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La AFIP retendrá 15% por las compras con tarjeta en el exterior

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Las compras realizadas en el exterior con tarjetas de crédito emitidas en la Argentina abonarán desde octubre un adicional del 15%, monto que luego podrá ser deducido por el contribuyente de sus respectivos pagos al fisco en concepto de impuestos a las ganancias o a los bienes personales. Así lo anunció ayer el jefe de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), Ricardo Echegaray, que adjudicó a la iniciativa un objetivo recaudatorio («es un mecanismo para asegurar el pago de impuestos de los contribuyentes de alto poder adquisitivo», dijo), aunque también debió admitir que procura desalentar así los crecientes consumos con tarjetas de argentinos en el exterior, virtualmente la única manera de pagar la compra de bienes y servicios al inaccesible tipo de cambio oficial.

El fenómeno ya impacta en las cuentas nacionales: la cuenta corriente de turismo y viajes fue en el segundo semestre del año la que más amplió su saldo deficitario: «De un acumulado positivo de US$ 91 millones en el segundo trimestre de 2011 a uno negativo por US$ 550 millones en igual lapso de 2012», recordó en un informe la consultora ACM. «A este número hay que sumar los US$ 391 millones de déficit en concepto de pasajes como respuesta del mercado a un abaratamiento relativo, al ser valuados al tipo de cambio oficial», señaló.

«Bueno, si con esto logramos además que alguna gente consuma más en el país o vacacione más acá, mejor», concedió más tarde el jefe de los recaudadores al ser consultado por LA NACION sobre las razones de la medida.

NACE UN NUEVO DÓLAR

El cargo, que «por ahora» sólo alcanza a los consumos realizados efectivamente en el exterior (Echegaray explicó así que esta obligación no alcanzará por el momento a las compras que se realicen por Internet), crea en los hechos un nuevo tipo de cambio: el «dólar tarjeta», ya que este tipo de consumos, que hoy se convierten en el resumen a un dólar de $ 4,65, pasarán a realizarse en los hechos a un cambio de $ 5,35, tomando valores de ayer.

Si bien la retención funciona como un pago a cuenta de otro impuesto, para la creciente cantidad de empleados alcanzados por Ganancias (a partir de la falta de actualización de los mínimos no imponibles y los montos desgravables), el reintegro se efectuará sin reajuste y a plazos que irán de uno a once meses, dado que se trata de tributos de liquidación anual y gastos deducibles sólo desde que se presenta su declaración.

Tampoco se ha establecido aún ningún mecanismo para devolver el 15% retenido a quienes no tributen Ganancias ni Bienes Personales. «Veremos esas excepciones, aunque me atrevo a decir que el 99,9% de los que viajan al exterior paga estos impuestos. Pero en caso de que no tengan una figura fiscal para deducir este pago se verá de manera puntual cómo se lo acreditamos.»

Aunque se pagará desde octubre, el nuevo régimen entrará en vigor hoy con la publicación en el Boletín Oficial de dos nuevas resoluciones generales de la AFIP que procuran mejorar la efectividad del cepo cambiario vigente desde hace 10 meses, lo que hará que queden alcanzados todos los consumos realizados desde mañana en el exterior y pagados con tarjeta.

«La resolución 3378 establece una percepción del 15% sobre el monto total de los consumos en el exterior que realicen los turistas de alto poder adquisitivo. Complementariamente, la Nº 3375 dispone que las tarjetas deberán informar mensualmente el detalle de los consumos locales y los efectuados en el exterior realizados por los titulares sin límites de monto», informó Echegaray ayer en un encuentro con la prensa.

Hasta ahora, vale recordar, los bancos y administradoras sólo estaban obligados a informar al fisco las compras registradas en el exterior que superaran el equivalente a 3000 pesos. Ahora esa imposición queda universalizada para todos los consumos cancelados con tarjeta.

La nueva obligación impuesta a bancos y administradoras para que realicen la retención «no debe generar ningún cargo adicional para los usuarios de las tarjetas». «Técnicamente, recae sobre ellos [los bancos y empresas de tarjetas] una carga pública», dijo el jefe de la AFIP, e insistió en que el cargo no supone «un nuevo impuesto».

Incluso contrastó la aplicación de este nuevo mecanismo de recaudación y control con el camino elegido por países como Brasil, donde «directamente aplican un impuesto a estas compras».

Aludió así a la tasa del 6% que ese país cobra desde marzo de 2011 a sus ciudadanos que registran consumos con tarjetas en el exterior. «Esto es apenas una forma de garantizar el pago de Ganancias de parte de gente que exterioriza altos ingresos», insistió. «Es un pago a cuenta deducible de lo que se paga en cada ejercicio por Ganancias o Bienes Personales», reiteró, antes de detallar que para poder establecer que son consumos efectuados fuera del país cruzarán datos con las autorizaciones que el organismo haya dado para compras del «dólar turista» y con Migraciones. También aclaró que, en el caso de la utilización de una extensión de la tarjeta de crédito, «el 15% se cargará al titular de la cuenta».

Echegaray sostuvo ayer que la AFIP no evalúa la posibilidad de fijar un tope o cupo a las compras de argentinos en el exterior.

Según datos que la AFIP tomó de las propias tarjetas, la medida afecta a unos 170.000 titulares de plásticos que en el último año y medio registraron consumos pagados en el exterior. «Es un sector muy reducido», apuntó Echegaray.

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