el gran impacto del algodón- comenzó a trabajar con algodón orgánico. Desde ahí, avanza a la certificación de “orgánico regenerativo”. “Hemos llevado nuestros esfuerzos agrícolas aún más lejos, haciendo una prueba para cultivar algodón en más de 150 granjas de pequeña escala”.

“Es así como, para este 2022, tendremos un 95% de nuestros productos fabricados con materiales preferentes, 86% de la colección es Fair Trade, y el objetivo es estar un 85% libres de productos químicos DWR basados en PFC”, agrega Kristin.

Hacia un jeans eco responsable de la industria

Es una de las prendas más usadas alrededor del mundo. Sin embargo, los jeans –creados en la década del sesenta- son de los productos menos amables con el medio ambiente dentro del mundo textil.  En la industria normal, 1 jeans ocupa 9 mil litros de agua en su producción, siendo 1 kilo de tejido equivalente a 11 mil litros de agua en este proceso.

Así, ocupan agua en el pretratamiento de la ropa, la tintura, impresión y acabado, mientras que el teñido de textiles es el segundo mayor contaminante de agua a nivel mundial. En cuanto a la huella de carbono, 1 jeans podría llegar a dejar casi 5 kg de CO2, siendo la responsable del 10% de las emisiones globales de carbono.

“Nuestro objetivo es hacer el jeans más responsable de la industria. Es un producto diferente, dada su innovación medioambiental. Está hecho bajo la certificación Fair Trade, posee 64% de certificación piloto algodón orgánico regenerativo y 35% de algodón reciclado”, afirman.

Además el nuevo proceso de teñido, usa un 79% menos de agua y un 20% menos de electricidad. Al teñir la mezclilla con espuma índigo -en lugar de tanques masivos de tinte líquido- se busca eliminar las aguas residuales del proceso de fabricación del jeans.

“Este proceso ayuda a reducir el impacto de la huella de carbono en un 25 % y el uso de agua en un 75 %, todo mientras crea ese hermoso tono azul perfecto que se desvanece suavemente con el tiempo”, agrega Kristin.

“Hechos con una combinación de algodón del piloto de la Certificación Orgánica Regenerativa y algodón reciclado, y teñida usando un innovador proceso con espuma, estos son los jeans más responsables que jamás hayamos hecho”, acotan desde la marca.

En este sentido, los jeans son parte de la colección “Vestirse responsablemente” que usa materiales obtenidos sustentablemente, orgánicos o reciclados y con Certificación Fair Trade.

“Dentro de nuestra huella y cadena de suministro, hay varias tecnologías aplicadas, como por ejemplo la eliminación de productos químicos PFC (perfluorados). Además, buscamos que todos nuestros productos y embalaje sean 100% reciclados, recuperados o contenido de base biológica o fuentes naturales”, explica Kristin.

A esto se agrega el reciclaje de plástico del océano a través de la inversión en Bureo, que recolecta y transforma redes de pesca de pescadores locales de las costas de Chile para darle una segunda vida lo que se llama material “netplus”. “A diferencia del nylon reciclado, el Netplus es un tejido mucho más sostenible”, finalizan.

Publicidad

Tendencias