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La pregunta del momento: ¿Se queda Bielsa?

Una vez más, un pueblo que había depositado la fe en un equipo de fútbol de la mano de un argentino que mostró que Chile está a la altura de los grandes cuadros, quedó con las ganas de seguir celebrando, ya que de nuevo fuimos derrotados por nuestra bestia negra. Sin embargo, lo demostrado por la “Roja” deja en alto el avance que ha tenido el balonpié nacional y se abren las puertas para que futuras generaciones puedan enfrentarse a otras selecciones de jerarquía, tal como lo dijo Harold Mayne-Nicholls.


Tras el término del partido en que Brasil derrotó a la oncena del técnico rosarino por 3-0, los comentaristas deportivos, tanto de televisión como radiales, comenzaron a preguntarse si el exitoso proceso llevado a cabo por Marcelo Bielsa continuará o aquí se finaliza esta etapa caracterizada por los mejores logros obtenidos por la “Roja” desde hace años.

Las declaraciones que mejor representan la nueva visión del fútbol nacional las entregó el capitán de la oncena, Claudio Bravo, quien aseguró que el plantel es joven y por ende deben seguir aprendiendo, y qué mejor que un mundial para conocer las fortalezas y debilidades.

Lo mostrado hoy por Chile durante los primeros 30 minutos dejan de manifiesto una nueva mentalidad y disposición para el juego, ya que los propios comentarios de los relatores deportivos era coincidentes: Todos corren y se reparten las funciones dentro de la cancha.

La “Roja” expuso sus pretensiones con toques rápidos y finos, asimilando con orden las escaramuzas que Brasil entregó con remates de distancia de Luis Fabiano, Gilberto Silva y Kaká y hasta se divirtió cuando el astro del Real Madrid se salió de las casillas.

Los chilenos desean que Bielsa siga al mando de la “Roja”

El clamor popular es contundente, quieren que el estratega continúe al mando de la «Roja» y por eso la Asociación Nacional de Fútbol Profesional (ANFP) comenzó el proceso de “ingeniería” para que el técnico argentino siga al mando de la selección por otros cuatro años más.

Esto fue ratificado por el propio timonel del fútbol chileno, Harold Mayne-Nicholls, antes del encuentro contra Brasil, afirmando que sea cual sea el resultado el “Loco” debe continuar el proceso que tan bien le ha hecho al balonpié nacional.

La visión de un fútbol competitivo que posee el rosarino lo pudo desarrollar en el país, ya que antes de su autoexilio en 2007 sabía que iba a un fútbol menor, incluso en una ocasión dijo que lo que encontró fue mejor que lo que esperaba.

Esto quedó de manifiesto cuando los jugadores, habituados por las cámaras de televisión y la farándula criolla, comenzaron a entender que la única forma de hacer un buen juego es dejar de lado lo banal y esforzarse en los entrenamientos y desarrollar las tácticas en la cancha.

Incluso, el propio Bielsa dio instrucciones para desarrollar su estrategia a puertas cerradas, sin la presencia de la prensa deportiva y farandulera. Además, los propios deportistas dejaron de dar entrevistas que iban por otro camino que no sea el deportivo.

De esta forma, quedaron atrás los tiempos en que los jugadores paseaban de un canal a otro previo al Mundial de Francia 98. Los programas de farándula comenzaron a llenar sus butacas con todos aquellos que irían a la cita principal del fútbol.

Atrás también quedaron aquellos bochornosos hechos ocurridos en la Copa América de Venezuela, conocidos como “Puerto Ordazo”. En aquella oportunidad fueron sancionados seis jugadores por estar involucrados en actos de indisciplina.

La historia sigue siendo escrita por Brasil

Esta era la tercera vez que ambas selecciones se enfrentaban en la historia de los Mundiales, pero no fue la vencida para Chile y nuevamente volvió a caer ante la pentacampeona, considerada como la bestia negra, a la que no gana desde hace 10 años.

Hasta hoy, Chile y la ‘canarinha’ se habían enfrentado en 65 partidos, con 46 victorias para Brasil, sólo siete derrotas y 152 goles a favor por 55 en contra.

Todas las ilusiones estaban puestas en este nuevo equipo comandado por Bielsa, ya que tras el violento terremoto que azotó a Chile, la “Roja” podría dar una merecida alegría al país y de paso romper las estadísticas y saldar viejas cuentas contra el Scratch.

La esperanza existía porque en esta ocasión, había una generación joven de futbolistas y un técnico de reconocido prestigio al mando como lo es Bielsa. Sin embargo, a veces no se puede luchar contra la historia.
Fue Chile una de las selecciones que había desplegado un juego más atractivo en el torneo, con una ofensiva clara. Sí, y eso quedó demostrado cuando uno de los mejores jugadores del mundo, el holandés Johan Cruyff, reconoció el temple de los chilenos, afirmando que era la “mejor” y la que “más oportunidades de gol” había creado.

A pesar de todo, el técnico argentino no se pudo quitar la espina que tenía clavada desde el torneo de 2002, cuando fue incapaz de clasificar a la albiceleste Argentina para los octavos de final del Mundial de Corea y Japón.

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