La pugna por quién se queda con el título de tener el mejor producto parece ser solo la punta del iceberg de una disputa que se desarrolla en varios frentes: a nivel de marketing, sobre la leche reconstituida, en el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia (TDLC); en los medios de comunicación, mediante recados de sus respectivos gerentes e, incluso, a nivel de lobby político. ¿Tiene una empresa ventaja comparativa sobre otra?