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La creciente atracción del Grupo Luksic por la delación compensada


Autodelatarse se está convirtiendo en un hábito para el Grupo Luksic.

En Chile la delación compensada es una denuncia o acusación que hace una persona a cambio de un beneficio consistente en la reducción o exención de la multa a la primera persona que habiendo ejecutado una conducta de colusión o prácticas concertadas como colusivas, aporte a la Fiscalía Nacional Económica (FNE) antecedentes que conduzcan a la acreditación de dicha conducta y a la determinación de los responsables.

Ayer, la FNE acusó a seis navieras de formar parte de un cartel y pidió multas de US$ 75 millones.

Pero una se salvó: CSAV, mejor conocida como Vapores, la naviera del Grupo Luksic.

¿La razón? Se acogió a la delación compensada.

Vapores ya tuvo problemas similares en Estados Unidos y el año pasado acordó pagar una millonaria multa por fijar precios. En ese caso también se comprometió a colaborar con la investigación.

Y a raíz de esa colaboración –que gatilló una investigación interna– es que se percató de la existencia de un cartel en Chile y decidió informar a las autoridades.

"En el marco de la decisión de colaborar con las investigaciones realizadas en Estados Unidos y Canadá, CSAV procedió en Chile a poner en conocimiento de la Fiscalía Nacional Económica los antecedentes recabados en su investigación interna, haciendo uso del mecanismo de exención de multa establecido en el artículo 39 bis del Decreto Ley N° 211 de 1973", dijo la empresa a través de un comunicado.

El documento afirma que "CSAV rechaza enérgicamente todas las conductas contrarias a la libre competencia, no solo porque éstas contravienen la legislación vigente, sino también porque transgreden los valores y principios con los que estamos comprometidos en todos nuestros negocios".

En julio del año pasado, los Luksic también se acogieron al beneficio la delación compensada al revelar la existencia de un "cartel" de la industria del asfalto. Enex, parte del holding familiar, fue la que lo informó a la FNE y se autodelató.

Ese negocio mueve US$187 millones al año.

Donde no hubo autodelación fue en el caso de la FNE contra CCU, también propiedad del grupo Luksic, ante el Tribunal de la Libre Competencia.

En 2013, la Fiscalía Nacional Económica presentó un requerimiento en que acusa que la empresa está cometiendo prácticas anticompetitivas en el mercado de la cerveza, el cual domina en Chile con cerca del 80% de las ventas totales.

Específicamente, la FNE indica que CCU “ha tendido a impedir, restringir o entorpecer la libre competencia, al dificultar la expansión o entrada de competidores actuales o potenciales”.

Ese caso terminó en un acuerdo entre las partes.

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