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El PBI crecería apenas 1,5% este año


Deterioro pero sin crisis, recesión con inflación , empleo que se estanca y giros del Banco Central al Tesoro por $ 60.000 millones serán las principales características de la economía en lo que queda del año.

El consenso de los economistas privados indica que el PBI crecerá 1,5% este año, con una caída en el primer semestre y expectativas de mejora para el segundo, muy lejos del 5,1% pautado en 2011 -y nunca corregido- por el Palacio de Hacienda para el presupuesto nacional.

Según el informe Latinfocus, que recoge opiniones locales y del exterior, el pronóstico más pesimista es el de la Fundación Capital, fundada por el ex presidente del BCRA Martín Redrado, que prevé un alza de 0,9 por ciento.

La otra característica de esta segunda mitad del año, afirmaron, es una aceleración en la tasa de devaluación del tipo de cambio oficial a un ritmo superior al de 2011, pero aún muy por debajo de la inflación medida por las provincias, las consultoras privadas y centros de estudio cercanos al Gobierno.

 

Mientras los controles a las importaciones se aliviaron temporal y parcialmente, las restricciones cambiarias parecen destinadas a permanecer intactas, según la visión de la AFIP y el Banco Central. Aunque con estos cepos el Gobierno logró reducir la fuga de capitales y aumentar el superávit comercial, Héctor Rubini, economista de la Universidad del Salvador, afirmó que «el resultado ha sido la desaceleración del crecimiento económico y una persistente inflación, exacerbándose el atraso del tipo de cambio real, el desequilibrio de las cuentas fiscales nacionales y provinciales y la puja distributiva».

En este contexto, el BCRA comenzó a acelerar la devaluación del peso. Marina Dal Poggetto, directora del estudio Bein & Asociados, indicó que el dólar en el mercado oficial estará cerca de $ 5 a fin de año, «consistente con una devaluación del 15% anual, y será de $ 5,85 fines de 2013, por un salto del tipo de cambio de 18%».

«Desde hace dos o tres meses el Central empezó a convalidar una tasa de devaluación más alta en el margen, al tiempo que se corrió en los mercados de futuros, mientras mantiene la prohibición de acceso al mercado cambiario para atesoramiento o giro de utilidades y permitió una suba en la tasa de interés que remunera el ahorro al 15 por ciento», explicó.

COMPETITIVIDAD

Agustín D’Atellis, economista de la corriente oficialista La Gran Makro, dijo que la tasa de devaluación anualizada pasó del 9 al 11 por ciento. «La presencia de subas en precios y salarios por encima de las del resto de nuestros socios comerciales afecta la competitividad, por lo que se requiere un mayor ritmo de depreciación por momentos», indicó.

Hernán Lacunza, director de Empiria consultores, consideró que el Gobierno está en una trampa, porque «no puede acelerar mucho la devaluación, para no despertar fantasmas, y tampoco seguirla a un ritmo lento, porque acumulará atraso cambiario».

Pese a este dilema, D’Atellis dijo que «este año la economía presentará una tasa de crecimiento positiva, en un contexto internacional de recesión en el mundo desarrollado y fuerte desaceleración en las economías en desarrollo», pero sin alcanzar «la proyección del presupuesto».

Ricardo Delgado, director de Analytica, estimó que este año el PBI crecerá 2,5% y la inflación «rondará el 23%, mientras que en 2013 los porcentajes proyectados son 4% y alrededor de 20%», respectivamente.

En cuanto a los ejes para seguir con lupa, Delgado consideró que «la dinámica de la inversión y la creación de nuevos puestos de trabajo deben ser el foco principal de atención del corto plazo».

Lacunza advirtió que hay que seguir de cerca la transferencia de $ 60.000 millones del BCRA al Tesoro antes de fin de año, ya que «sumando la emisión por compra de divisas, a fin de año el ritmo de emisión rondaría peligrosamente el 40% interanual». Agregó que «es previsible más inflación, en un deterioro gradual y persistente».

Este concepto de «deterioro» es el que predomina en varios economistas equidistantes del Gobierno: nadie prevé un tropiezo grave, pero sí una recesión con inflación cuya salida puede darse en 2013 si la cosecha agrícola local y Brasil mejoran.

Del lado de las advertencias, subrayan la reacción que pueda tener el Gobierno ante un empeoramiento en las condiciones externas o por un mal resultado en las elecciones legislativas del año próximo.

Lacunza y otros analistas no descartan que la aceleración de la emisión pueda provocar un salto de la inflación del 2% mensual actual al 3 por ciento. El IPC que elabora la ex Indec Graciela Bevacqua la ubica en 24% anual, mientras que Latinfocus arroja un promedio de 25 por ciento.

La consultora ACM indicó en un informe que «la expansión primaria de dinero no muestra signos de moderación, ahora mayormente explicada por el financiamiento al sector público, dinámica que sólo se profundizará en los próximos meses».

Delgado dijo que la competitividad cambiaria se vio «afectada en las operaciones en dólares, pero aún con cierto aire respecto de Brasil, nuestro principal socio comercial».

Sin embargo, D’Atellis advirtió que «una devaluación abrupta del tipo de cambio no generaría ningún efecto positivo en términos de competitividad, ya que el traslado a precios ocurriría de manera instantánea», más allá del beneficio que podría generar sobre los exportadores.

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