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Codelco anuncia mayor inversión de su historia para Chuquicamata y Pizarro acaba con tesis de continuar explotación a rajo abierto de los sindicatos

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Iván Weissman S
Por : Iván Weissman S Editor El Mostrador Semanal
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Nelson Pizarro prometió, al asumir la presidencia ejecutiva de Codelco, que se demoraría entre 2 y 3 meses para evaluar qué hacer con los proyectos estructurales de la minera estatal. El más polémico entre ellos: Chuquicamata.

Ayer cumplió con su promesa.

Pizarro anunció una inversión de 3.306 millones de dólares, la mayor de su historia, para la ejecución del proyecto Mina Chuquicamata Subterránea.

Esa cifra se suma a los 894 millones ya ejecutados en obras tempranas, totalizando una inversión de 4.200 millones de dólares .


"La decisión permitirá a Codelco iniciar la construcción del proyecto que transformará a Chuquicamata, la mina a rajo abierto más grande del mundo, en una operación subterránea de gran envergadura y con altos estándares de eficiencia, seguridad y sustentación medioambiental", explicó el presidente ejecutivo de la estatal.

 Pizarro anticipó que dicha transformación extenderá la vida útil del yacimiento en al menos 40 años. Informó que también se invertirán unos 500 millones de dólares para remozar su concentradora de la mina Chuquicamata.

Cuando la mina entre en régimen en 2019, producirá 320.000 toneladas de cobre y 15.000 toneladas de molibdeno.

La conversión de Chuqui a una mina subterránea acaba con tesis de continuar explotación a rajo abierto de los sindicatos e implicará despidos.

Pero fuentes al interior de Codelco afirman que los últimos análisis de Pizarro "muestran que los ajustes laborales son mucho menores a lo pensado originalmente" y el directorio le solicitó un esfuerzo adicional para limitar los despidos.

El acta de dicha reunión dice, en parte, que "en el marco de la aprobación del proyecto estructural Chuquicamata subterráneo y manteniendo a la vista que el objetivo central de la corporación es maximizar el valor de la compañía que es propiedad de todos los chilenos, el presidente ejecutivo y el directorio han coincidido en que de forma complementaria los planes de retiro y egreso que formen parte de la gestión del proyecto, se debe trabajar en el diseño e implementación de un plan de reconversión y reubicación de trabajadores de la división chuquicamata que busque conciliar dentro de lo posible los requerimientos laborales específicos del proyecto de nueva mina subterránea con el objetivo estratégico la corporación de cuidar y cultivar las competencias, niveles de experiencia, conocimiento y destreza que se encuentran depositadas en sus trabajadores".

La resolución no contaba con el apoyo unánime del directorio y habría sido la presión del presidente, Óscar Landerretche, lo que al final logró que se aprobara.

Un ex director de Codelco señala que, si esa versión es verdad, quiere decir que la política está primando por sobre lo técnico. "El gobierno interviene, ya que políticamente es complicado que una empresa estatal comience a despedir gente justo cuando Hacienda trata de reactivar la economía. Yo conozco ese proyecto y siempre se ha sabido que implica fuertes recortes de personal", asegura.

La construcción del proyecto generará un promedio de 6.000 empleos directos y otros 18 mil indirectos, además de "contribuir a la dinámica de la economía del país a través de la demanda de productos y servicios para un centenar de empresas proveedoras".



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