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Las vías del lucro en la Universidad de Chile Opinión

Las vías del lucro en la Universidad de Chile

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Si bien en el último informe del Mineduc sobre las empresas relacionadas de las universidades chilenas, la Universidad de Chile sólo mencionó la existencia de seis sociedades anónimas relacionadas, el estudio dejó fuera a las cerca de 15 Fundaciones que actúan en la Universidad de Chile al amparo de cada una de las facultades de la misma universidad.


El lucro sigue siendo la bandera de muchos que dicen luchar por una educación pública y gratuita. Entre ellos, autoridades y estudiantes de la Universidad de Chile.

Debido al protagonismo de la Universidad de Chile en estas protestas, es bueno hacernos una sencilla pregunta: ¿La Universidad de Chile no tiene lucro? Para sorpresa de muchos, esta casa de estudios tiene sus propias vías de canalización del lucro; la diferencia es que no se les conoce como “sociedades espejo”, sino que con el nombre mucho más benigno de “fundaciones”.

Así todo, alguno podrá argumentar que si la Universidad de Chile tiene ganancias, es algo positivo, pues necesariamente dichas ganancias se deberían reinvertir en la propia Universidad, en beneficio de sus alumnos. Sin embargo, para su pesar, la respuesta es no.

Si bien en el último informe del Mineduc sobre las empresas relacionadas de las universidades chilenas, la Universidad de Chile sólo mencionó la existencia de seis sociedades anónimas relacionadas, el estudio dejó fuera a las cerca de 15 fundaciones que actúan en la Universidad de Chile al amparo de cada una de las facultades de la misma universidad.

[cita]Lo increíble es que de los 69 convenios suscritos por la facultad y la fundación, la Contraloría sólo alcanzó a investigar seis, y en ellos encontró que varias de las “empresas consultoras” contratadas estaban formadas por directivos de la misma Universidad.[/cita]

A simple vista, uno podrá decir que no hay ningún problema en que existan “fundaciones”. Sin embargo, la propia Contraloría General de la República, en los pocos casos en que ha fiscalizado su funcionamiento, ha logrado establecer claramente la utilización de dichas «fundaciones» como vías de obtención de lucro en beneficio de algunos directivos, administrativos y académicos de la Universidad, quienes actúan como verdaderos accionistas de ésta formando “consultoras” que prestan asesorías a las 15 fundaciones que ya hemos señalado y que, por esta vía, retiran derechamente las utilidades que genera dicha casa de estudios.

¿Todavía no me cree? Bueno, le puedo recomendar leer el Informe de la Contraloría General de la República N° 260 del año 2008, realizado a la “Fundación Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile”, que dejó al descubierto que la Facultad de Economía encargaba trabajos y estudios a la fundación del mismo nombre y ésta, a su vez, contrataba a “empresas consultoras” la ejecución de dichos encargos, por supuesto, con los correspondientes honorarios.

Lo increíble es que de los 69 convenios suscritos por la facultad y la fundación, la Contraloría sólo alcanzó a investigar seis, y en ellos encontró que varias de las “empresas consultoras” contratadas estaban formadas por directivos de la misma Universidad.

Así también es bueno leer el Informe de la Contraloría General de la República N° 223 del año 2010, en donde la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile contrataba “prestaciones” a la fundación del mismo nombre, «prestaciones» que no pudieron ser acreditadas como verdaderas ante la Contraloría, la que determinó además graves conflictos de intereses entre los directivos de la facultad y la fundación.

Si quiere más información, es cosa de revisar el Informe N° 111 de 2011, donde se demuestra que la Facultad de Ciencias Veterinarias y Pecuarias contrató el 92% de sus “asesorías externas” a la misma fundación creada por la facultad. Cabe agregar que, en este caso, al menos 14 funcionarios de la fundación lo eran al mismo tiempo de la facultad.

Es tal el descaro que, en este caso, la fundación ni siquiera tenía sus estados contables del año 2010, porque los había hecho por “asesoría externa”, para lo cual se contrató ¡al mismo director de Contabilidad de la facultad!

¿Lucro? ¿En la Universidad de Chile? ¿Lucran algunos de sus directivos, administrativos y académicos? Sería bueno en las próximas marchas ver carteles con estas interrogantes.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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