Miles de personas, sobre todo estudiantes, han permanecido en la calles de Hong Kong protestando día y noche por los planes de China de vetar a candidatos en las elecciones del 2017.
Hong Kong es una región administrativa especial de China –fue colonia británica hasta 1997– y si bien cuenta con cierta autonomía ("un país, dos sistemas"), depende de las decisiones piolíticas de Beijing.
Según aparece en medios internacionales, China buscaría frenar la expansión de movimientos pro democracia, que podrían salpicar hacia otras regiones del gigante asiático.
Bancos e instituciones fiancieras han suspendido y cerrado sus sucursales debido a la ocupación de los manifestantes en la zona central de Hong Kong.