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La estrategia de Trump detrás de la prohibición de TikTok MERCADOS|OPINIÓN

La estrategia de Trump detrás de la prohibición de TikTok

Catalina Scherping Bórquez
Por : Catalina Scherping Bórquez Socióloga, Universidad de Valparaíso (C)Magister en Relaciones Internaciones PUCV
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La semana pasada nos sorprendía con la noticia anunciada por el presidente estadounidense Donald Trump de prohibir el funcionamiento de la red social TikTok en su país. ¿Los motivos? Un posible espionaje cibernético por parte de la República Popular China, a quien Trump acusa de rastrear información personal de ciudadanos y particularmente empleados del gobierno de EE.UU., para luego chantajearlos. También acusa al gobierno chino de censurar a través de TikTok contenido que se considera políticamente sensible, como lo son las protestas de Hong Kong. Pero no solo TikTok, propiedad de ByteDance se vería afectado, sino también la aplicación WeChat, propiedad de Tencent, sería considerada por Trump como una amenaza a la seguridad nacional del país norteamericano.

Mediante la firma de dos órdenes ejecutivas el pasado jueves 6 de agosto, Trump ordenaría a las compañías estadounidenses la detención de sus operaciones con las dos aplicaciones asiáticas para antes del 15 de septiembre. Frente a la fecha límite anterior, la tan siempre oportuna Microsoft ya ha manifestado su intención de comprar los servicios de TikTok en EE.UU., Canadá, Australia y Nueva Zelanda, por casi 50 mil millones de dólares.

Hasta ahí todo bien, la preocupación del gigante del norte pareciera ser razonable frente a una posible amenaza de espionaje por parte del que hace un tiempo es su principal rival económico y político. Y sobre todo pensando que la India (segundo consumidor de la aplicación TikTok después de EE.UU) ya prohibió el uso de la aplicación y Australia se encuentra considerando su decisión de veto. Pero lo cierto es que debemos cuestionarnos no solo la temporalidad del anuncio, sino también su intención.

Es imposible olvidarnos que las elecciones en Estados Unidos están a la vuelta de la esquina y a no más de tres meses, lo cierto es que Trump ha perdido terreno frente a un silencioso y esquivo al conflicto, Joe Biden. De esta manera, el anuncio de la prohibición de TikTok y WeChat viene después de que las encuestas sitúan a Biden por sobre Trump en estados claves, como Florida, Michigan, Pensilvania y Minnesota y que la aprobación del presidente descendiera a un 41,1% producto del particular manejo que ha tenido respecto de la pandemia y que ha afectado su actual campaña presidencial.

De esta manera su reciente anuncio parece muy conveniente, pues sitúa a Trump nuevamente en el centro de atención, como una figura de poder imponente. No olvidemos lo que fue su campaña en 2016, cuando con su polémico estilo, en reiteradas ocasiones recurrió a recursos comunicacionales que apuntaban a su público más duro, “América First”, “Build that Wall” y su ya célebre “Make America Great Again” son un ejemplo de esto, por lo que no es de extrañar que mediante este anuncio el presidente Trump busque avivar la constante disputa geopolítica que mantiene con China, y que esto le sirva para subir en las encuestas, posicionándose nuevamente con sus votantes como un líder fuerte, audaz e impredecible, capaz de revertir la situación actual de su campaña electoral.

Las acciones de Donald Trump y el reciente cambio de su jefe de campaña por Bill Stepien, hacen pensar que son una respuesta a la desesperación actual de su comando frente a una elección que se aleja cada vez más de sus manos, producto del mal manejo y liderazgo que ha tenido frente a la pandemia. En este sentido, el hecho de que el anuncio de prohibición de TikTok y WeChat se realizara luego de la pérdida de un estado crucial, como los es Florida, da cuenta de que la situación se está utilizando de manera estratégica como un recurso político y comunicacional para levantar la situación actual de la campaña de Trump.

De esta manera, no sería extraño que veamos una radicalización de las posturas de Trump no solo en su disputa geopolítica con China, sino también frente al escenario actual de pandemia, y su característico proteccionismo nacionalista, esto con la finalidad de repuntar y recuperar votantes y estados claves para poder ganar las elecciones. Esta estrategia de radicalización significaría la creación de mayores conflictos, ya que conociendo el estilo audaz y confrontacional de Trump, no escatimará en la exacerbación de su discurso para conseguir lo quiere.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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