El éxito y crecimiento de un pequeño o mediano negocio familiar trae, generalmente, bienestar y beneficios económicos, pero a su vez una serie de complejidades y desafíos que obligan a mirar la empresa de forma distinta.
En este sentido, resulta bastante común que las empresas familiares crezcan de forma inorgánica y por lo mismo sin ningún tipo de estructura ni orden. Esto genera una serie de conflictos dentro de la misma empresa, que son difíciles de abordar sin una estructura clara y definida.
Es precisamente por lo anterior que cobra tanta relevancia el gobierno de empresa familiar dentro de la pequeña y mediana empresa. Pese a que cada negocio familiar tiene características propias y distintivas -que exigen soluciones a la medida- y no existen recetas generales respecto a la estructuración de gobiernos familiares, éstos al menos deben abordar temas fundamentales para la continuidad de la empresa, respecto a la persona que dirigirá el negocio, la política de sucesión y participación de los hijos y parientes políticos.
[cita tipo=»destaque»]En este sentido, es fundamental el proceso que involucra la redacción dicho instrumento, en donde cada uno de los familiares expone sus puntos de vista respecto a temas fundamentales y muchas veces evitados al interior de la familia. Esto, transparenta las distintas posiciones dentro de un grupo familiar y ayuda a minimizar riesgos de conflictos futuros.[/cita]
Para estos efectos, el documento recomendado es el Protocolo Familiar, que básicamente regula las relaciones patrimoniales de la familia y su relación con la empresa. Generalmente, un Protocolo contiene temas relacionados con la misión de la empresa, política de propiedad, política de empleo y definiciones relativas al reparto de utilidades en la empresa familiar.
En este sentido, es fundamental el proceso que involucra la redacción dicho instrumento, en donde cada uno de los familiares expone sus puntos de vista respecto a temas fundamentales y muchas veces evitados al interior de la familia. Esto, transparenta las distintas posiciones dentro de un grupo familiar y ayuda a minimizar riesgos de conflictos futuros.