Publicidad
Caso AC Inversions: ¿qué importa el contrato? Opinión

Caso AC Inversions: ¿qué importa el contrato?

Publicidad
Paola Cabezas
Por : Paola Cabezas Abogada y militante de Ciudadanaos
Ver Más

«La importancia de conocer los contratos que firmamos, y saber de qué se tratan, es un elemento que podría haber dado luces de la estafa del año».


Muchas veces en que un cliente me pide un contrato, el mail dice «¿tendrás un contrato tipo para llenar?”, a lo que respondo “no uso contratos tipos, no hay situación igual a la otra”.

Cuando pido mucho detalle, se empiezan a desesperar, pensando que lo importante es firmar; lo que sea, pero firmar. Cada vez que me hacen la pregunta respecto de “¿cómo termino mi contrato?”, mi respuesta es la misma, “veamos qué dice, envíemelo”. El tema es que la respuesta siempre es la misma, “no sé dónde está”, donde el caso más común es el del arriendo.

En situaciones laborales, suele pasar que, si piden despedir a alguien porque no cumplió sus funciones, las funciones no cumplidas no aparecen en el contrato porque usaron uno “tipo”. Y desde el punto de vista del trabajador, dicen: “Mi jefe me ofreció un bono al tercer mes y aumentarme el sueldo”, pero lees el contrato y nada.

En todo ámbito, el contrato aparece casi como un problema, una traba, pero cuando llega el problema, se dan cuenta de que las condiciones deben ser claras, y la respuesta es: “¿Por qué cree que los contratos de las grandes empresas lo fijan todo? La respuesta es simple, porque claramente son importantes”.

La importancia de conocer los contratos que firmamos, y saber de qué se tratan, es un elemento que podría haber dado luces de la estafa del año, en el caso AC Inversions.

Los economistas han señalado, innumerables veces, que no existen rentabilidades, ni fijas ni tan altas (claro está, seriamos todos ricos) como las pagadas en este tipo de “empresas” y que ese debe ser el primer indicio de que algo está mal, y que podría tratarse de un sistema piramidal.

Pues bien, creo que el segundo indicio, tan importante como el primero, para sospechar de estos “negocios” (uso entre comillas la palabra negocio por respeto a los verdaderos negocios y empresas) es cuando te presentaban un mutuo.

Todos los inversionistas firmaban un mutuo. Una simple consulta a un abogado/a, le habría dicho que era sospechoso. El mutuo es una forma de contrato de préstamo, en donde si yo le presto a usted dinero, usted me lo devuelve con una ganancia. Queda claro que el dinero se lo estoy prestando, no que será manejado por profesionales expertos en inversiones que lo invertirán para obtener rentabilidad. Este tipo de contrato, el mutuo de dinero, sin formalidad, lo celebra en términos sencillos cuando le presta dinero a un familiar o a un amigo.

Si la gente hubiera sabido que esto era un mutuo, habría sospechado pensando “¿por qué no es un contrato de asesoría, de inversión?”.

En noviembre de 2015, me llegaron las primeras consultas, y sin saber del caso ni de la empresa, basado en este detalle contractual, la recomendación a mis clientes fue de no ingresar sus dineros a dicha organización.

¿Es tan difícil conocer lo que es un mutuo? La respuesta es no. ¿Por qué no? Simple, porque la mayoría de las personas que han comprado una propiedad a través de crédito, si se fija en el tipo de contrato, este es un mutuo.

No es un contrato ajeno a nuestras vidas. Claro está que debemos poner más atención a los contratos que firmamos y su importancia.

Publicidad

Tendencias