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Pablo Simonetti acusa «operación política concertada» tras ser acusado de promover la violencia por dueño de El Toro PAÍS

Pablo Simonetti acusa «operación política concertada» tras ser acusado de promover la violencia por dueño de El Toro

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Chris Portugal, dueño del restaurante El Toro, entregó públicamente junto a su pareja su apoyo al candidato de ultraderecha, y luego de que el escritor lo criticara en redes sociales denunció que él y su familia habían recibido amenazas. Pablo Simonetti emitió una declaración replicando que nunca llamó a «funar» a nadie y cuestionó la producción de un video publicado por el empresario gastronómico y que fue compartido por el propio Kast, la constituyente Teresa Marinovic y el diputado Luciano Cruz-Coke. «Un video hecho junto a un equipo profesional: director, cámara, sonidista, iluminador, teleprompter, maquillador, editor y guionista orquestaron una puesta en escena en la que denuncia una funa instigada por mí, para luego llamar a ‘votar sin miedo’, con eslogan y hashtag. Pero el video, como ha sido la costumbre en la campaña de Kast, se funda en una mentira: yo no repudié ni amenacé a la persona, ni tampoco instigué a nadie a incurrir en violencia u hostigamientos», sostuvo el escritor. Estas declaraciones fueron apoyadas por el también dirigente de Iguales, Luis Larraín, que denunció que fue contactado para lavar la imagen de Kast pero se rehusó. «El objetivo de todo esto es lavar la imagen del candidato y hacerlo parecer abierto y moderado, algo que me consta hace demasiados años que no es. De hecho, también fui contactado para participar en el lavado de imagen, pero obviamente me negué».


Pablo Simonetti denunció una «operación política concertada», a propósito del video del restaurante El Toro en el que su propietario, Christian Portugal, manifiesta su apoyo a José Antonio Kast y acusa al escritor de promover la violencia. El cofundador y director de Fundación Iguales se defendió, señalando que la pieza audiovisual tuvo como finalidad «poner en segundo plano el enconado rechazo del candidato presidencial republicano al matrimonio igualitario», y aseveró que además la idea era «hacer aparecer a los activistas que luchan por los derechos de la diversidad sexual como los discriminadores».

Para el autor de Los hombres que no fui, el video de Portugal deja pocas dudas de haber sido producido por cercanos al comando republicano. Prueba de aquello sería que la declaración fue compartida por el propio Kast, la constituyente Teresa Marinovic o el diputado Luciano Cruz-Coke. «El efecto de este video y las reacciones ultraderechistas fueron apabullantes», declaró Simonetti, «por lo mismo, reafirmo mi convicción (de que) Kast representa un peligro real para el bienestar y el espacio vital de la comunidad LGBTIQ+», agregó.

El también fundador de Iguales, Luis Larraín, salió al paso de la polémica, en línea con Simonetti, acusando que el objetivo de todo esto, además, fue «lavar la imagen del candidato y hacerlo parecer abierto y moderado», algo que al expresidente de la ONG le parece que no es así. De hecho, reveló que también fue contactado para participar en el video, «pero obviamente me negué».

Para Luis Larraín la fotografía de Portugal con su pareja y Kast que inició la discusión fue no solo «un tremendo error de relaciones públicas», también la calificó como «una burla, un insulto y una traición para las miles de personas LGTBI que hemos ido al local».

«Pablo Simonetti fue uno de los más duros, pero sólo expresó su opinión. No publicó el nombre ni la foto del dueño del local, así como tampoco llamó a ejercer ningún tipo de violencia verbal ni física contra nadie, por lo que no es responsable de ella», sentenció.

En defensa de «Chris» Portugal, la filósofa Sylvia Eyzaguirre, integrante del comando del republicano, tildó a Simonetti de «mafioso que amenaza y llama a la violencia contra quienes piensan distinto a él». «Es triste ver cómo la intolerancia, la supremacía moral y la violencia se instala en personas que han sido víctimas de lo mismo», declaró. La investigadora del CEP fue desmentida por el periodista Daniel Matamala: «Sylvia, lo que escribiste es falso. Pablo Simonetti en ningún momento llamó a la violencia. La crítica que hizo puede ser debatida y discutida, pero no es ser ‘mafioso’, no es una amenaza ni menos ‘llama a la violencia'», le señaló.

La declaración de Simonetti

Christian Portugal subió a su cuenta pública de Instagram una foto junto a su pololo y José Antonio Kast, anunciando el apoyo a la candidatura del republicano. De inmediato, esta imagen comenzó a ser compartida y comentada en diferentes redes sociales.

«Muchos escritos en la misma publicación de Portugal, incluyendo uno mío. Luego publiqué en Twitter el mismo comentario de repudio a su apoyo. Y la crítica no es banal: el dueño de uno de los pocos lugares emblemáticamente gay de Santiago, refugio para la diversidad sexual durante más de una década. En otras palabras, Portugal le abre la puerta a quien ha hablado porfiadamente de la ‘dictadura gay’ e ‘ideología de género’, que apoyó al Bus del Odio, cuestionó la identidad de género de las personas trans, peroró en contra y se opuso a todas las leyes y avances civilizatorios que como comunidad impulsamos al interior del Congreso y del Ejecutivo. Es el candidato que propuso terminar con el Instituto Nacional de DDHH y que Chile abandonara el Consejo de los DDHH de las Naciones Unidas, instituciones que defienden nuestros derechos, y que al mismo tiempo busca alianzas con gobiernos ultraderechistas que intentan atropellarlos», sostuvo Simonetti.

La respuesta de Portugal -continuó Simonetti- tardó cuatro días, y fue divulgada en distintas redes sociales. «Un video hecho junto a un equipo profesional: director, cámara, sonidista, iluminador, teleprompter, maquillador, editor y guionista orquestaron una puesta en escena en la que denuncia una funa instigada por mí, para luego llamar a ‘votar sin miedo’, con eslogan y hashtag. Pero el video, como ha sido la costumbre en la campaña de Kast, se funda en una mentira: yo no repudié ni amenacé a la persona, ni tampoco instigué a nadie a incurrir en violencia u hostigamientos. Tampoco compartí su foto ni mencioné su nombre».

Para el escritor, quedan muy pocas dudas que fue producido por cercanos al comando republicano, cuestión que quedó meridianamente clara cuando «el video fue compartido por José Antonio Kast, Teresa Marinovic, y los rostros supuestamente liberales de la campaña de ultraderecha, como Evelyn Matthei, Felipe Kast, Sylvia Eyzaguirre, Luciano Cruz-Coke o Francisco Undurraga, revelando una operación política concertada, cuya finalidad fue poner en segundo plano el enconado rechazo de Kast al matrimonio igualitario, promulgado el día anterior, y hacer aparecer a los activistas que luchamos por los derechos de la diversidad sexual como los discriminadores».

El efecto de este video y las reacciones ultraderechistas fueron apabullantes, denunció Simonetti. «Por lo mismo reafirmo mi convicción, fundada en décadas de trabajo en defensa de los derechos de la diversidad sexual: José Antonio Kast representa un peligro real para el bienestar y el espacio vital de la comunidad LGBTIQ+.».

La declaración de Luis Larraín

«Cualquier persona tiene el derecho de votar por quien quiera», así partió la declaración del otro dirigente de Iguales, Luis Larraín.  «Me duele que personas cercanas voten por alguien que lleva décadas luchando por que no tengamos derechos, votando en contra de las cuatro leyes que nos protegen y apoyando iniciativas tan dañinas como las terapias ‘repartidas’ y el bus del odio que vino a decirles a los niños trans que no existen, chantajeando a Piñera por abordar el tema de la diversidad y hablando de dictadura gay».

«Decir públicamente y sacarse una foto sonriente con alguien con el historial que mencioné, siendo representante de un lugar con una tradición de 22 años de acogida a una comunidad que sigue siendo atacada en las calles y no tiene muchos espacios seguros, menos aún en los años 90 cuando se creó, no solamente es un tremendo error de relaciones públicas sino una burla, un insulto y entra traición para las miles de personas LGBTIZ que hemos ido al local durante estas décadas».

Cualquier persona que haga lo anterior -prosigue Larraín-, sabe que le lloverán críticas por todos los medios posibles y probablemente también insultos y amenazas. «Lamento profundamente que Christian, Borja y Judith, a quienes tengo gran estima, hayan sido insultados o amenazados. El culpable, sin embargo, no es una de las cientos de publicaciones críticas sino la propia decisión que tomaron. Tanto el apoyo a un candidato como las críticas recibidas son parte de la libertad de expresión. Eso no justifica los insultos, claro, sino solo los explica».

«Pablo Simonetti fue uno de los más duros, pero solo expresó su opinión. No publicó el nombre ni la foto del dueño de El Toro, así como tampoco llamó a ejercer ningún tipo de violencia verbal ni física contra nadie, por lo que no es responsable de ella», sostuvo.

Un simple tuit respondido con una producción con cámaras, maquillaje, iluminación y sonido profesionales – reitera Luis Larraín- «solo puede entenderse como una pieza de campaña presidencial, difundida por el candidato y sus principales voceros y que produce el mismo efecto que denuncia pero con un alcance mucho mayor».

«El objetivo de todo esto es lavar la imagen del candidato y hacerlo parecer abierto y moderado, algo que me consta hace demasiados años que no es. De hecho, también fui contactado para participar en el lavado de imagen, pero obviamente me negué».

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