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Piñera y el fin de HidroAysén: Endesa y Colbún «no eran las empresas apropiadas para haber llevado a cabo este proyecto”

Piñera y el fin de HidroAysén: Endesa y Colbún «no eran las empresas apropiadas para haber llevado a cabo este proyecto”

Iván Weissman S
Por : Iván Weissman S Editor El Mostrador Semanal
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Sebastián Piñera volvió al ring y salió pegando desde el primer round.

A tan sólo tres meses de haber dejado La Moneda, asistió a su primera salida oficial como ex Presidente para analizar la coyuntura económica y política de Chile. 

La ocasión fue el seminario anual de BTG Pactual en Chile. La presentación la hizo ante cerca de 200 inversionistas y los principales ejecutivos de 55 compañías chilenas, colombianas y peruanas. 

Entre los poderosos que fueron testigos del almuerzo estaban Nicolás Ibáñez, Andrés Vicuña (Coca-Cola Embonor), Piero Solari (Falabella), el gerente de finanzas de Enersis, Eduardo Scaffie, ejecutivos de Cruz Blanca y Carlos Ingham, socio fundador de Linzor Capital. También estaba en el almuerzo Andrés Benítez, lo que sorprendió a alguno de los empresarios presentes, ya que el rector de la Universidad Adolfo Ibáñez no suele ser invitado a este tipo de eventos. Pero más de alguno recordó que su mujer, Magdalena Bernstein, trabajó con el ex Presidente en su paso por La Moneda.

Piñera había pedido que no hubiera prensa, pero la presentación privada parecía el lanzamiento de su campaña para volver a La Moneda en cuatro años más. El ex Presidente tuvo duras palabras para las reformas tributaria y de educación. Criticó la falta de diálogo del actual gobierno y dio su versión de por qué la Alianza perdió las elecciones.

Pero lo que generó la mayor reacción fue su análisis respecto al fracaso del proyecto HidroAysén. Dijo que Endesa y Colbún "no eran las empresas apropiadas para haber llevado a cabo este proyecto y cometieron sus propios errores".

Lo dijo apuntando al contexto de que ambas tenían ya un rol dominante en el mercado energético y que con el megaproyecto esa posición se hubiese hecho inviable. Un ejecutivo de la industria presente en el almuerzo de BTG expresó sorpresa ante ese argumento, pues nunca estuvo entre los puntos de las discusiones con el gobierno cuando Piñera mandaba en La Moneda.

Afirmó que Chile no puede descartar la energía hidráulica. "Un país como Chile tiene que aprovechar sus propias potencialidades en materia de energía", señaló, agregando que somos "pobres en combustibles tradicionales", pero ricos en otro tipo de energía: la hidráulica y las energías limpias y renovables. "Es un potencial gigantesco. Chile tiene que aprovecharlas", sostuvo.

Críticas a las reformas de Bachelet

En general, desde que dejó el gobierno, Piñera había evitado hablar públicamente. Sólo interrumpió su autoexilio mediático cuando la Presidenta Michelle Bachelet lo invitó a La Moneda junto a todos los ex mandatarios para cerrar filas frente a la demanda de Bolivia ante La Haya.

Su única crítica al gobierno actual la hizo por Twitter el 21 de mayo pasado, cuando cuestionó el anuncio de Bachelet de avanzar en el tema del aborto terapéutico. 

En el debate económico, su defensor ha sido el ex ministro de Hacienda, Felipe Larraín, quien ha tenido una activa participación pública a propósito de la Reforma Tributaria.

En su presentación de ayer, Piñera tuvo palabras durísimas no sólo contra la Reforma Tributaria, sino que contra todo el programa de reformas del gobierno de Michelle Bachelet.

Varios de los empresarios presentes dijeron estar sorprendidos por la dureza de sus palabras, aunque compartían muchas de ellas.

Piñera criticó el nivel de improvisación de la Reforma Tributaria y el impacto que tendrá sobre el crecimiento.

"Vamos a crecer menos del 3%, vamos a crear muy pocos empleos y la inversión va a caer muy fuerte", expresó tajantemente. "Cada punto de crecimiento es 600 millones de dólares para el fisco y de 3 mil para la economía. Si perdemos dos puntos de crecimiento habremos sacrificado 6 mil millones al año 2017".

Agregó que "no cabe la menor duda de que una reforma que afecta en forma tan directa y tan categórica la capacidad de ahorro e inversión del país, va a tener un impacto sobre al ahorro, sobre la inversión, sobre el crecimiento sobre el empleo, sobre la productividad, sobre las oportunidades, sobre la creación de nuevos emprendedores".

Criticó la falta de planificación acerca del impacto del cambio radical que significa pasar a una tributación a renta devengada: "Me parece muy curioso que, cuando se rompe en Chile un mecanismo que diferenciaba la tasa de impuestos con las utilidades que se reinvertían con las que se distribuían, ahora estamos preocupados de cómo compensar o incentivar el ahorro y la inversión. Es una situación en que no se han analizado a fondo las consecuencias de esta Reforma Tributaria". 

Piñera manifestó que a las reformas les falta mayor madurez, mayor perfeccionamiento y, sobre todo, diálogo. "Ese clima crispado que todos reconocen tiene impacto también en la economía, porque afecta las expectativas, como ha afectado la de los inversionistas. Tenemos una caída del 30% de importación de bienes de capital", dijo a modo de ejemplo.

Criticó que el gobierno no explique para qué quiere la mayor recaudación. "En qué se van a gastar los US$ 8.200 millones. Dónde hay un papel que diga en qué se va a gastar. Hagamos las cosas bien hechas". 

Tuvo palabras muy críticas también para la forma en que el gobierno está "tratando de imponer" su agenda. 

"Yo creo que en Chile hay buen espacio para aumentar la calidad y la potencialidad del Estado para revertir ciertas deficiencias de la sociedad chilena, entre las cuales están los altísimos niveles de desigualdad, la mala educación, la salud y falta de seguridad", pero afirmó que es muy distinto cuando "uno quiere imponer". 

En particular, criticó la forma en que se impuso el proyecto de Reforma Tributaria en la Cámara de Diputados, "sin debate, sin estudios, sin argumentos. No se presentó en la Cámara de Diputados un solo estudio donde se explique el impacto que iba a tener la Reforma Tributaria en variables clave". Dijo que espera que, eventualmente, "predomine más el sentido común, más responsabilidad, más el sentido de país, menos el ideologismo, menos crispación". 

La Reforma Educacional no la quiere nadie

"La Reforma Educacional no la quiere nadie, no la quieren los estudiantes, la Confech, no la quiere la Cones, no la quiere el Colegio de Profesores, la DC, la Alianza, ¿quién la quiere?", preguntó.

Opinó que es un error que el ministro Nicolás Eyzaguirre esté tratando de hacer una reforma que todavía no ha logrado consenso. 

"Yo siento que hay un cambio importante en el país, pero si se sigue el camino que se siguió en la Cámara de Diputados y se impone simplemente porque están los votos suficientes, en pos de empujar reformas que no están bien pensadas –incluso al interior de la Concertación–, y no han sido debatidas con la sociedad civil, es posible que se logre, pero será una victoria pírrica, los votos están". 

Dijo que la sociedad chilena tiene que recuperar la capacidad de diálogo, la capacidad de lograr acuerdos y dejar ideologismos y ese espíritu confrontacional. Agregó, al respecto, que el ejemplo de la transición es digno de imitar, ya que se hizo "en un marco de acuerdos y diálogo, que fue lo que caracterizó a la década de los 90".

Agregó que "para ser país desarrollado hay que hacer las cosas bien, muy bien y durante mucho tiempo. Por eso que son tan pocos los países desarrollados". Advirtió que hay peligro en la impaciencia de la ciudadanía y en "tratar de vivir como país rico cuando aún somos de ingresos medios".

Autocrítica

Piñera también aprovechó la ocasión para dar su visión de por qué la Alianza no pudo seguir en La Moneda. 

Dijo que la vieja Concertación "se agrupó y supo crear una nueva coalición. Tuvo aciertos y lo hicieron muy bien. Durante ese periodo la Alianza fue lo opuesto. Muchas diferencias y divisiones", pero aclaró que no hay que olvidar que Chile tiene cultura de centro izquierda histórica, que su gobierno rompió como excepción.

Refiriéndose a Michelle Bachellet, expresó que la Nueva Mayoría tuvo una extraordinaria candidata, con una cercanía y empatía notables, y eso hace una diferencia importante.

También reconoció que Chile cambió y eso fue un factor para que la Alianza tuviera muchas dificultades a la hora de enfrentar la campaña presidencial, además de haber tenido cuatro candidatos en menos de cuatro meses.

Explicó que es un fenómeno universal –que llegó a Chile– que la gente haya tomado mayor conciencia de su poder ciudadano. "Están más empoderados, más impacientes… en plazos y calidad de las respuestas".  Y explica que ahora la gente está mirando al Estado y no al mercado (que fue muy lento en sus respuestas) para que le solucione sus problemas.

Sostuvo que Chile está siendo víctima de sus propios éxitos. "Cuando los países crecen rápido, las expectativas crecen más rápido aún y eso es lo que pasó en Chile, y eso produce malestar y la gente quiere ir más rápido de lo que el país puede ir. Y ahí está la responsabilidad del que está conduciendo el país".

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