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Felipe Irarrázabal imparable: ahora frenó compra de radios a Andrónico Luksic

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Otra señal potente en favor de la libre competencia emitió ayer la Fiscalía Nacional Económica al poner un freno a la compra de las radios Horizonte y Oasis por parte de Canal 13 y emitir un informe desfavorable al Tribunal de la Libre Competencia para que se pronuncie sobre la operación.

Básicamente, expresa su cuestionamiento ante la posibilidad cierta de que la estación, dado su tamaño en el mercado, promueva la venta de “paquetes publicitarios” que incluyan avisaje en la estación televisiva así como en sus radioemisoras y la eventual desaparición de radios de menor tamaño.

Andrónico Luksic fue el primero en mover las piezas de una industria en la que tres de los cuatro canales grandes cambiaron de mano. El 6 agosto de 2010 cerró la compra del 67% de Canal 13 y de las radios Play y Sonar, incluidas en la transacción, a un precio irrepetible de US$ 55 millones. El 26 de agosto de ese mismo año Time Warner adquirió Chilevisión, que pertenecía al Presidente Sebastián Piñera, en US$ 150 millones Carlos Heller y Gonzalo Rojas, quienes también hicieron una oferta, pero inferior, terminaron como dueños de Mega tras cerrar un acuerdo con el holding de Ricardo Claro el 28 de diciembre del año pasado. El precio esta vez alcanzó a los US$ 143 millones. Y no se descarta que compren los otros medios de comunicación de propiedad de Claro: Diario Financiero y la revista Capital, cuyo fundador y dueño fue Guillermo Luksic, quien se la vendió al fallecido empresario.

El pronunciamiento de la FNE, que respondió una solicitud de las partes —Canal 13 y el vendedor Julián García Reyes— se suma a otros dictámenes que le han dado a la FNE un protagonismo pocas veces visto. Gran impacto provocó la denuncia de un cartel entre Agrosuper, Ariztía y Don Pollo para controlar la producción de pollos y asignarse cuotas de mercado a través de la coordinación de la Asociación de Productores Avícolas.

Usando por primera vez las facultades de interceptar llamados telefónicos y la delación compensada acusó a Tur Bus, Pullman Bus y otras dos compañías de coludirse para impedir el ingreso de nuevos competidores mediante el arriendo de oficinas en los terminales de Valparaíso, Coquimbo, La Serena y Antofagasta, lo que es un requisito indispensable para que las empresas de transporte interurbano puedan operar. En este caso fueron interceptados el presidente y dueño de Tur Bus, Jesús Diez, y un asesor de Pullman Bus.

Más potente, mediáticamente hablando, fue la irrupción de efectivos del OS9 de Carabineros y personal de la FNE en las oficinas centrales de Cencosud, WalMart, Tottus y Unimarc, donde se incautaron computadores en una investigación de oficio para detectar una posible colusión en la compra de carnes y detergentes.

En esta causa, el fiscal nacional económico, Felipe Irarrázabal, se inhabilitó, porque antes de asumir el cargo, al que accedió por el sistema de Alta Dirección Pública, representó como abogado a Paris, filial de Cencosud, en la denominada “Guerra del plasma”, que terminó en 2008 con un fallo de la Corte Suprema que aplicó multas a Paris y Falabella. Otro hecho que tomó en cuenta para esta decisión es que su hermano, Cristóbal Irarrázabal, es el gerente general corporativo de Tottus. Por esa razón, el proceso quedó a cargo de un fiscal subrogante.

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