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Transparencia, diálogo y transición energética Opinión

Transparencia, diálogo y transición energética

Diego Luna Quevedo
Por : Diego Luna Quevedo Comité Ejecutivo de la Plataforma Escenarios Energéticos-Chile 2030
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El diagnóstico que ha hecho el Gobierno en conjunto con la academia sobre la necesidad de un proyecto de ley, como el de Transición Energética, que viabilice la descarbonización de la matriz, es sin duda un punto de partida necesario. Podemos discutir de los detalles, que por cierto es muy necesario, pero sobre la base de la transparencia, evidencia y escuchar al otro. Por eso, una vez más, la invitación necesaria es a un diálogo franco, en que se sinceren las posiciones y los puntos de vista. Ya sabemos a dónde nos lleva quedarnos en las trincheras. Necesitamos volver a conversar. 


He leído atentamente el reciente intercambio de columnas, en este medio, entre el abogado Rodrigo Castillo y Juan Salinas, gerente comercial de Colbún. 

No soy experto en costos marginales, mínimos técnicos ni ingresos tarifarios, aun cuando desde hace muchos años he tendido puentes para que aquellos que sí lo son, puedan encontrar formas de dialogar de manera constructiva. 

Al aproximarme a este intercambio de opiniones donde los puntos de vista, en aspectos particulares y que parecen tan lejanos, dificultan ponderar si alguien tiene o no la razón técnica, también recordé que hace ya casi 15 años, en el hoy lejano 2009, junto a un grupo de  profesionales, entre ellos, Nicola Borregaard, Annie Dufey, Guillermo Scallan, Marcela Angulo, Ana María Ruz y el mismo Rodrigo Castillo, observamos que el debate sobre energía en Chile estaba tan crispado, polarizado y poco dialogante como hoy y que era necesario acercar posiciones para buscar una solución conjunta a la dramática situación que entonces enfrentaba el sector. 

Imaginamos en conjunto la posibilidad de generar otras formas de dialogar, basadas en evidencia técnica pero con participación de todos los puntos de vista, sin exclusiones. Ese anhelo de aquel entonces se transformó en una iniciativa pionera que marcó por años el debate de la política pública energética nacional y cambió estructuralmente la manera de discutir sobre energía. Su nombre fue Escenarios Energéticos Chile 2030. 

Quienes iniciamos las difíciles conversaciones para darle forma a esta iniciativa, encontramos varias barreras en el camino, entre ellas, el veto de algunos actores a la participación del Consejo de Defensa de la Patagonia en el proceso. Sin embargo, tuvimos la convicción de que el diálogo no se construye negando al otro, sino justamente dándole un lugar protagónico en la mesa. Y así fue como Chile Sustentable y Ecosistemas no solo aceptaron la invitación a participar, sino que marcaron la diferencia con sus propuestas de escenarios. 

Hoy miro las declaraciones, justamente, de una de esas empresas que en su momento se restaron del diálogo, vetando a organizaciones de la sociedad civil, y me pregunto si es que han aprendido algo en estos años de desarrollo energético-eléctrico.  

El diagnóstico que ha hecho el Gobierno en conjunto con la academia sobre la necesidad de un proyecto de ley, como el de Transición Energética, que viabilice la descarbonización de la matriz, es sin duda un punto de partida necesario.

Podemos discutir de los detalles, que por cierto es muy necesario, pero sobre la base de la transparencia, evidencia y escuchar al otro. Por eso, una vez más, la invitación necesaria es a un diálogo franco, en que se sinceren las posiciones y los puntos de vista. Ya sabemos a dónde nos lleva quedarnos en las trincheras. Necesitamos volver a conversar. 

Se lo debemos a nuestro país, a las generaciones que vienen y a todos y todas quienes tanto hicieron para que Chile haya comenzado, más lento de lo que quisiéramos, a cambiar de una buena vez su matriz energética.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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