Las AFP parecen estar viviendo un fin de ciclo.
Primero, tras una década y media al frente del gremio que las reúne, Guillermo Arthur dejará este mes la presidencia de la Asociación. Lo hace tras años de diferencias con Habitat, la segunda AFP del mercado, pero la que últimamente se ha mostrado como la más díscola del grupo. Arthur dejará el cargo con la mancha de haber validado ante el directorio del gremio la intervención del ex candidato presidencial Pablo Longueira, en su interés de representar a las AFP en el directorio de empresas donde participan.
Segundo, con la salida de Arthur, los fondos de pensiones están tomando carriles separados frente al nuevo escenario político y las críticas que se le hacen a la industria.
A comienzos de año, Planvital tiró el mantel ofreciendo una comisión de 0,47% del sueldo imponible por los nuevos afiliados al sistema que ingresen desde agosto próximo, desatando las críticas de AFP Modelo, que hasta ahora cobra 0,77%. La oferta de Planvital quebró los esquemas: es casi un tercio de lo que cobran Cuprum, Provida y Capital, y poco más de un 20% de lo que la AFP cobra hoy.
A eso hay que sumar que en los últimos meses Cuprum y Habitat han decidido actuar por separado frente a la crisis que enfrenta el sistema y la discusión pública sobre el futuro de las AFP.
En septiembre de 2013, Cuprum hizo pública una serie de propuestas de cambios al sistema de pensiones que rige desde hace casi 34 años. La gestora planteó –entre otras cosas– pasar de cobrar comisiones por el total de ahorros, a un pago del saldo de fondos que cada AFP tenga al cierre del año. Cabe recordar que hace un año pasó de ser controlada por el Grupo Penta –de Carlos Eugenio Lavín y Carlos Alberto Délano–, a formar parte del gigante de la industria mundial, Principal Financial.
La propuesta de Habitat
Ayer Habitat dio su visión de los cambios que se necesitan. Y son bastante distintos y más radicales que los que propone Cuprum. La AFP dio a conocer dos propuestas que la distancian de sus pares y que revelan un inédito esfuerzo por diferenciarse de la competencia. Las medidas no fueron informadas ni discutidas en la Asociación que dirige Arthur y sólo ayer por la tarde eran presentadas a la autoridad.
En su primera propuesta, Habitat se ofrece a devolver un porcentaje de las comisiones cobradas en un año si en ese ejercicio los fondos que administra caen. La fórmula al parecer es sencilla: la AFP reintegrará un porcentaje de las comisiones cobradas en un año determinado, guarismo que será idéntico a la variación negativa que hayan tenido sus fondos. Si estos últimos bajan 5%, la AFP devolverá el 5% de las comisiones que cobró.
La medida, eso sí, más que tener como objetivo compensar mayormente al afiliado, va dirigida a dar una señal de alineamiento del interés del afiliado con el interés de la AFP. Esto, no sólo porque financieramente ninguna AFP podría compensar la caída total de los fondos –se iría a la quiebra–, sino porque además la evolución de los mercados y, por ende, de los fondos, no es responsabilidad de las gestoras privadas. Así, la firma que preside hasta mañana José Antonio Guzmán, busca que el afiliado sienta que, cuando pierde dinero por la rentabilidad de los fondos, la AFP también verá ajustada su utilidad por la baja en sus ingresos por comisiones, principal fuente de negocio de la administradora.
El gerente general de Habitat, Cristián Rodríguez, explicó que si esta propuesta hubiese estado vigente en 2008, la AFP tendría que haber devuelto $ 20.000 millones a sus afiliados y la compañía –que ganó $ 4.000 millones en el referido año– habría sufrido pérdidas de $ 15.000 millones.
El ejemplo es evidencia de que la medida no compensará todas las pérdidas, pero sí pondrá fin a una de las críticas más duras que se le hace al sistema: que aun cuando los fondos pierden plata, las AFP ganan igual. En 2008, los fondos de los afiliados que gestionaba Habitat cayeron en más de $ 5.200.000 millones (esto calculado para ambos años con el dólar al cierre de 2008, lo que da unos US$ 8.200 millones). La cifra es más de 260 veces lo que Habitat habría compensado, en términos gruesos.
Lo que hace Habitat es un giro no menor en la tendencia que ha seguido hasta ahora la industria, que se resiste a este tipo de ideas. Aun más, esta propuesta se alinea con la que ha planteado Felices y Forrados, como reconoció el propio Guzmán. De hecho, Habitat no compartió la propuesta con la Asociación de AFP.
Principal, a través de su country head, Pedro Atria, sólo comentó que fueron ellos los que “abrieron este debate de fondo en agosto pasado y, en este sentido, valoramos profundamente la discusión de este tema a nivel país y destacamos cualquier iniciativa que apunte a mejorar las pensiones de los chilenos”.
La Reacción del Mercado: jugada de marketing magistral
El resto de las AFP guardó silencio. En el mercado diversas voces analizan lo ocurrido como una evidencia del fin del ciclo.
Un alto directivo ligado a una AFP cree que es claro que Guzmán “rompió un código” al no informar al gremio de sus propuestas antes de hacerlas públicas y que tales propuestas fueron una “jugada de marketing magistral”, que tiene por objetivo “diferenciarse del resto del mercado”.
Habitat, de hecho, también propuso que se les permita implementar otra medida: aportar de su patrimonio $ 100 mil a cada recién nacido hijo de un afiliado o afiliada a Habitat; esto con el objetivo de iniciar tempranamente la cotización de las personas y así mejorar el nivel de ahorro para la pensión. Si luego se cambia de administradora, entienden que es posible y debe quedar abierto.
Una alta fuente de esta industria, cuya opinión es reconocida entre las AFP, cree que lo que hizo Habitat es una estrategia para potenciar su imagen, pues no mejora sustancialmente las pensiones y está enfocada en el debate actual que tiene que ver con el precio (comisión).
“Comunicacionalmente me parece poderoso. ‘Si tengo pérdidas renuncio a mis utilidades’, eso es potente”, afirma la fuente, reconociendo el poder de la propuesta de Habitat.
Otra fuente, esta vez ligada a una las AFP grandes, explica que para las AFP recién adquiridas no es posible apoyar la idea de Habitat de rebajar sus comisiones, pues ahí estaba la esencia del negocio por el cual pagaron un alto precio. Es el caso de Metlife, que compró Provida, y Principal, que adquirió Cuprum.
Agrega que la idea de Cuprum de pasar a cobrar comisión por saldo, tampoco es bienvenida, pues es vista como una medida que beneficia a las AFP que tienen cotizantes con sueldos altos, que generan altos ingresos en el año y, en consecuencia, ven menos impactada su generación de caja. Cuprum es la única AFP que tiene un promedio de ingresos imponibles de sus afiliados superior a $ 1 millón. Las AFP como Modelo y Planvital, dicen, no pueden apoyar una medida así, pues tienen ingresos más ajustados.
En su opinión, lo planteado por Habitat es un buen principio para intensificar la competencia en el sector. “Me parece bien, debería haber menos uniformidad entre las AFP, que comiencen a diferenciarse”, agrega.
Pero la idea de Habitat también es compleja de implementar, debido a que nunca se ha permitido que las AFP compensen con dinero, ni de ninguna forma, a los afiliados cuando hay baja del valor de sus fondos.
De hecho, recuerda la fuente, a fines de los 80 se discutió este tema a propósito de algunos obsequios que se hacían para afiliarse, situación que se reiteró en los 90 y que llevó a imponer fuertes sanciones en caso de que existan este tipo de incentivos. Y es que, si fuera validado, lo propuesto por Habitat tendría que modificarse por ley y permitir donaciones o aportes de las AFP a sus clientes.
Punto de partida para una discusión
El ex subsecretario de Previsión Social, Augusto Iglesias, quien elaboró un diagnóstico y un paquete de propuestas antes de que concluyera el gobierno de Sebastián Piñera, cree que es positivo el planteamiento de Habitat en la medida que sea un punto de partida para discutir los perfeccionamientos que requiere el sistema, aunque lo central es tomar medidas para enfrentar los desafíos demográficos del país.
En todo caso, a propósito de la idea de compensar a afiliados con baja de comisiones, recuerda que debe ser muy bien estudiado, puesto que debieran existir resguardos para que no se afecte la libre competencia, considerando los incentivos que daría Habitat u otra AFP para crecer en el mercado.
“Ningún cambio en la estructura de comisiones puede ser anticompetitivo. Si termina siendo algo que hace sólo una AFP, puede tener valor para el afiliado, pero puede restar competencia a la industria. En el caso del bono y si una persona ve que le dicen te pongo $ 100 mil en la cuenta de tu hijo, te vas a la AFP que ponga el bono por hijo más grande y olvidas lo otro (rentabilidad, servicio)”, explica.
Debate podría ser más a fondo del que quisiera la industria
Todos estos planteamientos ocurren en medio del anuncio de gobierno de conformar una comisión de expertos que analizará posibles cambios al sistema. La aparición de estas propuestas, señala un alto directivo de una AFP, abre una caja de Pandora que pudiera llevar a un debate más de fondo que el que quisiera la industria.
El presidente de una AFP de las grandes opina que la propuesta de Habitat olvida la discusión de fondo: el envejecimiento de los chilenos, que hace urgente tomar medidas para enfrentar la situación. Para ello, además de disponer mayores recursos en el pilar solidario creado por Bachelet en 2008, cree que se debe analizar la posibilidad de elevar la tasa de cotización.
La idea, en todo caso, fue parte de las propuestas, pero la menos destacada, de Habitat. El Ahorro Previsional Compartido (APC) propone que el afiliado aporte un 2,5% de su sueldo imponible, adicional al 10% que ahorra hoy, y que ese porcentaje sea replicado por su empleador en forma obligatoria.
Los ejecutivos de Habitat reconocen que puede haber un impacto en el costo de contratación para las empresas, debate que podría llegar a la Confederación de la Producción y el Comercio (CPC). Al menos Habitat ya cuenta con el respaldo de la Cámara Chilena de la Construcción, socia de la CPC.