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El llamativo giro de Codelco: antes no y ahora sí le interesa el litio


No hay duda que el Gobierno es permeable a la opinión pública, a las de diputados, senadores y todos aquellos que instalen una idea en los medios de comunicación.

Cuando en febrero se anunció que el Estado licitaría 100 mil toneladas de litio Pablo Wagner, el subsecretario de Minería, le abrió las puertas con gran entusiasmo a Codelco, pero la estatal no se tomó la molestia de entrar a mirar siquiera.

Las razones no eran otras que estimar que no está dentro de su foco estratégico, que es el cobre y donde es el mayor productor del mundo, y que se trata de un negocio muy chico. “El mercado mundial (en ventas) es de menos de US$ 1.000 millones al año”, dijo en ese momento Diego Hernández, el ex presidente ejecutivo de Codelco.

Incluso un director comentaba que ojalá que los chilenos entendieran que el litio no es el oro blanco, el petróleo del futuro, ni acepciones similares.

Cuatro meses después de la entusiasta invitación del subsecretario de Minería, Codelco de pronto cambió de opinión. Gerardo Jofre, el presidente del directorio, anunció que comprarían las bases y que se interesaron mucho en los antecedentes que les exhibió Pablo Wagner. Los mismos que ya conocían, pues Wagner se reunió con Codelco que, desde 2009, sabe que la ley de sus reservas en el Salar de Pedernales es de 0,08% versus 0,3% del Salar de Atacama que explotan SQM y la estadounidense Chemetall.

El viraje está claro: la palabra privatización de un recurso natural sacó pifias en la galería y en los sillones del Congreso, por lo que la presencia de Codelco se hizo indispensable para calmar los ánimos.

«La presión sobre Codelco vino directamente de La Moneda y fue una decisión entendible desde el punto de vista político, el tiempo dirá si tiene sentido desde el punto de vista económico», asegura un senador de la Alianza cercano a Palacio.

Otro detalle no menor es la renuncia de Diego Hernández debido a la difusa línea entre las nuevas atribuciones del directorio y las que él tenía como presidente ejecutivo, lo que desató una pugna de poder con Jofré.

Mientras el primero apostaba a la internacionalización de la empresa y no mostró interés en ell litio, el segundo sí lo veía con buenos ojos. Jofré es muy amigo del Presidente Piñera, quien lo designó presidente del directorio de Codelco, y a quien respaldó en el gallito con Hernández.

Jofré es un buen soldado y ahora parece que es el que manda en la compañía

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