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Arzobispo Chomalí por delitos de Renato Poblete: «Pareciera ser que quienes estaban cerca de él se encandilaron” PAÍS

Arzobispo Chomalí por delitos de Renato Poblete: «Pareciera ser que quienes estaban cerca de él se encandilaron”

El arzobispo de Concepción se refirió a uno de los casos que remeció a la Iglesia este año: el de Renato Poblete, el sacerdote jesuita acusado de abusos sexuales que se extendieron entre 1985 y 1993. Chomaló dijo que, tras conocer los hechos, se sintió sorprendido ya que «lo conocía muy poco». «Pareciera ser que quienes estaban cerca de él se encandilaron por el éxito que tenía con el Hogar de Cristo y tantas otras obras que emprendió. Pareciera ser que estaban tan ciegos y obnubilados que no vieron su vida de pecado y delito. Cosa que la Compañía de Jesús ha reconocido», señaló.


Desde hace un tiempo hasta la fecha la Iglesia ha sido golpeada por las numerosas denuncias por abuso sexual en contra de sacerdotes católicos. 2018 -en particular- fue un año convulso para la institución en Chile. Recordemos que tras conocerse nuevas denuncias en el país, todos los obispos renunciaron a su cargo.

Uno de ellos fue el arzobispo de Concepción Fernando Chomalí, quien presentó sus argumentos ante el papa Francisco para dar un paso al costado, sin embargo, su solicitud no fue aceptada.

A casi un año de la polémica y con nuevas denuncias presentadas en el país, el prelado que ayer durante el Te Deum llamó a reconocer constitucionalmente al pueblo mapuche, hoy comentó a La Tercera cómo marcha el 2019 respecto a los casos de abuso sexual que involucran a curas chilenos.

«Ha llegado la hora de dejar mirar la paja en el ojo ajeno y empezar a mirar la viga que llevamos en el nuestro», señaló el religioso.

A su juicio, los cuestionamientos respecto de la propia vocación y las motivaciones para abrazar la vida consagrada ha sido un proceso «para algunos muy doloroso, pero necesario».

«Es un fenómeno mundial que no tiene vuelta atrás y bienvenido sea. Pero también veo y no puedo dejar de pensar la obra magnífica de la Iglesia en medio de los más necesitados y la abnegación hasta el heroísmo de tantos sacerdotes y consagrados en favor de ellos. Sin la Iglesia, el Estado no sabría qué hacer con los ancianos, sobre todo los más pobres o que sufren del abandono y la soledad, las personas en situación de calle. y los más niños y niñas más vulnerables de la sociedad, ni con los miles de personas que se educan en sus aulas», añadió.

Caso Poblete

Chomalí se refirió a uno de los casos -quizá el más crudo-, el de Renato Poblete, el sacerdote jesuita acusado de abusos sexuales que se extendieron entre 1985 y 1993.

El arzobispo de Concepción dijo al matutino que, tras conocer los hechos, se sintió sorprendido ya que «lo conocía muy poco».

«Pareciera ser que quienes estaban cerca de él se encandilaron por el éxito que tenía con el Hogar de Cristo y tantas otras obras que emprendió. Pareciera ser que estaban tan ciegos y obnubilados que no vieron su vida de pecado y delito. Cosa que la Compañía de Jesús ha reconocido», señaló.

«Ello demuestra una vez más que el trabajo de nosotros por su naturaleza es humilde y que el éxito siempre es un mal consejero. Estamos llamados a ser fecundos, no exitosos. Jesús fue muy fecundo, pero humanamente un fracasado», concluyó.

El arzobispo y las 40 horas

Chomalí también tuvo palabras para la política y comentó la discusión de la reducción de la jornada laboral y la posibilidad de que sea de 40 horas. «En lo que a trabajo se refiere, tensiones van a existir siempre porque, lamentablemente, el sistema económico que nos rige ha hecho del trabajo una mera mercancía que se transa en el mercado. En este contexto, el empleador quiere más trabajo y menos salario, y el trabajador menos trabajo y más salario», comentó.

«Mientras no haya una reflexión seria de todos los actores sociales sobre lo que significa el trabajo humano, que su dignidad radica en que lo realiza una persona, y es fuente de desarrollo personal, familiar y social, siempre habrá problemas. Que se le entregue a la ley de la oferta y la demanda el trabajo humano, ha llevado a que muchas personas trabajen en condiciones inhumanas, muchos estén empleados de manera informal, haya trabajo infantil, y peor aún, se abuse de los migrantes con trabajos claramente deplorables. El trabajo es la clave de la cuestión social, de su tratamiento dependerá la paz social que todos anhelamos», finalizó el arzobispo.

 

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