Publicidad

Penta: la cultura del termopanel y su efecto demoledor en Chile

Ricardo Hormazábal
Por : Ricardo Hormazábal Ex senador DC. Ex presidente PDC
Ver Más

Respecto de Alberto Undurraga, han salido en su defensa varios parlamentarios DC y lo lamento mucho. Los que le dieron el dinero ya declararon que el informe que entregó no era más que una pantalla para ayudarlo a pagar deudas y que jamás lo utilizaron. No se puede aplicar un doble estándar en materias éticas. Estas conductas son un desprestigio para la política, actividad noble e indispensable.


Las noticias recientes demuestran cómo grandes empresarios codiciosos vulneran las leyes e involucran a líderes políticos destacados, que los ayudan con normas que los favorecen.

Esta situación no  puede convertirse en una preocupación pasajera, ya que es el  reflejo de una manera de comportarse en sociedad que ha excluido a la ética, entendida como una manera de guiar la conducta voluntaria humana de acuerdo a parámetros de lo correcto y lo incorrecto. El “todo vale” para ganar dinero o poder. A esta manera de conducirse la he denominado “cultura del termopanel”, que es un componente prefabricado, herméticamente cerrado al paso de la humedad y al vapor de agua, lo que lo transforma en aislante térmico y acústico. Además, brinda control solar y resiste hasta balazos. Te aíslan del resto de los mortales, te protegen de los cambios climáticos y de algunas acciones delictuales. Son buenos, útiles, pero no son apropiados para que los líderes políticos, empresariales, religiosos los usen, pues de ese modo no percibirán lo que se está produciendo en el entorno en que ellos influyen. Entonces hablan desde sí mismos, de sus intereses, de sus deseos, de sus puntos de vista, desconectados de la realidad social.

[cita] Respecto de Alberto Undurraga, han salido en su defensa varios parlamentarios DC y  lo lamento mucho. Los que le dieron el dinero ya declararon que el informe que entregó no era más que una pantalla para ayudarlo a pagar deudas y que jamás lo utilizaron. No se puede aplicar un doble estándar en materias éticas. Estas conductas son un desprestigio para la política, actividad noble e indispensable. [/cita]

Con las declaraciones y documentos publicados han quedado destruidas las alegaciones de que los actos delictuales e irregulares en que se han visto envueltos son individuales, excepcionales. Cuando no es Endesa, es Cascadas o La Polar o Banmédica, o son empresas creadas en el exterior para evadir impuestos, lavar dinero y ocultar acciones deshonestas. En encuestas específicas se menciona que los propios grandes empresarios creen que más del 40% de ellos realiza maniobras o promueve prácticas poco éticas. No es extraño ni exclusivo. No somos, como proclamaba Rousseau, buenos por naturaleza: tenemos la libertad de decidir el camino que escogemos, acertar, errar, corregir y cambiar. Eso hace del ser humano un ente único, especial. Lo que aprendemos en la familia, el barrio, el colegio, en los medios de comunicación, en el trabajo, condiciona la manera en que actuamos y nos relacionamos con los demás.

El tremendo poder  alcanzado por algunos grupos económicos chilenos, principalmente construido en su alianza con la dictadura militar y sustentado en las AFP, Isapres, Bancos, y Seguros, ha contaminado a religiosos y laicos de distinto signo político y ha influido en los medios que propagan lo bueno de tener éxito, sin fijarse en cómo lo obtienes.

Antes había gente muy rica en Chile, que era muy abusadora e irresponsable con el futuro del país. Derrocharon grandes riquezas nacionales y familiares, pero desde que emergió una clase media educada y los trabajadores tomaron conciencia de sus derechos, estos sectores intentaron ser menos arrogantes, menos figurones, incluso sus ideas de la Ilustración y la Revolución Francesa los hicieron combatir el integrismo religioso y entender ciertos movimientos sociales. Les gustaban los chefs franceses, los mayordomos ingleses, las mansiones palaciegas, pero no desconocían el aporte de intelectuales de otras clases sociales.

Los ricos actuales se formaron en el pragmatismo de USA, en los excesos de la dictadura. Hacen ostentación de su falta de educación cívica y conviven desde pequeños con una parte de la clase política que abandona los ideales de sus antiguos líderes y se ponen a pensar cómo viven. No dudan en usar su poder en los medios para debilitar a los políticos, a los sindicalistas y a los periodistas, porque personas que se dedican a esas nobles funciones, contando con prestigio y honestidad, son malas para los negocios sucios.

La UDI no es la única protagonista ni todos sus militantes son corruptos, pero es la fuerza principal implicada en los hechos, la que más beneficios ha recibido y la que tiene involucrada a su liderazgo actual y pasado. Es natural, ya que sus nexos con la dictadura ayudaron a muchos de sus militantes a enriquecerse. Militante de ese partido era el interventor nombrado por Pinochet en el Banco Chile, que luego se apropió del Banco hasta que se los vendió a los Luksic, los que todavía le deben al Estado. También eran de la UDI los creadores de la Cooperativa La Familia, que estafó al primer ganador de la Polla Gol y a miles de ahorrantes a fines de los setenta.

¿Cómo se explica que gente tan declaradamente católica tenga conductas tan poco éticas? ¿Será verdad que han incorporado la idea protestante de la predestinación y que si logras hacerte rico es porque Dios así lo quiso? Por cierto que, si es así, olvidan que ese protestantismo exige conductas austeras, con reglas morales muy estrictas.

¿Se ve aquí  también la influencia de los Legionarios de Cristo, del Opus Dei, que se olvidan de las exigencias morales también cuando protegen a pedófilos condenados o infractores a la ley o la ética, siempre que sean “de los suyos”?

En temas político-sociales no me afecta ser minoría en mi partido o en la sociedad chilena, aunque reconozco que me gustaría ser mayoría. Pero me avergüenzo de que haya militantes DC que promuevan, practiquen, defiendan y acepten estas actitudes. Esas conductas van contra la doctrina y los principios más esenciales, ¿tan hondo ha calado la falta de rigor ético? ¿Cómo se puede uno llamar Demócrata, Cristiano y  defender a la única persona o ínfima minoría que infringe hasta las propias leyes existentes sobre el particular, ya bastante laxas?

Respecto de Alberto Undurraga han salido en su defensa varios parlamentarios DC y lo lamento mucho. Los que le dieron el dinero ya declararon que el informe que entregó no era más que una pantalla para ayudarlo a pagar deudas y que jamás lo utilizaron. No se puede aplicar un doble estándar en materias éticas. Estas conductas son un desprestigio para la política, actividad noble e indispensable.

Este progresivo alejamiento del sentir de las personas comunes mediante el termopanel es, en buena parte, responsable de que cerca del 50% de los chilenos con derecho a voto no voten, a pesar de la multiplicidad de opciones que se han presentado. Explica el descenso espectacular y preocupante del prestigio de la Iglesia Católica, de los políticos, sindicalistas, empresarios, jueces, periodistas, policías y otros actores relevantes. Sólo el 13% de los chilenos confía en los demás, según una encuesta publicada el año pasado.

Pero ahora nos sentimos fortalecidos con el aire fresco y limpio que nos hace respirar el Papa Francisco, nos alegramos que la Doctrina Social de la Iglesia Católica sea una de las fuentes de un PDC no confesional y que junto a varios camaradas trabajemos para reconquistar el alma cristiana y el cuerpo popular de la DC.

Creo que es el momento para exigir la renuncia a sus cargos de las personas involucradas en la entrega de recursos mediante facturas falsas. Esto no es tomar ventaja de nadie en particular, pues la UDI designaría a los reemplazantes de sus parlamentarios y la Presidenta a sus nuevos ministros.

Y aunque no deben confundirse los aportes que la ley permite en materias políticas con los delitos cometidos, deben prohibirse, estableciendo sanciones de cárcel efectiva para los infractores y la pérdida del cargo para los que resulten responsables.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
Publicidad

Tendencias