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Acuerdo RN-DC: “¡¡¡Vada a bordo, cazzo!!!”

No se puede entender de otra forma el llamado acuerdo RN-DC que pretende modificar el sistema político y electoral, sino como una reacción de temor a que el próximo gobierno sea presidido por Michelle Bachelet. Nuevamente, la derecha tradicional, esa derecha del Partido Nacional, nutrida por los partidos Conservador y Liberal, que encuentra su manifestación natural en Renovación Nacional, tiembla en sus convicciones.


“¡¡¡Vada a bordo, cazzo!!!”. Esta es la frase más famosa de los últimos días, dichas por el comandante de la Capitanía de Puerto de Livorno, don Gregorio de Falco, cuando se enteró que el capitán Francesco Schettino, al mando del crucero “Costa Concordia”, había arrancado del buque cuando se estaba hundiendo.

Cómo no recordar estas palabras del capitán De Falco cuando vemos los intentos de algunos dirigentes de RN de “abandonar” el buque del Gobierno en medio de las dificultades.

Es una realidad que estamos con bajos niveles de aprobación ciudadana, que se van acumulando enormes presiones de la ciudadanía que reclaman por cambios urgentes en educación, salud y seguridad ciudadana.

Además, la situación de la alianza de Gobierno no pasa por su mejor momento y no ha logrado mantener un trabajo suficientemente coordinado, al tiempo que la ex Presidenta Michelle Bachelet lidera todas las encuestas de opinión de cara a la próxima elección presidencial.

[cita]Los viejos fantasmas de la centroderecha resurgen para hacer temblar a varios. Pero el Gobierno ha sido claro: lo que ha hecho RN no lo representa, no estaba en conocimiento y no forma parte de los objetivos políticos de la Coalición por el Cambio.[/cita]

Ante este difícil escenario, algunos dirigentes de RN sienten que el gobierno no repunta. Incluso, algunos aventuran que se está hundiendo como el “Costa Concordia” y entran en pánico, decidiendo abandonar el buque. “Si no hacemos algo urgente vamos a perder la próxima elección presidencial”, se escucha decir a parlamentarios de RN en los pasillos del Congreso.

No se puede entender de otra forma el llamado acuerdo RN-DC que pretende modificar el sistema político y electoral, sino como una reacción de temor a que el próximo gobierno sea presidido por Michelle Bachelet.

Nuevamente, la derecha tradicional, esa derecha del Partido Nacional, nutrida por los partidos Conservador y Liberal, que encuentra su manifestación natural en Renovación Nacional, tiembla en sus convicciones.

Fue lo que hicieron en las elecciones presidenciales de 1964; la centroderecha chilena llevaba de candidato presidencial a Julio Durán, pero ante el llamado “Naranjazo”, entró el temor de que los socialistas ganaran la siguiente elección presidencial, para lo cual dejaron botada su propia opción y corrieron a refugiarse en la candidatura del democratacristiano Eduardo Frei.

Hace 40 años, la derecha tradicional abandonó el buque cuando creía que se estaba hundiendo y hoy día… al parecer el destino es implacable.

Lo mismo ocurre 40 años después. Ante el temor de que vuelva a ganar el gobierno una socialista, buscan la ayuda y el cobijo en la Democracia Cristiana. Así lo señala expresamente el propio presidente de RN en su última entrevista en el diario La Segunda.

Ante la pregunta si el acuerdo RN-DC es por temor a que vuelva Bachelet, el presidente de RN y uno de los protagonistas de dicho acuerdo, después de señalar la frase protocolar de rigor, “No es esa la razón”, continúa con mayor sinceridad señalando que “Nos inquieta mucho el posible retorno de Michelle Bachelet, que gobernaría apoyándose en movimientos que existen fuera del sistema, pero capaces de producir resultados políticos, como los vimos el 2011”.

Ante el temor de que una socialista como Bachelet vuelva a gobernar, la derecha tradicional ha vuelto a entrar en pánico y a buscar cobijo en la Democracia Cristiana.

Los viejos fantasmas de la centroderecha resurgen para hacer temblar a varios. Pero el Gobierno ha sido claro: lo que ha hecho RN no lo representa, no estaba en conocimiento y no forma parte de los objetivos políticos de la Coalición por el Cambio.

No entremos en pánico y por favor “¡¡¡Vada a bordo, cazzo!!!”

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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