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Niñez migrante

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Por: Juan Pablo Venegas


Señor Director:

Con motivo de la conmemoración del Día Internacional del Migrante, resulta necesario reflexionar sobre la crisis migratoria que ha tenido a Chile como epicentro durante los últimos cinco años y que a mitad de año tuvo su apogeo con el ingreso legal de 1.657 personas -en su mayoría venezolanos- por el paso de Chacalluta. De ellos, casi la mitad fueron niños, niñas, adolescentes (NNA) y mujeres embarazadas.

En esa línea, el Comité de los Derechos del Niño de Naciones Unidas (ONU), órgano experto que supervisa la aplicación de la Convención sobre los Derechos del Niño, señala que niños, niñas y adolescentes en situación de migración se encuentran en una situación de doble vulnerabilidad: tanto por su condición de niños, así como también por verse afectados por el proceso migratorio.

Al tener necesidades distintas a las de los adultos, NNA requieren de una protección especial, que no puede estar supeditada a su nacionalidad, ni a su estatus migratorio o al de sus padres o cuidadores. En otras palabras, el Estado tiene el deber de diseñar políticas y leyes que proporcionen una protección integral a la niñez migrante, reconociendo sus necesidades y vulnerabilidades específicas.

Asimismo, se estima que al 2040 los nacidos de parejas que estén compuestas por al menos un extranjero podrían alcanzar a los de parejas chilenas, es decir, el 50% de los niños y niñas nacidos tendrá origen migrante, razón por la cual resulta imperioso enfocar la agenda, los esfuerzos y voluntades hacia la promulgación de una Ley Integral de Protección de la Infancia, que desde un enfoque de derechos a garantizar, entregue una visión de futuro, integración y organicidad a la divergente realidad normativa en esta materia.

Juan Pablo Venegas

Director de Incidencia Pública

World Vision Chile

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