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Rodrigo Valdés bajo la lupa de las clasificadoras de riesgo Presupuesto 2017

Rodrigo Valdés bajo la lupa de las clasificadoras de riesgo

Iván Weissman S
Por : Iván Weissman S Editor El Mostrador Semanal
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El proyecto de ley que el ministro de Hacienda ingresará al Congreso este viernes será uno de los que recibirá más escrutinio en los mercados ya que por primera vez en mucho tiempo hay discusión acerca de si Chile va a tener un recorte de nota el próximo año. Hace un par de meses las tres principales clasificadoras de riesgo mantuvieron la calificación de Chile y su perspectiva «estable», pero en LarrainVial estiman que hay indicadores que sugieren que hay inversionistas que ya internalizaron un recorte en la nota de riesgo del país para el año próximo. Esa visión no es la de consenso, pero en los bancos, corredoras y en el mundo académico hay un reconocimiento de que la amenaza de un “downgrade” ha dado a las agencias clasificadoras un protagonismo en el debate político local nunca antes visto.


El ministro de Hacienda Rodrigo Valdés no la tiene fácil.

Está a cargo de una economía que enfrenta una de sus mayores desafíos desde el retorno a la democracia y es parte de un gobierno que llegó al poder con la promesa de grandes reformas.

Su pega ha sido cuadrar el círculo: asegurarse que las reformas no excedan la capacidad del gobierno de financiarlas y convencer a la propia coalición gobernante de la importancia de mantener los balances macroeconómicos que han sido la base del crecimiento de los últimos 25 años.

Y ahora viene un desafío aún mayor: presentar un presupuesto para 2017 en medio de un desplome de ingresos por el derrumbe del precio del cobre, la inversión paralizada y bajo la lupa de las agencias de calificación de crédito.

“Tipos que no logran que le den trabajo en Wall Street se van a trabajar a Moody’s”.

Así es como son vistos los analistas de créditos de las clasificadoras de riesgo, según el periodista Michael Lewis, que escribió el best libro “La Gran Apuesta”, en la que relata en gran detalle como se gestó la crisis financiera del 2008. El “best seller” fue la base para la película del mismo nombre que fue nominada al Oscar como mejor película, mejor director y que se ganó el premio como mejor guión adaptado.

Esos analistas en general ganan sueldos mediocres comparados con los que paga la banca de inversión, corredoras y fondos de cobertura, pero son los responsables de ponerle nota a la economía chilena y es por eso que de proyecto de ley que el ministro de Hacienda ingresará al Congreso este viernes será uno de los que recibirá más escrutinio en los mercados ya que por primera vez en mucho tiempo hay discusión acerca de si Chile va a tener un recorte de nota el próximo año.

Las tres principales clasificadoras de riesgo -Moody’s, S&P y Fitch – controlan cerca del 95% del mercado. Su rol en el mercado fue fuertemente cuestionado en el post-análisis de la crisis subprime. En la Unión Europea decidieron que el poder de desestabilizar un país que habían adquirido meritaba una mayor supervisión e introdujeron una regulación más estricta.

Hace un par de meses es mismas clasificadoras de riesgo mantuvieron la calificación de Chile y su perspectiva «estable», pero en LarrainVial estiman que hay indicadores que sugieren que hay inversionistas que ya internalizaron un recorte en la nota de riesgo del país para el año próximo.

La amenaza de un recorte

En los bancos, corredoras y en el mundo académico hay consenso de que la amenaza de un “downgrade” ha dado a las agencias clasificadoras un protagonismo en el debate político local nunca antes visto.

“Yo creo que las clasificadoras de riesgo están mirando con especial cuidado cuál va a ser la postura en materia de gasto que le ministerio de Hacienda plantee en su discusión presupuestaria del próximo año”, es la opinión del economista jefe de Bci, Sergio Lehmann, que habló con El Mostrador Mercados hace dos semanas.

En la entrevista Lehmann advirtió que si el Presupuesto 2017 no muestra una señal de que hay un compromiso con respetar la regla fiscal, “es decir, un gasto acotado, yo creo que es posible que nos pongan en revisión nuestro outlook”.

De lo que se ha filtrado en diferentes medios, el proyecto de ley que presentará Valdés tendrá un alza en el gasto fiscal no más allá del 2,5% o 3%. Se trataría de una de las menores expansiones presupuestarias desde la crisis asiática de fines de los 90.

Esa cifra es considerada la prudente en el mercado, pero el economista del Bci creé que “las presiones políticas para aumentar el gasto más allá del 2,5% o 3% va a ser fuerte justamente porque el próximo año tenemos elecciones presidencial, y dese el punto de vista de los políticos se ve cierta propensión a gastar más, de manera de tener un crecimiento un poco más alto”.

Pero Lehmann estima que el ministro de Hacienda se la va a jugar por un crecimiento del gasto relativamente acotado, “mi percepción es que hoy día tiene el respaldo de la presidenta para avanzar en esa línea. Yo creo que él ha transmitido de que existe un riesgo importante de que si no se acota el gasto pueden haber ciertos cuestionamientos a la clasificación de riesgo de Chile”.

Leonardo Suarez, director de estudios de LarrainVial, un personaje que ademas de ser considerado un gran economista,se le da crédito de tener una muy buena capacidad de leer el escenario político, dijo en una entrevista en La Tercera que “lo más probable es que haya una coordinación entre el Banco Central y Hacienda, de modo que si Rodrigo Valdés se la juega por un Presupuesto restrictivo, él también esperaría una baja de tasas por parte del Central. Como sea, un alza de 3% del gasto público es un aporte a la estabilidad financiera”.

Alejandro Fernandez, economista de la influyente consultora Gemines, dice que “el riesgo de un deterioro en la situación fiscal pueda motivar por lo menos una luz amarilla por parte de las clasificadoras, que pongan perspectiva negativa a nuestra clasificación yo creo que existe y es un riesgo que está abierto”.

Jorge Selaive, el economista jefe del BBVA, en una columna en este medio el lunes, dijo que “un gasto creciendo más de 3% real sería un flagelo para la convergencia comprometida con la comunidad por parte del Gobierno”.

Y apunta que la deuda bruta ha aumentado de manera importante y sostenida durante los últimos años. “El endeudamiento supera 20% del PIB e incluso en una senda de convergencia a balance estructural seguiría aumentando el nivel de deuda sobre PIB. Es cierto que estamos bajo promedios de países OECD, pero también es efectivo que nuestra clasificación de riesgo estaría muy cerca de no corresponderse a los fundamentales que usualmente consideran las clasificadoras de riesgo. En ese contexto, una reducción de la clasificación de riesgo probablemente no tendría tanto impacto financiero si lo comparamos con las más graves consecuencias políticas. La impresión de degradación de la macroeconomía chilena en tan solo 2 años sería vista como monumental por parte de aquellos analistas locales que la vienen anticipando hace tiempo, pero también por aquellos que consideraban que el juicio y la cordura distinguían a nuestra política económica”.

El argumento en favor del gasto

Esa visión eso si no es unánime. El 14 de septiembre pasado, el destacado economista Ricardo Ffrench-Davis dio una extensa entrevista en The Clinic en la que apuntó directamente a Valdés. «Está viendo cómo acorta la inversión pública y eso es lo contrario de una política contracíclica”.

El influyente intelectual ligado a la DC hace un llamado a que el Estado retome el liderazgo para reactivar la economía y criticó que el neoliberalismo siga marcando la pauta, incluso con la Nueva Mayoría.

También hay sectores de la Nueva Mayoría que han presionado al ministro a que sea más generoso y se anticipa que le darán pelea durante la tramitación del proyecto de ley del presupuesto en el Congreso.

El argumento que hace French-Davis es uno que se ha tomado la agenda en las economías desarrolladas. Desde el FMI hasta el Foro Económico Mundial (WEF), bastiones de la ortodoxia neoliberal, han salido a cuestionar las políticas de austeridad y dicen que es hora de que los gobiernos abran sus billeteras.

Los economistas en Chile que siguen el debate dicen que la realidad local es diferente y que cuidar la nota crediticia es clave para que el estado chileno y las grandes empresas locales pueden seguir financiándose barato y eventualmente liderar un repunte en la inversión.

Selaive, del BBVA, es uno de ellos. “Los argumentos que se esgrimen se vinculan a la necesidad de mejorar una alicaída economía que sufre del proceso de transición hacia menores precios del cobre. El error ex post de haber planificado a largo plazo, a nivel privado y público, con términos de intercambio extremadamente altos estaría en gran medida pasando la cuenta. En parte aquello hizo salir al ‘lobo de la clase media’, enjaulado por mucho tiempo, realizando demandas que poco se condicen con la situación económica actual y futura previsible. Ese lobo sigue siendo alimentado por llamados de varios economistas y políticos que piden más gasto público, con una vuelta de tuerca: esta vez su foco es hacia más inversión pública. Suena lindo, hasta paradisíaco. Tengamos mejores carreteras, caminos, embalses y metro a los rincones más lejanos. Eso genera empleo y todos estamos felices. Nuevamente se “vende” una idea que es fácil de comprar, pues se promete un bien público que, por su naturaleza, nadie cree pagar. Pues aquello no es efectivo”.

Cabe recordar que la economía chilena tiene por lejos la mejor nota crediticias de los mercados emergentes y por encima de Italia, Japón y un número no despreciable de economías desarrolladas.

En julio Moody’s dijo que la calidad crediticia corporativa de Chile, actualmente en «Aa3 estable» se mantendrá en esa condición hasta finales del 2017.

La agencia fundamentó su análisis en que «el fuerte marco institucional y el sólido sistema financiero deberán mantener disponible el financiamiento local para las compañías».

Y es eso lo que Valdés quiere cuidar.

Una señal de lo clave que es para Hacienda que las agencias clasificadoras de riesgo tengan una explicación exhaustiva de lo que pretende Valdés con el presupuesto es que a dos semanas de haberlo presentado ante el Congreso, el ministro encabezará la delegación chilena al Chile Day de Nueva York.

Ahí el ministro recibirá a las agencias en una reunión que tendrá carácter de privado. También se reunirá con representantes de las principales instituciones de inversión que siguen a empresas chilenas y tendrá un encuentro con los principales economistas y analistas que cubren Chile, como emisor soberano.

Eel economista jefe de uno de los bancos más grandes de la plaza local dice que queda claro que Valdés “va a Nueva York a explicar el presupuesto 2017 y asegurarse que las clasificadoras y principales inversionistas institucionales lo entiendan bien. Él va a cuidar el credit rating de Chile”.

Las clasificadoras en el banquillo

En noviembre de 2011 el diario El País de España dijo que Mariano Rajoy se ganó un mandato histórico, la más grande mayoría en la historia de España, pero un mandato con el menor poder en democracia. ¿La razón? España, tal como Italia, Grecia y Portugal, estaba en manos de sus acreedores y de la Unión Europea. El gobierno socialista al que reemplazó era el quinto den Europa que sucumbía ese año y fue visto como otro ejemplo de una clase política disfuncional e impotente ante las fuerzas del mercado, a las cuales se le acusan de haber usurpado los procesos democráticos tradicionales.

Y dentro de esas criticas, se puso al banquillo al rol de las clasificadoras.

El Fondo Monetario Internacional señaló en un informe en el 2012 que “estas agencias usan y abusan del poder que tienen”. Y fue enfático en señalar que estas “necesitan una supervisión más estricta porque sus actividades tienen un impacto significativo en los costos de endeudamiento de los países y pueden afectar la estabilidad financiera”.

Un economista que tuvo roles destacados durante los gobiernos de la concertación, concuerda que las agencias han adquirido un rol protagónico en el actual debate de una política pública como el presupuesto, pero es de la opinión que el ministro Valdés no solo es un gran economista, si no que también es un “muy buen político” y sabrá navegar con éxito los desafíos y presiones que enfrente.

La economía no muestra señales de repuntar y tanto el gobierno como el Banco Central se han visto forzados a recortar sus proyecciones de crecimiento para el próximo año. El Banco Central estima que la economía crecerá entre 1,75 – 2,75 por ciento. Los supuestos exactos de Hacienda para el presupuesto los sabremos el próximo lunes cuando el ministro los explique en el Senado.

El compromiso de Valdes es reducir anualmente en 0,25 punto porcentual el déficit fiscal estructural y según parlamentarios, eso no cambiará.

El ex ministro de Hacienda, Manuel Marfán, es quizá el que mejor lo ha dicho: este es un presupuesto será la prueba de fuego para saber el grado de responsabilidad de la Presidenta.

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