Publicidad

Calidad del transporte en la ciudad

Publicidad
Por: Uwe Rohwedder


Señor Director:

En Santiago y en varias regiones del país, existe la necesidad de contar con nuevos y variados sistemas de transportes públicos, para lo cual se requiere el desarrollo de proyectos más eficientes y sustentables.

Iniciativas hay muchas, desde del sistema de bicicleta compartida en comunas como La Reina y Ñuñoa, el servicio de scooters en Las Condes y las nuevas líneas de Metro, hasta el reciente anuncio del Gobierno sobre el Plan de Transporte del Tercer Milenio, que integraría diversas soluciones como buses y taxis eléctricos y que a futuro, incluiría ferrocarriles, teleféricos y tranvías. Este último medio funciona a la perfección en ciudades como Zurich, Frankfurt y Barcelona, y desde la mirada arquitectónica es lejos el transporte más apropiado en cuanto a calidad, estética de la ciudad y escala, además permite programar con certeza las frecuencias.

Estas transformaciones también deben contemplar soluciones para acortar los tiempos que hoy sufren muchos habitantes por sus traslados diarios. Un buen sistema podría nacer, a partir de trazar un segundo anillo en Américo Vespucio como límite legal y visible, entre lo urbano y lo rural, que contenga la expansión con pequeñas estaciones intermodales y evitar proyectos como el pie andino, que podrían establecer nuevas formas de crecimiento hacia la cordillera.

Mejorar el sistema de transporte público debe entenderse como una deuda social impostergable, si queremos optimizar nuestra calidad de vida urbana.

Uwe Rohwedder
Director Escuela de Arquitectura
Universidad Central

Publicidad

Tendencias