El plan de alivio impositivo que lanzó la presidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner luego de que su partido sufriera su peor derrota electoral en una década amenaza con generar el mayor aumento del déficit presupuestario en 12 años y afectar los intentos de incrementar las reservas del banco central, que se usan para pagar a los tenedores de bonos.
La brecha fiscal, que creció 30 por ciento hasta junio respecto de igual período del año pasado, podría alcanzar el 3 por ciento de la economía conforme declina la recaudación impositiva, según Moody’s Analytics Inc. Sería la mayor brecha desde 2001, cuando el país cesó los pagos de US$ 95.000 millones de deuda. Como el país no está dispuesto a tomar crédito a tasas que serían las más altas de los mercados emergentes, Fernández ha financiado el déficit mediante préstamos de instituciones públicas y diezmando las reservas para pagar las obligaciones en moneda extranjera.
Fernández, que tiene 60 años, cedió a las demandas sindicales de elevar el piso a partir del cual se paga impuesto a las ganancias, que no se había modificado durante dos años en un contexto de inflación anual de 25 por ciento. Luego de un desempeño inferior al que pronosticaban las encuestas en las elecciones primarias de agosto, el gobierno busca alentar el consumo y llevar más pesos al bolsillo del electorado para conseguir más apoyo con miras a las elecciones legislativas del 27 de octubre. Fernández quiere mantener el control del Senado y la cámara baja.
“Argentina debe mejorar sus cuentas fiscales, dados los riesgos que enfrenta con los ‘holdouts’ y posibles litigios futuros”, dijo Enrique Álvarez, jefe de renta fija para América Latina de IdeaGlobal, en entrevista telefónica desde Nueva York. “En lugar de eso, prioriza ventajas políticas con esta reducción de impuestos antes de las elecciones de mitad de mandato de octubre”.
Los bonos argentinos con denominación en dólares rinden un promedio de 13,89 por ciento, más del doble del promedio de 6,47 por ciento de sus pares de mercados emergentes, según el índice EMBI Global de JPMorgan Chase Co.
El apoyo a la coalición gobernante de Fernández cayó a 26 por ciento de los votos en las primarias del 11 de agosto, en comparación con el 54 por ciento obtenido en 2011, cuando se reeligió a la mandataria. El plan de alivio impositivo exime del pago de impuesto a las ganancias a los trabajadores que ganan menos de 15.000 pesos (US$ 2.600) por mes, una medida que le costará al país 2.400 millones de pesos hasta fin de año.
El vocero presidencial, Alfredo Scoccimarro, no contestó un correo electrónico en el cual se le solicitaban declaraciones sobre si el objetivo del plan impositivo es tratar de seducir a los votantes antes de las elecciones de octubre.
Mientras la recaudación impositiva creció 25,5 por ciento en agosto, el menor aumento desde marzo, las reservas del banco central han declinado alrededor de 18 por ciento en lo que va del año, a US$ 36.700 millones, la caída más rápida desde 2002.
