Las principales firmas de abogados siguen siendo abrumadoramente blancas y masculinas. Aunque aproximadamente la mitad de los graduados de las facultades de derecho de EE.UU. han sido mujeres por cerca de dos décadas, ellas representan sólo cerca de 20 por ciento de los socios de los bufetes de abogados que han firmado la declaración de principios de diversidad de la Asociación de Abogados de la Ciudad de Nueva York. El resultado es aún peor para las minorías, que representan 26 por ciento de los asociados pero sólo 8 por ciento de los socios.
¿Qué significa la diversidad en tiempos de una presidencia de Donald Trump? Incluso en momentos en que Estados Unidos y el resto del mundo se hacen cada vez más diversos, los nombramientos al gabinete del presidente electo hasta ahora se han inclinado hacia hombres blancos y multimillonarios, alejándose de las mujeres y los negros.
Mientras las corporaciones estadounidenses siguen obteniendo malas notas en lo que se refiere a abrir sus directorios y mejores puestos a mujeres y minorías, muchas compañías están intentado mejorar en ese aspecto. Un esfuerzo reciente es el trabajo que están haciendo departamentos legales de varias empresas para alentar a que firmas de abogados externas con las que trabajan asciendan en sus jerarquías a más mujeres y minorías que tienen un alto desempeño.
Las principales firmas de abogados siguen siendo abrumadoramente blancas y masculinas. Aunque aproximadamente la mitad de los graduados de las facultades de derecho de EE.UU. han sido mujeres por cerca de dos décadas, ellas representan sólo cerca de 20 por ciento de los socios de los bufetes de abogados que han firmado la declaración de principios de diversidad de la Asociación de Abogados de la Ciudad de Nueva York. El resultado es aún peor para las minorías, que representan 26 por ciento de los asociados pero sólo 8 por ciento de los socios.
“Hasta que la diversidad sea un factor determinante en la adjudicación de negocios, no vamos a inclinar la balanza”, dice Deborah Epstein Henry, cofundadora y directora gerente de Bliss Lawyers, una firma de reclutamiento del sector.
Ahora, pese al cambio del entorno en Washington, un grupo de 60 directores legales de corporaciones que forman parte del Fortune 1000 están poniendo presión a las firmas de abogados con las que trabajan para que adopten una jerarquía más diversa. Estos abogados internos están apoyando una resolución del Colegio de Abogados de Estados Unidos de dar más negocios a abogados mujeres y de minorías. También prometen trabajar más con bufetes que ascienden a minorías, consultando datos demográficos que ahora solicitan.
“Me están asignando personal que hace que se vea como que tengo un equipo diverso”, explica Mark Douglas Roellig, abogado jefe de Massachusetts Mutual Life Insurance Co. “Pero esas mujeres y esa gente de color no están alcanzando los rangos de socios”.
Grandes clientes corporativos pueden ejercer presión financiera sobre los bufetes de abogados que quieren ganar sus negocios, dice Brad Smith, abogado principal de Microsoft Inc. En 2008, Smith creó un programa que daba una bonificación a los bufetes que trabajaban con Microsoft si cumplían con metas específicas, como aumentar en 2 por ciento al año el número de horas que abogados mujeres y pertenecientes a minorías trabajaban en los casos de la compañía.
El programa obtuvo resultados. Entre 2008 y 2015, la proporción de negocios de Microsoft que fueron adjudicados a mujeres y minorías aumentó de cerca de 34 por ciento a 48 por ciento. El año pasado, Smith reformuló el programa para que las bonificaciones dependieran de la diversidad en los rangos de liderazgo.
Algunas compañías están yendo aún más lejos. La farmacéutica Bristol-Myers Squibb Co. lanzó este año un programa piloto para encaminar a diversos abogados de cuatro de sus firmas externas para que tengan más oportunidad de llegar a ser socios. Cada socio es asignado a un abogado sénior de BMS y un abogado de menor experiencia para obtener una perspectiva del día a día, dijo Adrienne Gonzalez, la abogada de BMS que propuso y ahora dirige el programa. Los abogados también reciben entrenamiento ejecutivo y trabajan en al menos un tema legal para la farmacéutica durante el programa de un año. Para BMS, el esfuerzo es simplemente buen negocio, dijo Gonzalez.
La presión para adaptarse a las demandas de diversidad podría disminuir bajo la presidencia de Trump, dijo Peter Cappelli, profesor de administración de la Escuela Wharton de la Universidad de Pensilvania. “Puedes pedir los datos y luego no usarlos”, dijo. “Me imagino que será un retirada táctica”.
