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Southern Cross advirtió ante la junta de accionistas que SMU necesita una inyección de recursos urgente

Iván Weissman S
Por : Iván Weissman S Editor El Mostrador Semanal
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Votaron en contra del aumento de capital por US$ 600 millones y ahora se saben los detalles del porqué: no existen las condiciones mínimas para una apertura en bolsa, la empresa necesita una inyección de recursos urgentes y el valor propuesto por el grupo controlador no se ajusta a la realidad.

"Estimamos que pretender efectuar una colocación pública de acciones exitosa bajo mínimos estándares de mercado y en cumplimiento estricto a la regulación vigente, requiere que el mercado perciba señales consistentes y claras de mejoras radicales en la administración, incluyendo una verificación exhaustiva de sus estados financieros, así como también una mejora sustancial de sus resultados y perspectivas", fueron las duras palabras de Raúl Sotomayor en el texto que leyó durante la polémica junta de accionistas de SMU del jueves pasado.

En dicha junta, Southern Cross, el fondo que Sotomayor maneja en Chile y que es el segundo mayor accionista del holding supermercadista controlado por Álvaro Saieh, rechazó ir al aumento de capital, lo que hizo gatillar una cláusula en el pacto de accionistas que obliga a Saieh a indeminizarlos.

El día anterior, el abogado Fernando Barros, representante del fondo en el directorio, renunció, alegando duros cuestionamientos a como el grupo controlador está manejando la empresa.

En la junta Sotomayor dijo que "a este accionista le preocupa profundamente que la incorporación de los recursos, que urgentemente necesita la Compañía, no se pueda materializar oportunamente", agregando que "es por este motivo que este accionista ha planteado al controlador, por escrito, la conveniencia de materializar un aumento de capital que se coloque en forma privada y de manera inmediata, que, por lo demás, es lo que espera el mercado en general para allanar los recursos que urgentemente necesita la Compañía. Y, una vez materializada dicha colocación, proceder a registrar las acciones de la Compañía, según lo solicitado ya por este accionista anteriormente. Posteriormente, una vez cumplidos las medidas necesarias de regularización de su situación financiera, comercial y de gobierno corporativo, la Compañía podría inscribir un aumento de capital a ser colocado en el mercado".

En el texto Sotomayor dice que "resulta evidente que la situación por la que atraviesa la Compañía, que es de público conocimiento y que incluye la necesidad de rectificar estados financieros, el incumplimiento de contratos de emisión de bonos y créditos sindicados, la rebaja de las clasificaciones de riesgo, los problemas de liquidez, los continuos cambios en la administración superior, el cuestionamiento público a la gestión y resultados de la empresa y los deficientes resultados, por mencionar sólo algunos, no constituye un ambiente adecuado para efectuar una oferta pública de acciones o apertura de la Compañía en Bolsa".

El socio de Southern Cross sugiere que antes de abrirse en bolsa "se debe efectuar un importante trabajo de normalización de las operaciones de la Compañía", incluyendo regular "las diversas operaciones con partes relacionadas, según lo que ha sido planteado por este accionista minoritario en diversas oportunidades. Esto reviste especial importancia, considerando que la Compañía ha emitido valores de oferta pública, tanto en Chile como en el extranjero, durante estos últimos dos años, para cuya colocación se han considerado los referidos estados financieros. Es decir, una muestra mínima de transparencia al mercado, al cual ahora se pretende nuevamente recurrir para colocar un aumento de capital, exige una completa auditoría de lo que se ha venido revelando en la información financiera, incorporándose los ajustes que sean necesarios".

Sotomayor afirma que es urgente que se efectúe "una auditoría interna para identificar las responsabilidades que puedan corresponder tanto los actuales auditores de la Compañía, como los miembros de su administración superior, en los graves errores que la Compañía ha tenido que reconocer y que, eventualmente, tenga que reconocer respecto de estados financieros anteriores, los cuales han producido un grave perjuicio a la misma y a sus accionistas". Concluye que para poder realizar una apertura en bolsa exitosa y ajustada a los intereses de los accionistas, "que ella se efectúe una vez que la Compañía haya mostrado un cambio sustancial de tendencia en sus resultados como consecuencia del proceso de integración y su plan de crecimiento. Estimamos que ello es una señal potente e ineludible al mercado al cual se pretende acceder nuevamente".

VALORIZACIÓN DE LA COMPAÑÍA VS. SU SITUACIÓN ACTUAL

Sotomayor también cuestionó el valor que Saieh le da a SMU para la apertura en bolsa y el aumento de capital: "Lo que se está proponiendo es una valorización de la empresa por debajo de su valor de libros, lo cual a todas luces, parece irregular y sólo incrementará las dudas respecto de la solvencia de la empresa, a la vez que puede profundizar los cuestionamientos del mercado y de la autoridad respecto de la situación de la Compañía.

Ello sin mencionar, además, los cuestionamientos que afectan la verosimilitud de la información financiera de la Compañía y la labor de sus auditores externos".

El Mercurio informó el sábado que la Superintendencia de Valores (SVS) está recabando todos los antecedentes sobre los ajustes contables "en relación a los contratos de arriendo de SMU junto con otros datos relevantes relacionados a los incumplimientos de covenants de los bonos emitidos por la sociedad".

Para leer el texto completo de Raúl Sotomayor pinche aquí.

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