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Gobierno baraja que empresas medianas y grandes elijan tributar por renta atribuida u «otro régimen»

Gobierno baraja que empresas medianas y grandes elijan tributar por renta atribuida u «otro régimen»

Hacienda mantiene la propuesta de pagar impuesto sobre base atribuida, pero agrega la posibilidad que empresas medianas y grandes puedan optar a otro régimen que implique un impuesto de primera categoría más alto y una base que tenga elementos devengados o percibidos.


La evaluación del gobierno es que la negociación en torno a conseguir un acuerdo con sectores de la oposición “va bien, pero se está en la fase de revisar los detalles y en esta etapa se puede caer”.

La fórmula no es fácil porque si bien la mayor parte de las propuestas que se barajaban imponían el reemplazo de la fórmula de gobierno por la nueva alternativa que se presentaba, Hacienda optó por un camino intermedio. Mantiene la propuesta de pagar impuesto por renta atribuida, eliminar el FUT, subir los impuestos de primera categoría a 25% de manera gradual y bajar la tasa máxima del global complementario de 40% a 35%, pero agrega la posibilidad de que las empresas medianas y grandes puedan optar “a otro régimen” que implique un impuesto de primera categoría más alto y con una base que tenga elementos devengados o percibidos, pero que debe considerar el fin del FUT.

De esta manera, se termina con uno de los argumentos de que la obligatoriedad de la renta atribuida la hacía tener “visos de inconstitucionalidad” y, aunque en el gobierno aseguran que esto no es real, hallaron una forma para zanjar el problema: la adhesión al régimen de renta atribuida se vuelve voluntaria y no forzada.

Un punto que no es de vida o muerte para el gobierno parece ser la retención del 10% a las utilidades que se generen con cargo a las personas que son accionistas. “Se podría transformar en un impuesto a los dividendos e incluso eliminarse, ya que su efecto práctico será una mayor presión sobre el Servicio de Impuestos Internos para cumplir con su pago cuando se declare el global complementario”, señaló una fuente informada.

Hoy a las 11:30 de la mañana se inició una reunión con los senadores de la Nueva Mayoría y, si hay acuerdo con ellos, habrá otra en la tarde con los de oposición. De esta manera y si prosperan las conversaciones, la Reforma Tributaria contemplaría cuatro regímenes distintos: 14 ter que beneficia a las empresas pequeñas, renta presunta, renta atribuida y el otro que aún no tiene nombre conocido públicamente.

El rol de Allamand

La oposición hasta ahora, entendida como Renovación Nacional, ha expresado su disposición a alcanzar un acuerdo en torno a la Reforma Tributaria en términos políticos. La entrevista que Andrés Allamand dio el domingo a La Tercera así lo refleja y así lo entendieron en el oficialismo.

“Cualquier acuerdo implica una recaudación de US$ 8.200 millones y el término del FUT”, dijo el político de derecha, concediéndole estos caballitos de batalla a Arenas. A cambio, planteó “que se termine, al menos en su faceta obligatoria, el concepto de renta atribuida y que exista una diferenciación favorable para el tratamiento tributario de las utilidades que se reinvierten”. Y, por último, dijo: “Yo estoy jugado para un acuerdo que evite daños mayores y que sea de una enorme amplitud”.

También en el gobierno valoraron que, pese a que se refirió a un principio de acuerdo, no dio mayores luces sobre los detalles de la negociación. Muchas veces los políticos optan por sacar a la luz pública las conversaciones como una vía para abortarlas y este no fue el caso, se evaluó. “El está tratando de que resulte”, se reconoció.

Sin embargo, todavía quedan por afinar varios puntos y allí el hueso duro de roer es el senador José García Ruminot, quien es miembro de la Comisión de Hacienda del Senado y es quien da el voto para la tramitación del proyecto en general. Si bien García estaría en la misma posición que Allamand, es más complejo llegar a acuerdo con él porque está más preocupado de los detalles y eso genera tensión. Se llamó al senador García, sin resultado.

La posición de Allamand es distinta a la de García, pues a juicio de fuentes de gobierno, él está mirando su rol en la política local e intenta colocarse como el articulador entre la Nueva Mayoría y la oposición. Si logra levantarse en este rol, podría opacar a Sebastián Piñera, quien se ha mostrado públicamente contrario a la Reforma Tributaria.

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