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Recomprar acciones: la estrategia de moda entre las grandes empresas de EE.UU.


Las principales empresas de Estados Unidos, que tienen las arcas repletas con niveles sin precedentes de efectivo, han invertido cientos de miles de millones de dólares este año. El destino de esos fondos, sin embargo, no han sido nuevas plantas, sino la recompra de sus acciones.

Las acciones que las empresas estadounidenses recompraron superaron en US$274.000 millones a las que emitieron entre septiembre de 2011 y septiembre de este año, según Ed Yardeni, presidente de la firma de asesoría de inversiones Yardeni Research. Todo indica que la tendencia continuará, una señal de que las empresas tienen capital a su disposición pero no encuentran una justificación económica para expandirse o generar empleo.

El conglomerado industrial y financiero General Electric Co. anunció la semana pasada un plan de recompra de acciones de US$10.000 millones en los próximos tres años. United Technologies Corp., otro grupo industrial, reanudará en 2013 las recompras de acciones por un total de hasta US$1.000 millones, mientras queBoeing Co. indicó que su programa de recompra podría duplicar esa cifra.

La empresa de pinturas PPG Industries informó el viernes pasado, en medio del anuncio de una adquisición de US$1.000 millones, que el próximo año dedicará entre US$500 millones y US$750 millones a un programa de recompra de acciones.

«Invertir en el negocio es prioritario», señaló Mike Jackson, presidente ejecutivo de AutoNation Inc. «Pero la recompra de acciones puede generar mucho valor cuando hay trastornos en los mercados», afirmó.

La mayor red de concesionarios de EE.UU. invirtió unos US$750 millones en recompras en los últimos 12 meses, lo que retiró del mercado 23 millones de acciones y redujo en 15% sus títulos en circulación. Aunque la medida consumió efectivo, también elevó la ganancia por acción, una cifra que los inversionistas siguen muy de cerca. La ganancia neta de AutoNation en los primeros nueve meses del año creció 10% para llegar a US$233,2 millones, mientras que la ganancia por acción saltó 30% a US$1,84.

Parte de la justificación es meramente financiera. A las empresas les sale más barato pagar intereses sobre préstamos que repartir dividendos, de modo que se endeudan para retirar una parte de sus acciones del mercado. Pero la medida también sirve para apuntalar las ganancias por acción sin crear más capacidad productiva o empleos. Esto deja en evidencia la renuencia de las compañías a embarcarse en nuevos proyectos en un momento en que la salud de la economía mundial sigue siendo frágil.

Jackson, el ejecutivo de AutoNation, manifestó que las recompras no se realizaron a costa de la inversión en el negocio. Sus gastos de capital aumentaron 8% en los primeros nueve meses a US$123 millones y la cadena acaba de adquirir seis concesionarios en Texas que aportan ingresos combinados de cerca de US$575 millones.

En realidad, las empresas parecen ser las únicas que han comprado más acciones de las que han vendido este año en EE.UU., dijo Yardeni. El asesor de inversión revisó datos de la Reserva Federal y concluyó que tanto los inversionistas minoristas como los fondos de inversión especializados en renta variable han vendido más acciones de las que han comprado este año.

Las compañías no financieras de EE.UU. suman en conjunto más de US$1,7 billones en efectivo, según la Fed, pero no están invirtiendo en activos como infraestructura o equipos ante temores de una débil demanda en China y Europa.

International Business Machines Corp. tiene uno de los mayores planes de recompra. IBM contempla recomprar US$50.000 millones de sus acciones en un lapso de cinco años que expira en 2015. En los últimos 12 meses, el gigante tecnológico disminuyó en 4,9% sus acciones en circulación.

Ello no ha impedido que IBM haya realizado una serie de adquisiciones pequeñas con el fin de expandirse y haya elevado su gasto en investigación y desarrollo.

«El crecimiento orgánico es el premio más preciado, sin duda», anotó Jim Russell, analista sénior de renta variable de U.S. Bank Wealth Management. «Eso no podría ser viable en una economía de bajo crecimiento y donde hay tanta incertidumbre que emana desde Washington», dijo, en alusión a las negociaciones entre el Congreso y la Casa Blanca para impedir que en enero entre en vigencia un paquete de alzas de impuestos y recortes de gastos, conocido como el abismo fiscal.

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