Uno de los primeros en comunicar su opinión en su cuenta de Twitter fue Enrique Peña Nieto, el presidente de México, país con quien Fidel Castro tuvo una especial relación, pues fue de allí donde zarpó en 1956 el yate Granma para iniciar la revolución.
Del norte al sur del continente americano y desde todos los rincones del mundo, mandatarios y líderes políticos reaccionaron a la muerte de Fidel Castro.
Muchos lo hicieron de acuerdo a cómo se relacionaron con una de figuras más destacadas del siglo XX y en términos de lo que significó para sus causas, sus pueblos o sus ideales.
Las expresiones de lamento, admiración, crítica o rechazo fueron hechas a través de comunicados, medios tradicionales y redes sociales.
Uno de los primeros en comunicar su opinión en su cuenta de Twitter fue Enrique Peña Nieto, el presidente de México, país con quien Fidel Castro tuvo una especial relación, pues fue de allí donde zarpó en 1956 el yate Granma para iniciar la revolución.
Uno de los países con los que Cuba mantiene las más estrechas relaciones es Venezuela, gracias a la entrañable amistad que forjó el también fallecido expresidente Hugo Chávez con Fidel Castro.
Hasta la muerte de Chávez en 2013, Venezuela fue el principal benefactor de la isla.
Su sucesor, Nicolás Maduro compartió varios mensajes en su cuenta de Twitter elogiando a Castro y resaltando su influencia sobre el país.
«Fidel Castro fue un ejemplo de lucha para los pueblos del mundo. Seguiremos adelante con su legado«, declararía después Maduro en el canal de televisión Telesur.
Otros líderes inspirados en la revolución cubana, como Daniel Ortega de Nicaragua y Salvador Sánchez Cerén de El Salvador expresaron su pésame.
«Expresamos nuestro eterno agradecimiento al compañero Fidel, a su pueblo y al gobierno cubano pro el apoyo solidario que siempre recibió nuestro pueblo en los momentos más difíciles», dijo en un comunicado Sánchez Cerén, del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), movimiento salvadoreño que fue respaldado por Castro durante la guerra civil de 1980-1992 y convertido después en partido político.
«Fidel Castro nos deja el legado de luchar por la integración de los pueblos del mundo (…). Duele mucho la partida del comandante Fidel Castro», dijo por su parte en presidente de Bolivia, Evo Morales.
«Se fue un grande. Murió Fidel. ¡Viva Cuba! ¡Viva América Latina!», se despidió el mandatario ecuatoriano, Rafael Correa.
Por su parte el gobierno español también dio su pésame a las autoridades cubanas, describiendo a Castro como una «figura de gran calado histórico, que marcó un punto de inflexión en el devenir del país y que tuvo gran influencia en toda la región».
En un comunicado del Ministerio de Asuntos Exteriores, el Ejecutivo de Mariano Rajoy recordó que Castro mantuvo siempre «estrechos vínculos con España como hijo de españoles y estuvo muy apegado a sus lazos de sangre y cultura».
Aunque no todas fueron palabras de admiración.
La congresista republicana Ileana Ros-Lehtinen, una cubana estadounidense, dijo desde Miami: «Un tirano ha muerto y es un nuevo inicio para el último bastión comunista del hemisferio occidental».
