Publicidad

Presión a agricultores argentinos que acumulan granos lleva a un aumento de reservas para el gobierno

Publicidad


La caída de los precios de las materias primas ha dado al gobierno argentino más armas en su tira y afloja anual con los productores de granos para obligarlos a exportar una parte más grande de sus cosechas y el banco central pueda reponer sus arcas.

El precio de la soja, el principal producto de exportación del país, cayó 24 por ciento este año al nivel más bajo desde 2010, mientras que los contratos de futuros siguen por debajo del promedio del año. La baja les torció el brazo a los productores rurales que acumulaban granos conforme el peso se debilitaba para obtener un mejor tipo de cambio. Como resultado de ello, acordaron vender su cosecha a exportadores como Cargill Inc. y Glencore Plc, lo que permitirá embolsar US$5.700 millones para fin de año. Ese efectivo reforzará las reservas que se usan para pagar deuda, en un momento en que los fondos están cerca del nivel más bajo en ocho años.

El acuerdo comenzó a dar fruto la semana pasada cuando las reservas crecieron en US$104 millones, el mayor incremento en quince semanas, dando a los inversores cierto alivio conforme crece la preocupación por la capacidad de Argentina para pagar sus obligaciones. Sin la posibilidad de tomar préstamos en el exterior en tanto una disputa de una década por deuda impaga no da señales de terminar, el gobierno protege sus reservas de dólares apoyándose en los productores de granos y acumulando importes pendientes de pago de casi US$5.500 millones a los importadores, según la firma de investigaciones económicas Abeceb.com.

“Dada la volatilidad y el riesgo de mayores caídas de precios, esta es la herramienta de negociación que usa el gobierno”, dijo telefónicamente Alejo Costa, estratega de Puente Sociedad de Bolsa SA. “Es también un ejemplo de cómo el gobierno vigila cada centavo que entra y sale de la Argentina”.

Exportaciones de trigo

El acuerdo con los exportadores supera los US$4.500 millones que estos habían pronosticado para el cuarto trimestre, señaló Costa.

A cambio, el gobierno permitirá a los exportadores vender un adicional de 400.000 toneladas de trigo, 500.000 toneladas de maíz y 100.000 toneladas de harina. La presidenta Cristina Fernández de Kirchner fija cupos a las exportaciones de granos y de carne para tratar de aumentar la oferta nacional y contener los precios.

Los productores rurales argentinos vendieron US$376 millones de granos y oleaginosas la semana pasada, un 41 por ciento más que en los cinco días anteriores, según la agrupación de exportadores Ciara-Cec. Argentina es el primer exportador de aceite y derivados de soja del mundo.

Si bien el acuerdo puede generar un aumento de corto plazo de las reservas, el monto es insignificante si se lo compara con la deuda de US$12.800 millones del país que vence el año que viene, dijo Natalia Colombo, analista de la bolsa de cereales BLD SA.

“Argentina necesita dólares frescos y el sector externo no puede proveerlos todos”, explicó Colombo en una entrevista telefónica desde Rosario, el mayor centro de exportación agrícola del país. “Es necesario que el gobierno acuerde con los holdouts y vuelva a los mercados internacionales”.

Publicidad

Tendencias