Una vez al año el Informe de Política Monetaria se tiene que hacer ante el Senado en Pleno y la que hizo ayer el presidente del Banco Central no le faltó polémica. Fue uno de los informes más pesimistas de los últimos años y la ocasión permitió que cada parlamentario interpretara el informe según su conveniencia. Aquí, los detalles de un debate que no se leerá en otras partes.
Con sorpresas negativas, el mensaje del presidente del Banco Central, Rodrigo Vergara, al explicar la revisión en las proyecciones de crecimiento, inflación y otros indicadores de la economía chilena en el Informe de Política Monetaria (IPOM) abrió el debate ayer en el Senado.
Sus palabras, desplegadas por varios minutos en el hemiciclo, no dejaron indiferentes a los parlamentarios. El senado en pleno prestaba atención a la presentación de Rodrigo Vergara. Es la única vez en el año que el presidente del ente emisor enfrenta al hemiciclo.
La ocasión cambió el clásico perfil de la discusión y lo abrió al ruido del gran salón donde los senadores pudieron allegar agua a su molino, usando según su preferencia, los antecedentes presentados por el Central.
Tres grandes ejes siguieron sus discursos. Algunos aprovecharon el informe de septiembre para apretar de antemano al Ministerio de Hacienda de cara a la discusión del presupuesto para 2016. Otros simplemente usaron el IPoM para describir el peor escenario posible en la economía. Y un tercer grupo sacó ventaja rescatando los elementos positivos de la presentación para el gobierno.
Ignacio Walker (DC) abrió los fuegos, jugando un rol de defensa de lo hecho en los últimos 25 años, recordando que la economía está sana, hay un BC autónomo que goza de alta credibilidad, existe un marco de meta de inflación y un tipo de cambio flexible que, aseguró, deben hacer que Chile sea la “envidia” del mundo.
Pero al mismo tiempo aprovechó de adelantar su visión crítica hacia una posible alza del gasto público más allá de lo que el BC plantea, de 4% a 4,5%. “De ningún modo” será tan expansivo como el de 2015, dijo Walker, adelantando su posición de reducir considerablemente el crecimiento del gasto público para el próximo año.
El ataque de la derecha
José García Ruminot (RN) encontró en el detalle del IPOM argumentos para justificar su crítica a la reforma laboral. Advirtió que las del BC “son malas noticias para el país”, pues el país crece menos de lo que se pensaba y una inflación mayor a lo pronosticado. “Tenemos un desafío muy grande y tenemos que tomar conciencia de ello”, dijo.
Buscó en el IPOM y detectó que la explicación para la brecha entre el crecimiento del país y el PIB tendencial tenía entre otros elementos, “la trayectoria decente para las horas trabajadas y una proyección algo menor del crecimiento del premio por calidad del empleo”.
En función de eso, aludió a la reforma laboral “que va a tener impacto obviamente sobre los costos laborales”, para luego preguntar a Vergara como afecta la dicho proyecto de ley el PIB tendencial. Más tarde Vergara le bajaría el perfil a dicha información, evidenciando la improcedencia de las conclusiones del senador.
Uno de los senadores más interesados en sacarle el jugo al aspecto crítico del IPOM fue el senador Juan Antonio Coloma (UDI). Con una mueca de satisfacción, Coloma dijo que compadecía a Vergara y su equipo por tener que traer “puras malas noticias, que no es culpa del Central, es lo que ocurrió”.
Desde el frente el senador Carlos Montes le reclamaba fuera de micrófono por la altisonancia del parlamentario. Pero Coloma no se detuvo.
“Cualquier visión que uno tenga… (Chile es) un país que se frenó, se chantó, está en un problema severo y ojo que la crisis de China o de mundo asiático es de hace diez días. La crisis de fondo es así. Hay dos formas de entender esto, o hablar con franqueza o que las bancadas del frente (Nueva Mayoría) entre en paroxismo o nerviosismo, que no debería ser. Estamos en un problema severo y lo lógico es tratar de reflexionar como se sale de esta coyuntura”, dijo.
Luego, al igual que García Ruminot, Coloma apuntó a la coyuntura, advirtiendo que la reforma laboral “que claramente aumenta los costos, rigidiza el mercado” y luego aludió al “debate constitucional que no sé en qué puede disipar el shock autónomo de confianza”.
Luego preguntó lo mismo que García y coincidente con él, cuestionó que el Central discrepara en las cifras de proyección del precio del cobre. Ambas preguntas serían posteriormente aclaradas por Vergara (su estimación de precio del cobre era para 2016 –US$ 2,4 – mientras la del Comité de Expertos apuntaba al precio de largo plazo -US$ 2,98), aunque la confusión de ambos senadores sólo quedaría para la historia pues ningún medio puso dichas aclaraciones.
La defensa del oficialismo
Luego vino el turno de los senadores oficialistas, que jugaron su rol. El senador Andrés Zaldívar (DC) reconoció que el IPoM era “realista” y que “tenemos un proceso d revisión de cifras que nos tiene que llamar la atención y preocuparnos”.
Luego advirtió que la causas de la desaceleración son internas y externas. En esa línea defendió lo que pasa en el país advirtiendo que el PIB potencial de Chile al igual que en el mundo ha venido cayendo y que en los próximos años, de acuerdo a lo que ocurre con la revisión a la baja de PIB potencial, esto se ajusta a lo que está ocurriendo en el mundo.
Su conclusión a partir de esto, al igual que Walker, debe llevar al país a tomar medidas de política fiscal y monetaria. En este sentido alabó al Central asegurando que está jugando su rol y tendrá que ajustar su política monetaria. Pero no dejó pasar la oportunidad para dispararle a Alberto Arenas, quien fue ministro de Hacienda de este gobierno hasta que lo reemplazó Rodrigo Valdés, el actual encargado de dicha cartera y que ayer no estaba en la sala.
Dijo que debe haber correlación entre el trabajo de Hacienda y el BC. En esa línea, aprovechó de dispararle a la derecha, en particular a Felipe Larraín, quien fuera el ministro de Hacienda del gobierno de Piñera.
“Si vemos esto que tenemos, esta situación delicada, tenemos que reconocer que hay causas externas. Se lo dije al propio ministro de Hacienda del gobierno anterior en su último presupuesto, cuando dijo que íbamos a crecer al 4,9%. Le dije, y esta registrado en acta, que no íbamos a crecer eso, a mi entender íbamos a crecer más bajo de 4% que cercano a 5% y fue la realidad”, afirmó.
Luego se cuadró con Rodrigo Valdés. Dijo que habrá que ver el presupuesto que proponga el titular de Hacienda “y ser críticos, pero no criticar antes, eso no contribuye en nada”.
Mostró aún más la camiseta al señalar que lo que señala el IPOM en cuanto a que Chile es una economía sana, sin desequilibrios internos ni externos “es lo más importante y nos permite afrontar este mal tiempo”.
Pero quien más mostró su molestia con los senadores de derecha fue Ricardo Lagos (PPD). Dijo que el informe había que leerlo “sin prejuicios” y considerando el IPOM como un insumo importante para tomar decisiones de política pública.
“No se trata de hacer una lectura que sólo lleve al final del día agua para mi molino. Uno escucha algunas intervenciones. Algunos que hablan de que hay una serie de malas noticias pero lo dicen casi una sonrisa en el rostro. O sea no entiendo. ¿es una mala noticia que la economía chilena de acuerdo al BC, tenga un sesgo a la baja en el crecimiento respecto de lo que se había proyectado antes o nos preocupa realmente?
No se puede hacer una lectura sólo en función de intereses más inmediatos y más pequeños”, disparó.
Luego entró al área chica del debate político, recordando lo que ha venido pasando desde 2012 y particularmente desde la campaña presidencial de 2013. “El informe nos dice dos cosas. Que la economía chilena, respecto de lo que decía meses atrás, va a crecer menos este año y lo segundo que está advirtiendo, al menos la lectura que uno hace, es que a fines de año o principios del próximo se va a retirar el estímulo de la política monetaria. Podemos darnos vuelta, como nos hemos venido dando vuelta desde fines de 2012, con este mismo presidente del BC, endonde cuando se anunció a fines de 2012 que ya venía la desaceleración de la economía, que fue ratificada en 2013 y comenzó una discusión política menor, respecto de si era causa externa, mal manejo de la administración del Presidente Piñera o consecuencia del anuncio de un programa de gobierno que anunciaba reforma estructurales”, reclamó, intentando enfrentar las críticas de Coloma y García.
Lagos Weber no bajó el tono y desplegó argumentos para usar el informe de manera de enfrentar las críticas opositoras y defender el rol de su gobierno. Frente al debate, aseguró, lo que hace es “leer le informe”. Acudió a la página 18 donde señala que Chile crecerá en 2015-2016 menos que el promedio del último quinquenio –“no es una buena noticia ciertamente”, dijo Lagos- aunque eso ocurre por el “escenario global menos favorable pero también a los ajustes internos que debemos realizar luego de varios años en que nos beneficiamos del boom de inversión en el sector minero”, leyó del IPoM.
Entonces se preguntó: “¿Hay elementos objetivos para decir que internamente hay situaciones que explican este menor crecimiento o menor expectativa de crecimiento? cierto, pero yo trataría de despejarla en algo respecto a algo del ciclo que es el ciclo de inversión minera que fue largo y llega a su fin y otro más acotado a la discusión interna y referencia a eso hizo el senador Walker y yo me hago cargo de eso y aquí habrá una bancada que trataremos de ser responsables a la hora de definir las políticas queremos… Pero me parece a mí un despropósito”, reclamó con dureza el hijo de quien fuera Presidente de Chile entre 2000 y 2006.
Lagos Weber apuntó además a que la región crecerá 1% “con suerte” y que Chile está “sobre eso”. También aseguró que “todas las economía que nos compiten han tenido ajustes”. En ese sentido,, recordó que Perú creció 2,4% en el primer semestre y Chile 2,2%. “Sí, estamos inferiores, pero la caída de Perú es muy significativa. No me alegra eso, no me pone contento que crecer 2,25%, quiero crecer más, pero poner las cosas en su justa medida, a menos que la medidas internas o nuestro PIB interno haya terminado afectando a China y al Perú”, sostuvo.
Más tarde el senador Carlos Montes (PS) intentaría tomar distancia del debate, no sin antes lanzarle una crítica a los senadores que cuestionaron al gobierno, asegurando que no caería en “discutir con visiones que piensan que el actual gobierno es la matriz de todos los males.. eso es una hipersimplificación, tanto que algunos (Coloma) ven que China esta con problemas hace sólo unos días”.
Larraín reflota la tensión
El turno siguiente fue del senador Hernán Larraín (UDI). Sus comentarios preveían moderación cuando dijo que la principal conclusión del IPOM que “deja tranquilo al país y al Senado” es que hay una economía sana. Pero luego desplegó una batería de críticas al gobierno, asegurando que quedarse sólo con la conclusión del buen estado de la economía es “no ser realista frente al escenario del país”.
Si bien dijo que no estamos en una “debacle” ni en “crisis”, dijo que todos los datos hablan de estancamiento y que siendo el objetivo salir del subdesarrollo y “donde la población pueda vivir en condiciones de bienestar, sin pobreza y con mayor igualdad de condiciones, estos datos son una luz de alerta”.
A partir de ahí, su crítica al gobierno por las reformas fue cruda. “No cabe la menor duda que hay variable externas, pero también es una ceguera pensar que las variables internas están siendo una traba al proceso de desarrollo del país. No tengo la menor duda por la forma como ha reaccionado el país y la opinión pública, que los procesos de reformas, que el sesgo ideológico que ellas conllevan, el afán refundacional que se ha instalado en el lenguaje del gobierno e incluso esta voluntad de cambiar todo, incluyendo Constitución, asambleas constituyentes, sólo el planteamiento de eso -todavía no sabemos en qué consiste- todo ello agrega a la incertidumbre, inestabilidad. Si son ciertas las cifras de que no ha aumentado la inversión, nada tenemos que extrañarnos que la economía esté estancada. Y que el futuro pueda ser aun peor”, aseveró.
Luego profundizó sus críticas. “Es aquí donde siento que no tomamos muy enserio las cifras, porque una cosa es que no estemos con una economía destruida, me alegro que sea así -pero además yo creo que es una economía sana como para que en un año y medio un gobierno la destruya, no creo que eso sea cierto- pero sí siento que el clima que se está instalando, la falta de inversión, la incertidumbre y la inestabilidad, hacen que hayamos pasado de una economía pujante, que tenía altos y bajos pero siempre iba ascendente, a una economía que va ahora en la dirección diversa, es decir, vamos de capa caída”, agregó.
Su pregunta a Vergara, siguió sus planteamientos iniciales. “Me gustaría conocer cómo se percibe cómo la reforma tributaria, constitucional, en la creación de un clima de confianza. No quiero pronunciamiento político del BC. LO pregunto en positivo: qué hay que hacer para crear un clima que fomente la inversión, para no hacer un planeamiento lesivo a algunos senadores que se encojen cuando uno dice que la economía está en un estancamiento o nivel de mediocridad, la nueva mediocridad como decía el Wall Street Journal …”, ironizó Larraín.
Las visiones sin difusión
Fuera de la refriega política, al menos dos senadores hicieron hincapié en temas de fondo sobre el modelo productivo del país que lo expone a la evolución del precio de commodities en el mundo y materias medioambientales.
Alejandro Guillier (Independiente) fue particularmente crítico de la falta de perspectiva que hay en Chile para analizar lo que está ocurriendo y ver maneras de salir de la cobre-dependencia.
Advirtió que faltan políticas públicas para evolucionar a un modelo productivo más diversificado, poniendo el ejemplo de la región que representa (Antofagasta), asegurando que la zona ha ido evolucionando hacia una cada vez menor diversificación de su economía, o que falta una mayor apuesta por la desalinización del agua de mar.
Antonio Horvath (RN), en tanto, reclamó del Banco Central por la ausencia de información sobre cuentas patrimoniales, con particular foco en la profunda deforestación que ha ido ocurriendo en el país, sin que se compense adecuadamente la cantidad de hectáreas perdidas por incendios forestales.
Este medio le consultó a Vergara posteriormente que opinión tenía el presidente del Banco Central (BC) respecto del nivel de dependencia del país del cobre y otros commodities y qué se podía hacer para enfrentar dicha limitación. “Será tema para otro momento”, fue su respuesta.
