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Hollywood y Silicon Valley apoyan a Obama

Hollywood y Silicon Valley apoyan a Obama

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Tres meses después de que, vestido de etiqueta, George Clooney compartiera una cena en la Casa Blanca con Barack y Michelle Obama, el presidente viajó a la mansión del actor en Studio City en ocasión de otra comida. Esa segunda reunión poblada de estrellas realizada en mayo tuvo un postre mejor: US$15 millones en fondos para la campaña.

Menos de dos semanas después, Obama volvió a California, esta vez a la Bay Area de San Francisco, para recibir aportes del sector de tecnología del estado en una cena con temática hawaiana que ofreció el capitalista de riesgo Douglas Goldman.

“Sin duda California se ha convertido en el cajero automático de los demócratas en esta campaña”, dijo Chris Lehane, un estratega partidario de San Francisco que trabajó en la campaña de 2000 de Al Gore. “Hollywood está haciendo más que nunca, y Silicon Valley ha dado un paso al frente con nuevos fondos”.

Obama, que tiene 51 años, ha asistido a por lo menos 25 reuniones de recaudación de fondos en California en los últimos dos años. Casi todas se realizaron en o cerca de Los Ángeles o San Francisco. Los habitantes del Golden State son responsables de la quinta parte, alrededor de US$31 millones, de los aportes a la campaña de reelección superiores a US$200, según el Center for Responsive Politics, un grupo de Washington que analiza la recaudación de fondos.

Lucha contra la piratería

El apoyo a Obama de los sectores tecnológico y de entretenimiento enmascara un drama político que afecta a ambas industrias: la lucha por la piratería de contenidos. Obtener el favor del presidente puede dar a una de las partes ventaja en la batalla legislativa que podría reanudarse el año próximo.

Si Hollywood logra restringir el uso no autorizado de su contenido online al enfrentarse a compañías como Google Inc., ello afectaría el crecimiento de Internet y la libertad de expresión, ha sostenido la industria tecnológica. Para Google y otras compañías de Silicon Valley, cuyos empleados han invertido millones de dólares en la campaña de Obama, ganar la batalla relacionada con la piratería podría traducirse en miles de millones, dijo Andrew Schwartzman, un abogado de comunicaciones de Washington.

También en Hollywood es mucho lo que está en juego. La Motion Picture Association of America estima que la industria cinematográfica pierde US$20.000 millones anuales como consecuencia de la piratería. Investigadores federales han calificado el robo de “considerable”, al tiempo que dicen que es imposible calcular su verdadero costo.

Protesta de Internet

Los estudios cinematográficos estuvieron cerca este año de lograr una importante victoria federal en la represión del uso ilegal de Internet de su contenido. La MPAA, que representa a los estudios, hizo lobby a favor de una medida que permitiría al Departamento de Justicia buscar órdenes judiciales para obligar a proveedores de la web, buscadores, procesadores de pagos y redes de publicidad online a poner fin a los negocios con sitios no estadounidenses vinculados a productos falsos.

La legislación avanzaba hacia la aprobación por parte del Congreso hasta que una protesta de Internet que encabezaron Google y Wikipedia consiguió frenarla en enero. En medio de la batalla, los asesores de tecnología y propiedad intelectual de Obama difundieron una declaración que intentaba conciliar las diferencias y dijeron que “la importante tarea de proteger la propiedad intelectual online no debe amenazar una Internet abierta e innovadora”.

En Hollywood hubo quienes se sorprendieron, ya que esperaban que el presidente apoyara la legislación.

Poco después del fracaso del proyecto de ley, Jim Gianopulos, que donó la cantidad máxima permitida a Obama en 2008 y es uno de los presidentes de Fox Filmed Entertainment, de News Corp., dijo en una entrevista de la revista Variety: “He sido un vehemente seguidor del presidente, pero en este momento no podría decir que siento un gran entusiasmo por brindar apoyo”.

Esa primera indignación, sin embargo, se ha desvanecido. “Hubo enojo, sí, pero se sigue adelante”, dijo Gianopulos en una entrevista.

Donaciones millonarias

El máximo responsable ejecutivo de DreamWorks Animation SKG Inc., Jeffrey Katzenberg, fue uno de los primeros en hacer su aporte a la campaña de reelección. En mayo de 2011 firmó un cheque de US$2 millones, suma que sólo igualó el fundador de Qualcomm Inc., Irwin Jacobs, otro californiano. Katzenberg también organizó la reunión del 11 de mayo de recaudación de fondos para Obama en la casa de Clooney.

“Una vez más, la industria del entretenimiento ha dado un paso al frente muy importante”, dijo Katzenberg a los que asistieron a la reunión.

El evento se celebró un día después de que Obama manifestara su apoyo al matrimonio homosexual, un tema importante para los demócratas de California y para muchos de los integrantes de la industria del entretenimiento.

“La comunidad creativa tiende a apreciar los valores, en contraposición a la exclusiva concentración en cuestiones financieras o puntuales”, dijo Andy Spahn, un ex vocero de DreamWorks que es uno de los presidentes de finanzas del Comité Nacional Demócrata.

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