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El enredo de las cifras: y ahora, ¿quién podrá medir el empleo? MERCADOS

El enredo de las cifras: y ahora, ¿quién podrá medir el empleo?

Natalia Saavedra Morales
Por : Natalia Saavedra Morales Editora periodística El Mostrador Mercados
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El Banco Central advirtió que el empleo está creciendo dos o tres veces lo que informa el Instituto Nacional de Estadísticas (INE). El organismo emisor dijo en su último informe que el ritmo de crecimiento de los puestos de trabajo difiere de lo informado por el ente estatal, principalmente por los datos que entregan las plataformas de cotizantes y el seguro de cesantía. Eso, sumado a la fuerza laboral que están representando los inmigrantes, ha generado un enredo en la interpretación de cuánta gente esta trabajando en el país. Los economistas que participan del Grupo de Política Monetaria (GPM) dijeron, en su última conferencia telefónica, que la inconsistencia parecía algo a lo que el Gobierno no le estaba dando toda la importancia necesaria.


Esto se parece a un cuento de niños donde «el lobo no quiere sacar a la chiva» y comienza con una larga lista de animales que no pueden solucionar un problema. Y es que cómo realizar la medición de los fenómenos que están afectando al mundo laboral, se está convirtiendo en una bola de nieve para el Gobierno, que parece que aún no han visto venir y donde nadie parece ser el responsable.

El Banco Central advirtió que el empleo está creciendo dos o tres veces, lo que informa el Instituto Nacional de Estadísticas (INE). El ente emisor dijo en su último informe que el ritmo de crecimiento de los puestos de trabajo difiere de lo informado por el organismo estatal, principalmente por los datos que entregan las plataformas de cotizantes y el seguro de cesantía. Eso, sumado a la fuerza laboral que están representando los inmigrantes, ha generado un enredo en la interpretación de cuánta gente esta trabajando en el país. Algo poco conveniente para el Gobierno.

El Central aclaró que no se trata de una crítica al INE, sino de un llamado a modernizarlo. Pero las advertencias no quedaron allí. La diferencia de criterios se remonta a que cuando el organismo decidió subir la Tasa de Política Monetaria (TPM), miró otros números, diferentes y más robustos de los que había informado el Instituto Nacional de Estadísticas.

El 7 de noviembre, parte de las inconsistencias quedaron en evidencia cuando el INE corrigió las cifras de la Encuesta Mensual de Remuneraciones y el Costo de Mano de Obra. Y los economistas hicieron eco de lo que a esta altura parece una confusión bastante insostenible.

Los economistas que participan del Grupo de Política Monetaria (GPM) dijeron, en su última conferencia telefónica, que la diferencia informada parecía algo a lo que el Gobierno no le estaba dando toda la importancia necesaria. «Que se haya corregido la serie de remuneraciones en la magnitud que se corrigió bajo un periodo histórico largo, a mí me parece tremendamente grave y no se le ha dado la relevancia que tiene», señaló en la instancia Tomás Izquierdo, gerente general de Gemines. En el GPM participan, además de Izquierdo, Verónica Mies (Instituto de Economía, Universidad Católica de Chile), Carlos Budnevich (ESE Business School, Universidad de Los Andes), Guillermo Le Fort (Faculta de Economía y Negocios, Universidad de Chile) y Juan Pablo Medina (Escuela de Negocios de la Universidad Adolfo Ibáñez).

De acuerdo a los últimas cifras oficiales, la tasa de desocupación en el país se situó en 7,1% en octubre. Las cifras se suman a las apreciaciones de los gremios y los cálculos que organismos han hecho con el Central. «En una crisis respecto a las expectativas económicas del Gobierno, es urgente tener una sola cifra y no confundir a la opinión pública», comentan desde un gremio.

El «castigo» a la figura de Sebastián Piñera y su administración es, precisamente, un asunto que se ha visto influido por la percepción del desempeño de la economía. Según la última encuesta CEP, el 57% de las personas cree que el desempeño económico está estancado, y de acuerdo a la medición de Criteria (encargada por el instituto Igualdad), el 76% de los encuestados considera que la promesa de bonanza del Gobierno no ha llegado.

La base del 2002 

El 31 de agosto de 2016 varias notas de prensa hicieron eco de comentarios de la ministra del Trabajo, Ximena Rincón. Entonces la secretaria de Estado comentó que las cifras del INE y los datos administrativos de medición de empleo estaban «desacoplados».

Cuando la ministra Rincón hizo notar la diferencia por «el registro administrativo de creación de puestos y el registro muestral que entregaba el INE, esa observación fue objeto de críticas», recuerda el director de Estudios del Instituto Igualdad, Francisco Díaz.

El ex subsecretario del Trabajo explica a El Mostrador que el gran dilema es que el conteo del INE está dejando a un lado algunos aspectos clave a considerar, pero no porque esté midiendo mal, sino porque la base de muestreo con la que trabajan está obsoleta. Algo con lo que coincidieron los economistas del GPM. «El Censo que está ocupando el INE para su muestra de empleo es del 2002 con algunas correcciones y eso me hace pensar que eventualmente las estadísticas oficiales de empleo pueden ser bastante erradas«, apuntó Tomás Izquierdo.

Díaz añade que el Gobierno «ha sido irresponsable en todo lo que tiene que ver INE. Los efectos de un Censo mal hecho no tenían solo que ver con no saber cuántos somos, el problema es que el mapa de Chile cambia. Nos ha penado seis, siete años, y en materia de empleo estamos usando el mapa censal de hace más de 10 años».

El problema radica en que esas muestras censales no incorporan, por ejemplo, la masa de personas extranjeras viviendo en Chile. ¿Por qué el Gobierno no apura el ajuste de las estadísticas? Hay que darle tiempo, asegura Díaz, pues no es algo rápido de hacer. «Corregir esos mapas con el Censo de 2017 se tarda al menos dos años y ese ruido estadístico va a seguir».

BCI emitió la semana pasada un informe especial para analizar los bemoles del mercado laboral. El él señaló que «durante 2018, la evolución del mercado laboral ha estado en el centro de la discusión económica en Chile. El propio Banco Central ha señalado que ha evaluado información de fuentes alternativas al INE para tener una adecuada lectura de su desempeño. El ingreso de inmigrantes a la fuerza de trabajo, una legislación laboral más rígida, la aparición de fuentes de trabajo digitales y los esfuerzos de automatización en empresas productivas, entre otros factores, han llevado a nuevas interrogantes respecto a las condiciones del mercado laboral en nuestro país, abriendo incluso una discusión académica respecto a si las actuales herramientas de medición laboral son las adecuadas bajo este escenario».

El Departamento de Estudios del banco agregó que, más allá de las metodologías, es necesario buscar fuentes de información amplias para poder establecer de mejor manera la evolución del mercado del trabajo.

El gerente de Estudios de Renta4, Guillermo Araya, comentó a El Mostrador algunas cifras. De acuerdo a los últimos datos de la encuesta del INE, la tasa de desempleo del trimestre móvil agosto-octubre de 2018 fue de 7,1%, superior en 4 décimas respeto a igual trimestre de 2017 y ubicándose durante los últimos seis trimestres móviles sobre el 7,0%.

De esa misma encuesta se obtiene que la cantidad de ocupados llegó a 8.380.810 personas, versus 8.297.150 ocupados en igual trimestre de 2017, es decir, en doce meses se han creado 83.660 empleos. Un crecimiento de un 1,0% en el número de ocupados.

«La cantidad creada de empleos es lo que ha generado cuestionamientos al comparar con otras cifras de empleo sectoriales. Sin embargo, la forma de medir no se ha modificado, por lo tanto, si ahora el instrumento es bueno, regular o malo, antes también lo fue y, por tanto, las medidas son totalmente comparables. En Estudios Renta4, estimamos que no se le puede echar la culpa al termómetro porque no marca la temperatura que yo quiero que marque, si he ocupado el mismo instrumento por años», comentó.

Desde la firma añadieron que para 2019, ante la ausencia de catalizadores tales como una agresiva política en el tema de concesiones (caminos, puertos, cárceles, hospitales, etc.) ni algún impulso especial para la inversión en construcción o infraestructura, es difícil que la creación de empleo sea algo que nos sorprenda.

«Finalmente, con un crecimiento de la economía de 3,5% para 2019, cifra positiva pero inferior a la de 2018, y no existiendo catalizadores, estimamos que la tasa de desempleo, aunque pueda bajar respecto de lo registrado hoy, se ubicaría en un rango entre un 6,5% a 7,0%, con un crecimiento del empleo de alrededor de un 1,0% (80.000 a 85.000 por año)», detalló Araya.

La dormida reforma al INE

El debate de las cifras de empleo ha sacado a colación otro asunto: la dormida reforma al INE. Si bien Michelle Bachelet le había puesto urgencia al proyecto, en este Gobierno ha perdido relevancia, pese al acuerdo político que presentaba la iniciativa.

Una ex autoridad gubernamental es más crítica con su mirada. «Hay que ponerle plata, entregar el poder a técnicos aptos y que no se convierta en un instrumento político», dijo al respecto.

El GPM recomendó trabajar en el proyecto que se mantiene en segundo trámite constitucional, y «sobre eso hay que avanzar, para que tengamos un resguardo mejor de las estadísticas, y en la calidad, porque toda la política pública depende de buenas cifras».

«Uno quiere estar seguro de la calidad y confiabilidad de esas cifras y, por tanto, es necesario poner un ojo en cómo mejorar la institucionalidad del INE y en el presupuesto propio»,  señaló Juan Pablo Medina.

El problema, advierte Díaz, no es solo de una agenda demorada donde el tema de la reforma al INE es una más de una larga lista, sino que «sobre la base de esas estadísticas se toman decisiones oficiales, se hacen políticas de Gobierno, y eso parece peligroso».

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