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Opinión: Ante el nuevo marco regulatorio de S.A., ¿cumpla o explique?

Opinión: Ante el nuevo marco regulatorio de S.A., ¿cumpla o explique?

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La norma en la práctica es una herramienta de evaluación de la calidad del Gobierno Corporativo de las entidades y, se esté o no de acuerdo con los estándares establecidos (algo que ha generado cierta polémica), va a ser usada en tal sentido por la SVS y por el mercado. Y aquí viene el tema de fondo: ¿es irrelevante para la empresa aparecer como una entidad de pobre gobierno corporativo? Por supuesto que no.


Como ya es conocido, las sociedades anónimas tendrán que publicar anualmente una autoevaluación de su gobierno corporativo, sobre la base de un cuestionario de 90 preguntas fijado por la SVS para este efecto en su NCG N°385.

A este marco regulatorio se le ha dado el carácter de norma tipo “comply or explain” que se utiliza en la jerga regulatoria anglosajona, y cuya traducción literal sería “cumpla o explique”. Pero en mi opinión y tomando en cuenta nuestra idiosincrasia, esta traducción literal puede llevar a un error en cuanto al alcance de la norma, entendiéndose que no establece ninguna obligación a la entidad y, por lo tanto, da lo mismo cumplir o no los principios y estándares de gobierno corporativo que define. Esta interpretación de la norma puede llevar a “tomarla a la ligera”, lo cual puede ser muy peligroso para la empresa.

La norma en la práctica es una herramienta de evaluación de la calidad del Gobierno Corporativo de las entidades y, se esté o no de acuerdo con los estándares establecidos (algo que ha generado cierta polémica), va a ser usada en tal sentido por la SVS y por el mercado. Y aquí viene el tema de fondo: ¿es irrelevante para la empresa aparecer como una entidad de pobre gobierno corporativo? Por supuesto que no.

En primer lugar, la SVS va a usar la información como input para sus políticas de supervisión, ya que en el contexto de su nuevo modelo de Supervisión Basada en Riesgos, una sociedad con pobre Gobierno Corporativo es sinónimo de una entidad riesgosa y que requiere una vigilancia cercana. En otras palabras, ¿le gustaría estar en una suerte de lista “negra” de la SVS?

Respecto a la evaluación del mercado, el tema de ser catalogada como una empresa con malas prácticas de Gobierno Corporativo puede ser aún más peligroso. Uno de los objetivos explícitos de la SVS con esta norma es que opere la denominada “disciplina de mercado”, esto es, que los distintos agentes del mercado “castiguen” a las empresas de pobres estándares de Gobierno Corporativo. ¿Cómo operaría esto? Pues, de múltiples formas, desde las recomendaciones de analistas y departamentos de estudios de inversionistas y administradores de carteras de inversión, pasando por la evaluación que hacen los clasificadores de riesgos y llegando incluso hasta las AFP, que de acuerdo a la normativa de la Superintendencia de Pensiones, deberían considerar este factor como clave a la hora de tomar las decisiones de inversión de los fondos previsionales de los chilenos. ¿Se imagina una AFP tratando de explicar por qué mantuvo una posición importante en una empresa que presentó pobres Gobiernos Corporativos? ¿Qué pasa si esa empresa el día de mañana presenta un problema? Parece mejor no correr riesgos ¿cierto?

Bueno, si en este contexto ya está pensando que es mejor salir “bien en la foto”, tenga también mucho cuidado con el exceso de maquillaje, mire que esta es información pública y cualquier duda en relación con si lo informado refleja fielmente la situación de la empresa, va a ser seguramente investigada por la SVS y de determinarse que la información proporcionada no es veraz, el problema puede ser mucho más grave. En resumen, me parece que esta norma tiene poco de voluntario y definitivamente es mejor tomársela muy en serio.

Ernesto Ríos
Director Área Regulación Financiera de PwC Chile

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