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Vencidos y vencedores

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Nelson Estrada
Por : Nelson Estrada Presidente del Consejo Nacional por la Defensa del Patrimonio Pesquero – CONDEPP A.G.
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Han pasado pocos días de las promovidas y anunciadas primarias en Chile. ¿Quiénes son los vencedores y los vencidos? A nosotros los pescadores artesanales de Chile, las cifras no nos importan mucho, porque la verdad sea dicha, cuando tenemos que pagar la luz, el agua o lo más elemental que es sobrevivir, un porcentaje más arriba o en descenso no nos sirve.

En la región del Biobío se han vivido horas tensas por culpa de quien o quienes no respetan los acuerdos contraídos. Nombres para lo que digo. En el mes de abril y mayo de este año y tras diversas reuniones con la Subsecretaría de Pesca por la grave crisis de la sardina y la anchoveta, se nos prometieron bonos de supervivencia, en tres cuotas para cada pescador de la zona. Hoy y tras golpear puertas, gritar nuestro drama y aparecer en todos los medios de prensa, recién se nos considera para empezar a entregarnos esos dineros. ¿Por qué la autoridad debe esperar que la indignación y la desesperación nos hagan bloquear los caminos y salir en los medios de comunicación? ¿No es más simple cumplir las promesas y así evitar el confronte?

No estamos seguros si es tan así. Alguien me dijo hace tiempo que era una forma de gobernar, primero golpear el honor y el orgullo y luego conceder lo prometido. La ley Longueira o ley de pesca está trabando las ansias de progreso de miles de pescadores, no solo en la VIII Región, también en la IV, XI, XII, para no seguir enumerándolas todas. Primero golpea y luego concede. No me parece un arte de pesca correcto, por emplear nuestras propias palabras.

Señores del gobierno, los pescadores estamos cansados de que se nos manosee. Salimos de una, para caer en otra. No han querido hacer de las soluciones de sustentabilidad un estandarte de lucha en el que nos involucremos todos. La grave crisis que está en la orilla de playa es un tema no de ahora, viene de hace mucho. Cuando los gobiernos no cuidaron la sustentabilidad de las pesquerías y entregaron las cifras de captura sin ningún cuidado, ahí, en ese instante, comenzó la crisis de las diferentes especies. Primero fue el jurel, la merluza de cola, tres aletas, luego la jibia, la sardina, la anchoveta y así el resto de las especies. No sé si en el mismo orden, pero eso no importa mucho a esta altura. No tenemos que pescar, nos obligan a embarcarnos para hacer un colado de agua.

La Ley de Pesca se hunde en un pantano de juego de palabras cruzadas, para las que los pescadores no somos expertos y así nos van acorralando en el hambre y la desesperanza.

La cantidad de horas en reunión con la Subsecrataría de Pesca sobrepasa todo lo imaginable. Se nos pretende sacar por cansancio y enviarnos de vuelta con el conformismo a cuesta. Hoy he hablado del Biobío porque es la que está en boca de todos, pero quiero que sepan que nuestro drama no es solo la VIII, lo es en cada rincón de nuestra geografía costera. Territorios continentales e insulares que ven desaparecer de sus aguas las especies que no hace tantos años abundaban.

No nos atrevemos a pensar que a esta altura lo único que se quiera es que pasen pronto los pocos meses para un cambio de gobierno, hecho que es inminente. Si así fuese, estamos atentos igualmente a exigir lo que nos corresponde: anular la ley Longueira.

(*) Texto publicado en El Quinto Poder.cl

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