Los inversores que contaban con un freno del avance meteórico del dólar estadounidense deberían tener cuidado.
Es la advertencia de Hans Redeker, de Morgan Stanley, quien dice que la moneda está sólo a mitad de camino del súper-ciclo, como lo llaman los analistas del banco, comparable a otros grandes movimientos que se remontan a los años Ochenta. El dólar billete avanzó 3,8 por ciento contra una canasta de monedas este mes, el mayor aumento en dos semanas desde mayo de 2010 cuando los inversores se vieron dominados por el temor de que el euro pudiera desintegrarse.
Transcurridos casi cinco años, la moneda compartida por 19 países vuelve a ser el catalizador clave para el avance del dólar. El programa de compra de bonos por 60.000 millones de euros (US$63.000 millones) mensuales del Banco Central Europeo lleva a los inversores a volcar efectivo en los Estados Unidos en la medida que los rendimientos en Europa se evaporan.
“El dólar estadounidense no ha terminado todavía”, dijo Redeker el miércoles desde Londres, donde es responsable de estrategia cambiaria global. La demanda de los inversores que buscan activos denominados en dólares “está impulsando esto y creo que habrá mucho más”.
El aluvión de liquidez desde Europa se produce en momentos en que la Reserva Federal se apresta a elevar los costos de financiamiento estadounidenses por primera vez desde la crisis financiera global. El 6 de marzo, el dólar trepó un máximo en más de tres años después de que un informe donde quedó demostrada la fortaleza del mercado de trabajo estadounidense generó versiones de que la Fed podría subir las tasas ya en junio.
Expectativas por la Fed
Morgan Stanley no es el único banco importante que pronostica más aumentos en el dólar. JPMorgan Chase Co. elevó los pronósticos contra el euro y las monedas emergentes, incluidas el renminbi chino y la lira turca, reflejando los avances en el empleo estadounidense y una política monetaria más flexible de otros bancos centrales en el mundo.
“Conforme algunas mediciones, la moneda está comportándose como si la Fed ya hubiera ajustado 100 puntos básicos, lo cual ilustra hasta qué punto son altas las expectativas respecto de una divergencia plurianual entre la Fed y otros grandes bancos centrales y de ME”, escribieron los estrategos de JPMorgan John Normand y Niall O’Connor en una nota el 6 de marzo. “Estas expectativas a la larga se alcanzarán”.
JPMorgan pronostica que el dólar terminará el año a US$1,05 por euro y que para entonces comprará 2,55 liras, en comparación con pronósticos anteriores de US$1,10 y 2,5 respectivamente. El dólar sufrió escasas modificaciones a US$1,0547 por euro y 2,61 la lira a las 10:12 horas de Tokio el jueves.
Recuperaciones previas de súper-ciclo del dólar duraron unos siete años e implicaron aumentos de alrededor de 50 por ciento en promedio contra canastas de monedas, según Morgan Stanley. El banco, que predijo la recuperación del dólar desde 2012, pronostica un aumento similar esta vez. El dólar se ha fortalecido 23 por ciento desde 2012 contra 10 grandes pares que incluyen al euro y el yen conforme el Bloomberg Dollar Spot Index.
